La interpretación del sueño

 

LA INTERPRETACIÓN DEL SUEÑO (2.36-45)

Daniel incluye en su interpretación del sueño al rey, a sus compañeros, desde luego ellos lo acompañaron en la súplica y fue sincero y humilde en mencionar que fueron sus demás amigos que le colaboraron. "Este es el sueño," declaró confiadamente Daniel; y el rey, escuchando todo detalle con la más concentrada atención, reconoció que se trataba del mismo sueño que tanto le había perturbado. Su mente quedó así preparada para recibir favorablemente la interpretación.” PR. 364

Imagen histórica

Es preciso recordar que el Señor utilizó una imagen humana para representar la historia de la humanidad en relación con el pueblo de Dios, en sus muchas persecuciones, trabajos y desarrollo a partir del imperio babilónico, que desde este imperio se observa el devenir de nuevos imperios, dejando cada uno, costumbres, sometimiento, espíritu conquistador, idolatría, y el pecado en todas sus formas, de un país, cultura o imperio hacia el siguiente, hasta llegar a la fase final en los dedos de los pies con una mixtura “extraña” por cuanto no existe aleación entre el barro cocido y el hierro,
“En los anales de la historia humana, el desarrollo de las naciones, el nacimiento y la caída de los imperios, parecen depender de la voluntad y las proezas de los hombres; y en cierta medida los acontecimientos se dirían determinados por el poder, la ambición y los caprichos de ellos. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y encima, detrás y a través de todo el juego y contrajuego de los humanos intereses, poder y pasiones, contemplamos a los agentes del que es todo misericordioso, que cumplen silenciosa y pacientemente los designios y la voluntad de él.” P.R.366

Cabeza de oro: Babilonia.

“Según Gén. 10.8-10 la ciudad de Babilonia era parte del reino de Nimrod bisnieto de Noé. Los primeros habitantes del valle formado por el Tigris y el Eufrates fueron varios reinos súmeros. Después vinieron los Acadios con sus reyes de origen semita entre otros Sargón I. Después vienen los Guti, los Elamitas y los Súmeros. Luego los Semitas que fundaron el imperio Babilónico antiguo. Después de esta etapa viene el imperio Amorreo, seguidamente los Asirios , después el imperio Neobabilónico, con su primero rey Nabopolasar (626-605 a.C) a quien le sucedió su hijo Nabucodonosor (605-562 a.C.), hasta que Babionia cayo en manos de los Medos y Persas en el año 539 a C.” (Estudios del libro de Daniel por Máximo Vicuña, pág. 38) “Para embellecer la ciudad de Babilonia se había usado oro en abundancia. Herodoto describe con profusión de términos el resplandor del oro en los templos sagrados de la ciudad. La imagen del dios, el trono sobre el cual estaba sentado, la mesa y el altar estaban hechos de oro (Herodoto i. 181, 183; iii. 1-7). El profeta Jeremías compara a Babilonia con una copa de oro (Jer. 51: 7). Plinio 800 describe las vestimentas de los sacerdotes como entretejidas con oro.
Nabucodonosor sobresalía entre los reyes de la antigüedad. Dejó a sus sucesores un reino grande y próspero” CBA. T.4. pág. 799 “Dios iba a revelarle que él ejerce el poder sobre los reinos del mundo, el poder de entronizar y de destronar a los reyes. La atención de Nabucodonosor fue despertada para que sintiera, si era posible, su responsabilidad para con el Cielo. Iban a serle presentados acontecimientos futuros, que llegaban hasta el mismo fin del tiempo.” P.R. 364, 365

Pecho y brazos de plata: Medo Persia

“La plata es inferior al oro. El imperio Medo-Persa fue inferior en lujo y magnificencia a Babilonia. Unos 70 años después que Daniel pronunciara estas palabras por inspiración divina bajo la administración de los débiles sucesores de Nabucodonosor (Amel-Marduk, 562-539; Belsasar, corregente, 553-539), los ejércitos de Ciro tomaron la ciudad, e iniciaron la hegemonía mundial del imperio Medo-Persa. Eso ocurría en el año 539 a.C. Pero Persia, el imperio representado por el pecho de plata, también cayó después de un gran apogeo militar bajo la espada de Alejandro el Grande.

Alrededor del año 2000 a. C. un grupo de gentes arias que venían de Europa, invadieron la parte norte de la actual Persia. Entre esa gente habían dos tribus que se destacaban: Los Medos y los Persas. En el año 539 a. C., Ciro llegó a dominar a los Medos quienes tuvieron como último rey a Darío el Medo. (Estudios del libro de Daniel, por Máximo Vicuña, pág. 39)” “Años antes, bajo la inspiración profética, el profeta Isaías había descrito la obra de Ciro (Isa. 45: 1). Este conquistador de Media pronto derrotó a las tribus vecinas y gobernó desde el Ararat al norte hasta el sureste de Babilonia y el golfo Pérsico al sur. Para completar su imperio, derrotó al rico Creso de Lidia en el año 547 a. C. y tomó Babilonia mediante una estratagema en el año 539 a. C. Ciro reconoció que el Señor le había dado todos esos reinos (2 Crón. 36: 23; Esd. 1: 2).” (CBA. T. 4: 801)

Vientre y muslos de bronce: Grecia

“Alejandro Magno, hijo y sucesor de Filipo II, tuvo bajo su mando al ejército greco-macedónico que cruzó el Helesponto (antiguo nombre del estrecho de los Dardanelos) e invadió el Asia Menor. Su campaña fue una de las más veloces que se registran en la historia antigua. Después de vencer a las tropas persas, mandadas por Dario, en la batalla de Gránico (334 AC), rápidamente avanzó hacia el sur y volvió a derrotar a sus enemigos en Iso (333 AC). En una marcha realmente vertiginosa para esa época, capturó Tiro (Eze. 26.3-5), Sidón, Gaza, dominó la actual Palestina, conquistó Egipto, donde fundó la ciudad de Alejandría, que debia llegar a ser uno de los focos de civilización griega más importante de lo que llamamos en nuestros días Medio Oriente, y se volvió otra vez hacia el este. Tengamos en cuenta que le tocó avanzar por un territorio montañoso y quebrado que tuvo que atravesar los dos ríos que forman la Mesopotamia milenaria, el Eufrates y el Tigris, para llegar a encontrarse nuevamente con un ejército persa de un millón de hombres en Arbela. La batalla fue decisiva y el triunfo de los griegos terminante (331 a. C). Sin embargo los días de Alejandro estaban contados. Su vida, desgastada por la fatiga de sus batallas y por sus incesantes trabajos, corroída por sus costumbres licenciosas. Lo que no pudieron lograr sus enemigos, lo realizó una fiebre que venció a su debilitado organismo. Murió el año 323, a los 33 años de edad. Con la muerte del conquistador, se derrumbó prestamente el imperio que había levantado, desapareció para siempre la fugaz hegemonía de los griegos. Realmente, si el oro con su valor intrínseco fue un símbolo adecuado para representar a Babilonia, y si la plata fue un símil que respondía a las características de Medo-Persia, ¿qué diremos del efímero brillo del bronce que tipifica acertadamente la parte que corresponde, en la estatua profética, al glorioso pero transitorio imperio de Alejandro?” (En los umbrales de un Luminoso futuro, por Víctor Ampuero Matta, pág. 34-36). Herodoto dice: Los griegos son hombres de bronce que salen del mar. (Herodoto op.cit. 1, 152, 154).

Piernas de hierro: Roma

“En el año 265 a. C., la monarquía itálica pasó bajo el control romano. En el año 200 a. C. Roma venció a Cártago en la guerras púnicas y desde esta ocasión, Roma, se dedicó a dominar y absorber a todo el mundo aquella vez conocido, llegando sus dominios hasta más allá de Inglaterra y por el este, hasta el río Eufrates, llegando a ser el imperio más poderoso de todos los tiempos. En 168 a. C. en la batalla de Pidna, Roma acabó con la monarquía Macedónica dividiéndola en cuatro confederaciones.” (Est. Del libro de Daniel, M. Vicuña, 40)
Un escritor no religioso, Edward Gibbon, en su obra “La decadencia del Imperio Romano. Reconoce que Dios por medio de la imagen de Daniel 2, predijo por adelantado la historia del mundo: “El imperio de los romanos llenó el mundo, pero este imperio cayó en las manos de un solo hombre, luego el imperio se convirtió en una cárcel para sus enemigos. Resistirlo, era imposible. Era imposible huir. Las armas de la república algunas veces eran vencidas en las batallas, pero siempre victoriosas en la guerra, avanzaron con paso rápido hacia el Eufrates, hacia el Danubio y hacia el Rin. Y las imágenes de oro, de plata, de bronce y de hierro que habían representado las naciones o sus reyes, fueron finalmente y exitosamente quebrantadas por la férrea monarquía de Roma”.

Pies y dedos, parte de hierro y parte de barro: Roma dividida.

“La mezcla de los asuntos de la iglesia y de la administración política se representa con el hierro y el barro. Esa unión está debilitando todo el poder de las iglesias. Esta aceptación en la iglesia del poder del Estado, traerá malos resultados. Los hombres casi han traspasado el límite de la tolerancia de Dios. Han utilizado su fuerza política y se han unido con el papado. Pero llegará el tiempo cuando Dios castigará a los que han invalidado su ley, y sus malas obras recaerán sobre ellos mismos (MS 63, 1899).” CBA. T. 7. 178. Después que el imperio romano se dividiera, algunas naciones fueron poderosas, otras débiles, Suiza, ha sido militarmente débil. En cambio Inglaterra (recordemos a la llamada “dama de hierro” Margaret Thaccher, España, Francia e Italia, en algunos momentos han sido poderosas. Esto fue predicho con precisión por Daniel. Unos serían como la arcilla y otras como el hierro, pero que no se podrían unir: “Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro”. Siete grandes hombres han pretendido unificar a Europa. Carlomagno en el siglo IX, pero fracasó, en el siglo XVI, por Carlos V de España, hizo lo posible. Después en el siglo XVIII, Luis XIV, volvió a intentar. Napoleón Bonaparte en el siglo XIX quiso gobernar toda Europa, pero no lo logró. Fue vencido en la batalla de Waterloo, en 1815, extendió sus manos y dijo: “El Dios todopoderoso es demasiado para mí”. Sucesivamente el Káiser Wilhelm, Mussolini y Hitler, todos ellos intentaron, pero fracasaron, por solamente tres palabras: “No se unirán”. Aunque mediante matrimonios entre los hijos de los reyes de una y otra nación han pretendido unirse, mediante “tratados” como los de Varsovia y la OTAN y actualmente la CEE. Todos los intentos anteriores han fracasado y los últimos correrán la misma suerte. Es una evidencia que podemos confiar en la Palabra de Dios.

Escatología

“En la historia de las naciones el que estudia la Palabra de Dios puede contemplar el cumplimiento literal de la profecía divina. Babilonia, al fin quebrantada, desapareció porque, en tiempos de prosperidad, sus gobernantes se habían considerado independientes de Dios y habían atribuido la gloria de su reino 368 a las hazañas humanas. El reino medo-persa fue objeto de la ira del Cielo porque en él se pisoteaba la ley de Dios. El temor de Jehová no tenía cabida en los corazones de la vasta mayoría del pueblo. Prevalecían la impiedad, la blasfemia y la corrupción. Los reinos que siguieron fueron aun más viles y corruptos; y se fueron hundiendo cada vez más en su falta de valor moral.
El poder ejercido por todo gobernante de la tierra es impartido del Cielo; y del uso que hace de este poder el tal gobernante, depende su éxito.” P.R. 368
Otro significado: “… Dios tiene un pueblo, un pueblo escogido, cuyo discernimiento debe ser santificado, y que no debe convertirse en profano poniendo en el fundamento madera, heno y hojarasca… La mezcla de los asuntos de la iglesia y de la administración política se representa con el hierro y el barro. Esa unión está debilitando todo el poder de las iglesias. Esta aceptación en la iglesia del poder del Estado, traerá malos resultados. Los hombres casi han traspasado el límite de la tolerancia de Dios. Han utilizado su fuerza política y se han unido con el papado. Pero llegará el tiempo cuando Dios castigará a los que han invalidado su ley, y sus malas obras recaerán sobre ellos mismos (MS 63, 1899). CBA. 7A. 178


En los días de estos reyes

Es admirable contemplar el cumplimiento de muchos detalles contenidas en la profecía bíblica, justamente cuando surgen estos reinos, se funda un reino diferente, por naturaleza y principios “…Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios. Decía: «El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepentíos y creed en el evangelio!»” Mr. 1.14, 15 “y el "reino de Dios" que habían declarado estar próximo, fue establecido por la muerte de Cristo. Este reino no era un imperio terrenal como se les había enseñado a creer. No era tampoco el reino venidero e inmortal que se establecerá cuando "el reino, y el dominio, y el señorío de los reinos por debajo de todos los cielos, será dado al pueblo de los santos del Altísimo;"(Daniel 7: 27, V.M.) Asimismo el trono de la gloria representa el reino de la gloria (S. Mateo 25. 31, 32.) Este reino está aún por venir. No quedará establecido sino en el segundo advenimiento de Cristo.” CS. 395

Un reino indestructible

“La expresión "reino de Dios," tal cual la emplea la Biblia, significa tanto el reino de la gracia como el de la gloria. El reino de la gracia es presentado por San Pablo en la Epístola a los Hebreos… el apóstol dice: "Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia." (Hebreos 4: 16.) El trono de la gracia representa el reino de la gracia; pues la existencia de un trono envuelve la existencia de un reino. En muchas de sus parábolas, Cristo emplea la expresión, "el reino de los cielos," para designar la obra de la gracia divina en los corazones de los hombres.” CS. 395

Cristo: la piedra cortada no con mano

1Ped. 2.4-6, “Acercaos a él, Piedra viva, reprobada por los hombres, pero elegida y preciosa para Dios. Vosotros también, como piedras vivas, estáis siendo edificados en una casa espiritual, en un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por medio de Jesucristo. Por eso dice la Escritura: "Pongo en Sión la principal Piedra del ángulo, elegida, preciosa. El que crea en ella, no será defraudado". Es indudable que la piedra representa a Cristo, con su poder indestructible, abarcante y permanente, y que no procede de ningún poder humano, sin ninguna relación con los poderes tenebrosos, débiles, mortales y corruptos de los hombres

Cristo aniquilará los reinos

“EL SUEÑO de la gran imagen, que presentaba a Nabucodonosor acontecimientos que llegaban hasta el fin del tiempo, le había sido dado para que comprendiese la parte que le tocaba desempeñar en la historia del mundo y la relación que su reino debía sostener con el reino del cielo. En la interpretación del sueño, se le había instruido claramente acerca del establecimiento del reino eterno de Dios. Daniel había explicado: "Y en los días de estos reyes, levantará el Dios del cielo un reino que nunca jamás se corromperá: y no será dejado a otro pueblo este reino; el cual desmenuzará y consumirá todos estos reinos, y él permanecerá para siempre.... El sueño es verdadero, y fiel su declaración." (Dan. 2: 44, 45.) PR.369

La piedra se hará un gran monte que llenará la tierra.

El próximo imperio mundial no será los Estados Unidos de Norteamérica, ni la CEE (Comunidad Económica Europea), ni otro tratado internacional, ni otra potencia terrenal que pueda surgir, ni un conjunto de naciones, sin duda alguna será un reino incomparable, hermoso en gran manera, perfecto, donde la justicia y el amor será el sistema de vida de sus habitantes. Toda la tierra será cubierta de su grandeza, el sufrimiento y el dolor no serán conocidos, la felicidad, la alegría y la paz se manifestarán en los seres humanos que una vez vivieron en este mundo, con la diferencia que aceptaron a Jesús como su Salvador personal y confiaron en su Palabra y promesas perseverando hasta el fin, sin importar la adversidad, la tortura, o la persecución. Ese reino que se implantó en el Edén por la promesa, se concretó en el Calvario, como el reino de la gracia, será el reino de la gloria cuando Jesucristo aparezca por segunda vez a esta tierra en gloria y majestad inigualables. 1 Tim. 6.16