La interpretación de 70 semanas de los 2300 días

 

LA INTERPRETACIÓN DE GABRIEL. (9.20-27)

Mientras oraba el profeta fue visitado por Gabriel.

Gabriel es el responsable de comunicar al profeta las profecías respecto al fin, aparece en escena para completar su tarea. Daniel entendía que los 70 años estaban por finalizar. El no entendía las 2300 días (años), pues era la única parte de la visión que no se le había explicado, es posible que pudo haber sospechado que podría ser una extensión del cautiverio. En algunos detalles de la profecía de las 2300 años contenían persecuciones al pueblo de Dios, esto enfermó al profeta. (8.27). Las explicaciones referente a la profecía más extensa de las Escrituras fueron dadas por la oración intercesora de Daniel, para asegurarse que no era una extensión de los 70 años de cautiverio.

“He salido para darte sabiduría y entendimiento.”

Sin la menor duda se refiere al cap. 8.26-27, la cual "no se podía comprender" (cap. 8.27, BJ). Daniel no podía entender la relación entre los 70 años de cautiverio predichos por Jeremías (Jer. 29.10) y los 2.300 días (años) que habrían de pasar antes de la purificación del santuario. Daniel enfermó al escuchar del ángel que la visión sería para "muchos días" (Dan. 8.26).

“Tú eres muy amado.”

“Daniel era un hombre a quien Dios había dado gran capacidad y conocimiento, y cuando ayunó, el ángel vino a verlo y le dijo: "Tú eres muy amado"(Dan. 9.23). Y él cayó postrado delante del ángel. No dijo: "Señor, he sido muy fiel a ti, y he hecho todas las cosas para honrarte y defender tu palabra y tu nombre. Señor, tú sabes cuán fiel he sido en la mesa del rey, y cómo mantuve mi integridad cuando me echaron en el foso de los leones". ¿Fue ésa la manera en que Daniel oró a Dios? No; él oró y confesó sus pecados, y dijo: Escucha, Señor, y líbrame. Nos hemos apartado de tu palabra y hemos pecado. Y cuando vio al ángel, dijo: Mi gracia se tornó en corrupción. No pudo mirar la cara del ángel, y no quedaron en él fuerzas. Su fortaleza lo había abandonado. Pero cuando el ángel vino a él cayó sobre sus rodillas, y no lo pudo mirar. Luego el ángel vino a él con la apariencia de un hombre, y entonces pudo resistir la escena.” M.S. 3:403-404.

División del tiempo profético:

a) Setenta semanas para el pueblo judío para:

· Terminar la prevaricación

Los incidentes que abarca esta profecía se extienden a la venida de Jesucristo como hombre para vivir entre los hombres, a su primera venida y con la consiguiente muerte a la “mitad de la semana” a favor de la raza humana, porque “la paga del pecado es la muerte” y “sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados”. Cristo ofrece no solamente perón, si no más aún poder por su Espíritu Santo para vencer el mal, “Porque Dios es el que obra en vosotros, tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad.” Fil. 2.13.

· Poner fin al pecado

Esto significa que el sacrificio expiatorio y sustituto del Hijo de Dios ha sido el remedio final, completo y efectivo para el mundo (Jn. 3.16). Como un estado o condición en el hombre, Jesús es el holocausto y sacrificio, de modo que los hombres si se pierden será por elección y decisión, más no por haber nacido con tendencias al mal o “pecadores” (Sal. 51.5)

· Expiar la iniquidad

Jesús debía efectuar el último servicio o trabajo a favor de los pecadores, la “expiación” de los pecados o “purificación” de los pecados de los creyentes en el Santuario celestial, pero como base para este oficio debía morir en la cruz, en el atrio, la tierra, como acto expiatorio a favor de los seres humanos.

· Traer la justicia perdurable

La justicia divina exigía la vida de los transgresores, debían morir, más la misericordia y piedad divina por amor infinito, se interpone para ofrecer una vida pura, perfecta y justa en términos absolutos, Jesús era la justicia personificada, perdurable, sus 33 años de vida perfecta lo atestiguan, tanto su vida como su muerte fue el rescate de la humanidad.

· Sellar la visión y la profecía

“Confirmar” o “ratificar” debe ser el mejor significado para la palabra “sellar” en este versículo, lo cual quiere decir que esta parte profetica que es de una serie de sucesos de la profecía, la más larga, los 2300 años es cierta y verdadera, objeto de estudio y beneficio para los creyentes en todo el tiempo que abarca su extensión.

· Ungir al Santo de los santos

“En el año 27 de nuestra era, Jesús recibió, en ocasión de su bautismo, el ungimiento del Espíritu Santo, y poco después comenzó su ministerio. Se proclamó entonces el mensaje: "El tiempo es cumplido "(Mar. 1.15.) P.R. 515 Algunos sostienen que aquí se refiere al ungimiento del santuario celestial antes del tiempo del comienzo de la obra de Cristo como sumo sacerdote.

Subdivisión de las setenta semanas:

a) Siete semanas: para edificar la plaza y el muro de la ciudad

“Algunos intérpretes dan especial importancia al período de "siete semanas", o sea 49 años, pues afirman que representa el tiempo durante el cual se completaría la construcción de la plaza y del muro. Sin embargo, la información histórica de este período es muy escasa. Se sabe poco de las condiciones existentes en Jerusalén desde el tiempo de Artajerjes hasta el de Alejandro. Lo que puede saberse en base a la Biblia y los documentos históricos es fragmentario.” CBA. 4:880

b) Sesenta y dos semanas: durante las cuales el pueblo debía prepararse para recibir al Mesías

Se daría muerte al Mesías al finalizando este período y no durante él. Estas palabras no indican el tiempo exacto que aconteciera el ignominioso suceso de muerte del Mesías. Eso se hace en el vers. 27, donde ese acontecimiento se ubica "a la mitad de la semana".

c) Una semana: a la mitad de la semana se quitaría la vida al Mesías, pero a la semana se confirmará el pacto con muchos.

“Esta semana, la septuagésima, comenzó en 27 d. C. al iniciarse el ministerio público de Cristo en ocasión de su bautismo. Se extendió más allá de la crucifixión en "la mitad de la semana", ocurrida en la primavera (marzo-abril) del 31 d. C., hasta el rechazo de los judíos como pueblo del pacto, en el otoño del 34 d. C. (490 años después de 457 a. C. nos lleva al 34 d. C.; ver com. vers. 25 en cuanto a la manera de hacer cómputo). La "viña" fue entonces arrendada "a otros labradores" (Mat. 21.41; cf. Isa. 5.1-7; CS 375, 462). Durante unos 31/2 años las autoridades de Jerusalén toleraron la predicación de los apóstoles, pero finalmente su rencor se tradujo en el apedreamiento de Esteban, el primer mártir cristiano, y la persecución general que se desató entonces contra la iglesia. Hasta ese tiempo los apóstoles y otros misioneros cristianos parecen haber limitado mayormente sus actividades a las proximidades de Jerusalén (ver Hech. 1.8; 8.1)”. CBA. 4:880.

d) Después, con la muchedumbre de las abominaciones, vendría el desolador

Aquí se refiera a las fuerzas romanos paganas en destrucción del pueblo judío el año 70 dC., y finalmente el desolador es destruido. (Mat. 23.38).