Cumplimiento de la profecía

 

CUMPLIMIENTO DE LA PROFECÍA (4.28-33)

Cumplimiento al cabo de doce meses.

“El juicio de Dios se demoró durante meses; pero en vez de ser inducido al arrepentimiento por esta paciencia divina, el rey alentó su orgullo hasta perder confianza en la interpretación del sueño, y burlarse de sus temores anteriores.” P.R. 381

Auto-exaltación de Nabucodonosor.

“Un año después de haber recibido la advertencia, mientras Nabucodonosor andaba en su palacio y pensaba con orgullo en su poder como gobernante y en sus éxitos como constructor, exclamó: "¿No es ésta la gran Babilonia, que yo edifiqué para casa del reino, con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi grandeza?" P.R. 381; Prov. 12.15

La sentencia del cielo: “El reino ha sido quitado de ti.”

“Estando aún en los labios del rey la jactanciosa pregunta, una voz del cielo anunció que había llegado el tiempo señalado por Dios para el castigo. En sus oídos cayó la orden de Jehová: "A ti dicen, rey Nabucodonosor; el reino es traspasado de ti: y de entre los hombres te echan, y con las bestias del campo será tu morada, y como a los bueyes te apacentarán: y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo se enseñorea en el reino de los hombres, y a quien él quisiere lo da." En un momento le fue quitada la razón que Dios le había dado; el juicio que el rey consideraba perfecto, la sabiduría de la cual se enorgullecía, desaparecieron y se vio que el que antes era gobernante poderoso estaba loco. Su mano ya no podía empuñar el cetro.." P.R. 381-382; Job 5.17, 18

Nabucodonosor fue “echado de entre los hombres”.

“Los mensajes de advertencia habían sido despreciados; y ahora, despojado del poder que su Creador le había dado, y ahuyentado de entre los hombres, Nabucodonosor comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se bañaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como de águila, y sus uñas como de aves. Durante siete años, Nabucodonosor fue el asombro de todos sus súbditos; durante siete años fue humillado delante de todo el mundo.” P.R. 381-382