Revelación del secreto a Daniel

Revelación (2.17-23)

Daniel pide misericordia a Dios

“El rey accedió a esta petición. "Fuese luego Daniel a su casa, y declaró el negocio a Ananías, Misael, y Azarías, sus compañeros." Juntos pidieron sabiduría a la Fuente de luz y conocimiento. Conscientes de que Dios los había puesto donde estaban, y de que estaban haciendo su obra y cumpliendo las exigencias de su deber, manifestaron una fe poderosa. En momentos de perplejidad y peligro, siempre se habían dirigido al Señor para obtener dirección y protección; y él había sido su auxilio en toda ocasión. Ahora con corazón contrito, se sometieron de nuevo al Juez de la tierra, rogándole que los librase en este su tiempo de necesidad especial.” P.R. 362, 363
Daniel recibe revelación del sueño

Daniel y sus jóvenes amigos, estaban seguros y confiaban de la dirección divina al respecto, que recibirían por algún medio tanto el sueño como la interpretación, ellos conocían al Señor y el medio de conseguir su ayuda en momentos difíciles, es por eso que aseguró al rey que le diese tiempo y que con seguridad, revelaría el sueño al rey.

Invocación y oración de Daniel (vs. 20-23)

“El primer acto de Daniel fue agradecer a Dios la revelación que le había dado. Exclamó: "Sea bendito el nombre de Dios de siglo hasta siglo: porque suya es la sabiduría y la fortaleza: y él es el que muda los tiempos y las oportunidades: quita reyes, y pone reyes: da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos: él revela lo profundo y lo escondido: conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con él. A ti, oh Dios de mis padres, confieso y te alabo, que me diste sabiduría y fortaleza, y ahora me enseñaste lo que te pedimos; pues nos has enseñado el negocio del rey." P.R. 363 Entre los cortesanos de ese imperio tan poderoso solamente Daniel y sus amigos, podían ingresar en audiencia con el Altísimo, ellos lo conocían y confiaban en El, seguían su voluntad, lealtad y fidelidad manifestados al ingresar a la mayor universidad de ese entonces y el consiguiente éxito, robustecieron su experiencia y conocimiento del Señor.