Nabucodonosor reconoce el poder de Dios

NABUCODONOSOR RECONOCE EL PODER DE DIOS

Dios de dioses.

“El rey se quedó convencido de que la interpretación era verdad, y con humildad y reverencia, "cayó sobre su rostro, y humillóse," diciendo: "Ciertamente que el Dios vuestro es Dios de dioses, y el Señor de los reyes, y el descubridor de los misterios, pues pudiste revelar este arcano." P.R. 365. ¡Que abrumadora evidencia del poder omnipotente del Dios de Daniel!, que el rey se limitó a reconocer que sus dioses eran minúsculos, incapaces e impotentes. No obstante no fue suficiente tal revelación del Infinito poder de Dios, más adelante podremos participar de la forma como tuvo que actuar el Señor para doblegar la arrogancia, idolatría y suficiencia de un monarca que ante nadie se humilló y que se atrevió a desafiar al Altísimo.

Señor de los reyes

Revelar el sueño a un monarca y su consiguiente significado, era por demás extraordinario, los sabios babilónicos habían declarado: “…y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne”. Pero los siervos de Señor dieron toda la honra, reconocimiento y razón al poder Divino, al Dios de los judíos, de los hebreos, que por muchos pueblos eran odiados, marginados y no aceptados. El Rey admite que Dios dirige los designios de los reinos, aunque posteriormente tendría mayor luz al respecto.

Daniel Gobernador de Babilonia

"El Eterno te pondrá por cabeza y no por cola, estarás encima y nunca debajo; si obedeces los Mandamientos del Eterno tu Dios, que hoy te ordeno que guardes y cumplas.” (Deut. 28.13) Con semejante recomendación (al revelar el sueño y significado) Daniel se ganó el puesto sin ningún competidor para ser el consejero, y hombre de confianza del primer monarca del mundo entonces conocido.

Jefe supremo de los sabios de Babilonia

“y antes de la honra está la humildad.” Prov. 18.12. De alumno, dirigido y subalterno a maestro, conductor y jefe o líder de los mismos. ¡Que chasco, vergüenza, humillación y fracaso de los “maestros”, guías, conductores y jefes de estos jóvenes, que ostentaban y reclamaban el reconocimiento de ser hombres sabios de conocer los misterios y profundidades impenetrables para el hombre, ahora, abatidos y sorprendidos en sus mismos engaños, impotencia, ignorancia y supersticiones! Es así como el éxito es producto de una relación sincera y estrecha con el cielo.