Definición y tipos de sellamiento







El Punto de Vista de la Biblia

1. "Les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico" Eze. 20-12

2. "...Habiendo creído, fuisteis sellados con el Espíritu Santo prometido, que es la garantía de nuestra herencia, hasta que lleguemos a poseerla, para alabanza de su gloria." Efesios 1:13,14

3. "Si para otros yo no soy apóstol, ciertamente para vosotros lo soy, porque vosotros sois el sello de mi apostolado en el Señor." 1 Corintios 9:2

4. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, que el Hijo del Hombre os dará; porque en éste, Dios el Padre ha puesto su sello. Juan 6:27

5. "Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención." Efesios 4:30

6. "Oí el número de los sellados: 144000 sellados de todas las tribus de los hijos de Israel." Apocalipsis 7:4

7. sfragi,zw (Griego sphragizo)

  • Sellar a, Marcar con un sello,

  • Para dar seguridad en contra de Satanás,

  • Mantiene en secreto. Job 14:17

  • Reguardar algo

  • Para confirmar, probar o atestiguar de algo

  • Confirmar la autenticidad, ponerlo fuera del alcance de la duda

  • Confirmación vía testimonio de que lo que uno profesa eso es

8. Conclusión


  • El sellamiento representa la clausura de algo

  • Garantiza la permanencia o la estabilización de lo que ha sido sellado (Apocalipsis 22:11) y garantiza la posesión hasta el día en que Cristo Venga

  • Ocurre en el momento de la conversión (el sellamiento primario), y esencial para la salvación - La señal de aceptación de Cristo

    Ya son incluidos, es decir inscritos en el libro de la vida

  • Pablo nos habla de la garantía y seguridad de la salvación

  • Es el antitipo de la primera lluvia que el remante debe recibir, ambas permanecen hasta el fin

  • El secundario está en el futuro y solo se le dará a los que ya son salvados

  • Juan nos habla de la garantía y seguridad de que lo que ha sido sellado sobrevivirá a los eventos del fin vivos

    Es el antitipo de la segunda lluvia o la tardía


Espíritu de Profecía

1. Afianzamiento de la Verdad

o "Tan pronto como el pueblo de Dios sea sellado en su frente -no se trata de un sello o marca que se pueda ver, sino un afianzamiento en la verdad, tanto intelectual como espiritualmente, de modo que los sellados son inconmovibles-, tan pronto como sea sellado y preparado para el zarandeo , éste vendrá. Ciertamente ya ha comenzado.-" 4CBA 1183 (1902).

2. Una Garantía

"El sellamiento es una garantía de Dios de perfecta seguridad para sus elegidos (Exodo 31:13-17). El sellamiento indica [que] somos los elegidos de Dios. El nos ha hecho propiedad suya." 15 MR 225

3. La Marca de la Redención

¿Cuál es el sello del Dios vivo que se pone en la frente de sus hijos? Es una marca que pueden ver los ángeles y no los ojos humanos, puesto que el ángel destructor debe percibir esa señal de redención." 7CBA 980

Tipos de Sellamiento

Teorías Modernas

Estas teorías modernas provienen de la iglesia adventistas , de grupos disidentes y de modernos teólogos. El peso de las evidencias les dirá al lector cual de estas teorías tienen el apoyo de la Biblia y del Espíritu de Profecía. He aquí una pequeña lista de las mismas:

1. Que hay un sellamiento para los 144,000 y otro para la gran multitud

2. Que todos somos sellados en base a los libros en el cielo

3. Que es un evento y no un proceso o un proceso y no un evento o ambas

4. Que estamos en la etapa del sellamiento de los muertos

5. Que estamos en la etapa del sellamiento de los vivo

"Y como el sellado de un proceso que está sucediendo ahora ... el proceso de sellado tiene que estar ocurriendo ahora ..." La crisis del Fin del Tiempo 143. Marvin Moore

"No obstante, la cuestión más importante sobre el 144000 es que se están cerrados en este momento ..." La crisis del Fin del Tiempo 145. Marvin Moore


8. Que el sello de Juan (escatológico o secundario) es el sábado

9. Que el sábado no es el sello de Dios


"...Este sello de los 144,000 no es el sello del Sábado...... SR Vol. 1 pag 28 (Vara del Pastor)

10. Que empezó el sellamiento de los vivo en 1929

"Si fuéramos a marcar el tiempo exacto del comienzo de este sellamiento, tendríamos que decir que empezó en algún punto en 1929" SR Vol.1 pag 31 (Esta cita fue dicha antes 1938)

12. Que el mensaje de los 144,000 es el sello (es decir para el grupo que afirma en punto anterior)

13. Que los 144,000 son las 5 vírgenes (Vara del Pastor)

El numero denominacional al presente es alrededor de 300,000; La mitad de este número sería alrededor de 150,000. Si substraemos a esto el material muerto (Los que hacen mal (backsliders) pero que sus nombres permanecen en los libros de la iglesia), el número al que derivamos después de esas deducciones sería alrededor de 144,000. Esto prueba de nuevo que los 144,000 son las 5 vírgenes no fatuas y que las fautas son aquellas que caerán bajo las armas destructoras en mano de los "5 hombres". .SR Vol. 2, pag 181 (Vara del Pastor)

15. Sellamiento de los vivos empezó 1929

"...Ella es la primera creyente activa en morir en el mensaje de sellamiento de los 144,000, desde que empezó hace cerca de 7 años, demostrando así que la inocencia de muerte en aquellos que han aceptado este mensaje es muy pequeño, debido al hecho de que los 144,000 nunca han de morir." "The Symbolic Code No. 18 pag I (December 15 1936) (Vara del Pastor)


Si el sellamiento no estuviera en progreso ahora, entonces el mensaje del sellamiento que hemos estado llevando ahora desde 1929 no seria la Verdad que la proclamación del juicio de los muertos habría sido la Verdad Presente de 1844 a 1929, si los muertos no hubiesen sido juzgados durante ese periodo. Definitivamente, entonces, el mensaje del sellamiento, y el sellamiento mismo van mano a mano como la aguja y la lanzadera viajan juntos hasta que la costura sea completa. Repondedero Libro 2 pg 32 --1944 (Vara del Pastor)

Sellamiento Primario

1. Intervención directa del Espíritu Santo

2. Base de la salvación

3. Pablo aplicó este símbolo a la experiencia de recibir el Espíritu Santo en relación con la conversión y el bautismo (2 Cor. 1:22; Efe. 1: 13; 4:30)

4. Jesús habló de sí mismo diciendo que era sellado por el Padre, refiriéndose sin duda al testimonio aprobatorio del Padre por medio del Espíritu Santo en ocasión de su bautismo

· "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, que el Hijo del Hombre os dará; porque en éste, Dios el Padre ha puesto su sello." Juan 6:27

Sellamiento Secundario o Escatológico

Introducción

· Involucra la obra de purificación y limpieza del santuario celestial por Cristo

· Fase de los Muertos --Verificación

· Antes de 1844

· Después de 1844

· Fase de los vivos - Certificación (Ezequiel el Antitipo)

o "Este sellamiento de los siervos de Dios es el mismo que se le mostró a Ezequiel en visión. Juan también fue un testigo de esta terrible revelación." TM 453

Las Diferencias Entre Pablo y Juan

· Pablo - Primario

Todos los reciben

Garantía de Salvación

Se recibe al momento de aceptar a Jesús

En el tiempo de Pablo ya se había dado

· Juan - Secundario

Solo un grupo lo recibe

Garantía de supervivencia

Se recibe al final de un proceso de verificación

En el tiempo de Juan no se había dado todavía

Sello Escatológico Después de 1844

· "Vi que ella [la Sra. Hastings] estaba sellada, que se levantaría y se pondría en pie sobre la tierra, y estaría con los ciento cuarenta y cuatro mil, Vi que no necesitábamos afligirnos por ella; descansada durante el tiempo de angustia." 2MS 301 (1850).

· "Viven en nuestra tierra quienes han pasado de los noventa años de edad. En su debilidad se ve el resultado natural de la vejez; pero creen en Dios, y Dios los ama. El sello de Dios está sobre ellos, y estarán en el número de quienes ha dicho el Señor: "Bienaventurados... los muertos que mueren en el Señor". 7CBA 993 (1899).

El Sello de los Vivos

· "Sólo puede haber dos clases. Cada grupo está marcado claramente ya sea con el sello del Dios viviente o con la marca de la bestia o de su imagen" .-RH Enero 30, 1900.

· El sello del remanente al final del juicio investigador

· "El sello que se estampará sobre los fieles siervos de Dios es "la pura marca de la verdad", la "señal" de su "aprobación" (3T 267). Este sello da testimonio de la "semejanza a Cristo en carácter". "El sello de Dios, la garantía o señal de su autoridad, se halla en el cuarto mandamiento" (ST 1 -11 1899; CS 698)

Una visión del Hijo del Hombre

Capitulo 1 versos 9 al 20

Vers. 9: Yo Juan, vuestro hermano, y participante en la tribulación y en el reino, y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla que es llamada Patmos, por la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.

Aquí el tema cambia, porque Juan introduce el lugar y las circunstancias en que le fue dada la revelación. Se presenta primero como hermano de la iglesia universal, su compañero en las tribulaciones.
En este pasaje Juan se refiere evidentemente al futuro reino de gloria. Introduce el pensamiento de que la tribulación es parte de la preparación necesaria para entrar en el reino de Dios. Esta idea se recalca en pasajes como éstos: "Es menester que por muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios." (Hechos 14:22.) "Si sufrimos, también reinaremos con él." (2 Timoteo 2:12.) Es verdad que mientras viven aquí en la carne, los creyentes en Cristo tienen acceso al trono de gracia. Es el trono de gracia al cual somos llevados cuando nos convertimos, porque Dios nos ha "trasladado al reino de su amado Hijo." (Colosenses 1:13.) Pero en el segundo advenimiento del Salvador, cuando se inaugure el reino de la gloria, los santos que son ahora miembros del reino de la gracia, al ser redimidos del presente mundo malo, tendrán acceso al trono de su gloria. Entonces habrán terminado las tribulaciones, y los hijos de Dios se regocijarán en la luz de la presencia del Rey de reyes por toda la eternidad.
El lugar donde escribió
Patmos es un islote árido frente a la costa occidental de Asia Menor, entre la isla de Icaria y el promontorio de Mileto, donde en los tiempos de Juan se hallaba situada la iglesia cristiana más cercana. Tiene unos 16 kilómetros de largo y unos 10 de ancho en su lugar de mayor anchura. Se llama actualmente Patmo. La costa es escabrosa y consiste en una sucesión de cabos que forman muchos puertos. El único que se usa actualmente es una honda bahía rodeada por altas montañas de todos lados menos uno, donde está protegida por un promontorio. La aldea relacionada con este puerto se halla situada en una montaña elevada y rocosa que se levanta al borde inmediato del mar. Más o menos a la mitad del camino por la montaña hacia donde está edificada la aldea, se ve una gruta natural en la roca, donde, según la tradición, Juan tuvo su visión y escribió el Apocalipsis. Debido al carácter austero y desolado de esta isla, se la utilizaba durante el Imperio Romano como lugar de destierro. Esto nos explica por qué estuvo Juan desterrado allí. Este destierro del apóstol se produjo bajo el emperador Domiciano hacia el año 94 de nuestra era; de manera que el Apocalipsis fue escrito en 95 o 96.
La causa del destierro
"Por la Palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo." Tal era el grave delito y crimen de Juan. El tirano Domiciano, que llevaba entonces la púrpura imperial de Roma, era más eminente por sus vicios que por su posición civil, y temblaba ante este anciano pero indomable apóstol. No osaba permitir la proclamación del Evangelio en su reino. Desterró a Juan al solitario islote de Patmos, donde se podía decir que estaba tan fuera del mundo como si hubiese muerto. Después de encerrarlo en este lugar árido, y condenarlo a la cruel labor de las minas, el emperador pensó sin duda que había eliminado al predicador de la justicia y que el mundo no oiría más hablar de él.
Probablemente los perseguidores de Juan Bunyan pensaron lo mismo cuando lo encerraron en la cárcel de Bedford. Pero cuando el hombre piensa haber sepultado la verdad en el olvido eterno, el Señor le da una resurrección que decuplica su gloria y su poder. De la sombría y estrecha celda de Bunyan brotó un resplandor de luz espiritual, gracias al "Viaje del Peregrino," que durante casi trescientos años ha fomentado los intereses del Evangelio. Desde la isla árida de Patmos, donde Domiciano pensaba que había apagado para siempre por lo menos una antorcha de la verdad, surgió la más magnífica revelación de todo el canon sagrado, para derramar su divina luz sobre todo el mundo cristiano hasta el fin del tiempo. ¡Cuántos de los que reverenciaron y de los que reverenciarán todavía el nombre del amado discípulo, por sus arrobadas visiones de la gloria celestial, habrán ignorado el nombre del monstruo que lo hizo desterrar! En verdad que se aplican a veces a la vida actual las palabras de la Escritura que afirman que "en memoria eterna será el justo," "mas el nombre de los impíos se pudrirá." (Salmos 112:6; Proverbios 10:7.)
Vers. 10: Yo fui en el Espíritu en el día del Señor*, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta.
Aunque Juan se hallaba desterrado y apartado de todos los que profesaban la misma fe que él, y hasta parecía casi completamente aislado del mundo, no estaba separado de Dios ni de Cristo, ni del Espíritu Santo, ni de los ángeles. Seguía teniendo comunión con su divino Señor. La expresión "en el Espíritu" parece denotar el más sublime estado de elevación espiritual a que pueda ser llevada una persona por el Espíritu de Dios. En esa condición entró Juan en visión.
"En el día del Señor."
¿Qué día es el que se designa así? Esta pregunta ha recibido diferentes contestaciones. Una clase de personas sostiene que la expresión "día del Señor" abarca toda la era evangélica y no se refiere a un día de 24 horas. Otra clase sostiene que el día del Señor es el día del juicio, el venidero "día del Señor" que con tanta frecuencia se menciona en las Escrituras. La tercera opinión es que la expresión se refiere al primer día de la semana. Pero hay todavía otra clase de personas que sostiene que es el séptimo día, día de reposo del Señor.
A la primera de estas opiniones basta contestar que el libro del Apocalipsis fue fechado por Juan en la isla de Patmos, y eso en el día del Señor. El autor, el lugar donde fue escrito y el día en que fue fechado, son todas cosas que tuvieron existencia real; y no simplemente simbólica o mística. Pero si decimos que el día representa la era evangélica, le damos un significado simbólico o místico que no es admisible. ¿Por qué necesitaría Juan explicar que escribía "en el día del Señor" si la expresión significaba la era evangélica? Es bien sabido que el libro del Apocalipsis fue escrito unos sesenta años después de la muerte de Cristo.
La segunda opinión, de que es el día del juicio, no puede ser la correcta. Aun cuando Juan pudo tener una visión acerca del día del juicio, no pudo tenerla en aquel día que es todavía futuro. La palabra griega en, "en," que es exactamente la misma que en castellano, ha sido definida por Thayer así, cuando se refiere al tiempo: "Períodos y porciones de tiempo en los cuales sucede algo, en, durante." Nunca significa "acerca" o "concerniente a." De ahí que quienes relacionan esta expresión con el día del juicio contradicen el lenguaje usado, haciéndole significar "concerniente a" en vez de "en," o le hacen decir a Juan una extraña mentira al afirmar que tuvo una visión en la isla de Patmos, hace más de 1.800 años, en un día del juicio que todavía es futuro.
La tercera opinión, que por "día del Señor" se quiere indicar el primer día de la semana, es la más general. Pero faltan las pruebas de su corrección. El texto mismo no define el término "día del Señor," y por lo tanto si quiere decir primer día de la semana, debemos buscar en otra parte de la Biblia la prueba de que ese día de la semana solía llamarse así. Los únicos otros autores inspirados que hablan del primer día de la semana, son Mateo, Marcos, Lucas y Pablo; y ellos lo designan simplemente como "primer día de la semana." Nunca hablan de él en forma que lo distinga como superior a cualquiera de los otros seis días hábiles. Ello es tanto más notable, desde el punto de vista popular por cuanto los tres hablan de él en el tiempo mismo en que se dice que por la resurrección de Cristo el primer día de la semana llegó a ser el día del Señor, y dos de ellos lo mencionan treinta años después de aquel acontecimiento.
Se dice que "el día del Señor" era la expresión común para designar el primer día de la semana; pero preguntamos: ¿Dónde está la prueba de ello? Nadie la puede encontrar. En verdad, tenemos pruebas de lo contrario. Si ésta hubiese sido la manera universal de designar el primer día de la semana cuando se escribió el Apocalipsis, el mismo autor no habría dejado de llamarlo así en todos sus escritos subsiguientes. Pero Juan escribió su Evangelio después de escribir el Apocalipsis, y sin embargo en él no llamó al primer día de la semana "día del Señor," sino simplemente "primer día de la semana." El lector que desee pruebas de que el Evangelio de Juan se escribió después del Apocalipsis las encontrará en las obras de los escritores que son autoridades en esta cuestión.
El aserto que se hace en favor del primer día queda aun más categóricamente refutado por el hecho de que ni el Padre ni el Hijo reclamaron jamás el primer día como suyo en un sentido superior al que consideran suyo cualquiera de los otros días de trabajo. Ni uno ni otro lo bendijo jamás, ni lo llamó santo. Si se lo hubiese de llamar día del Señor porque Cristo resucitó en él, no cabe duda de que la inspiración nos informaría al respecto. Si en ausencia de toda instrucción relativa a la resurrección llamamos día del Señor al día en el cual ella se produjo, ¿por qué no daríamos el mismo nombre a los días en que se produjeron la crucifixión y la ascensión, que resultan para el plan de la salvación sucesos tan esenciales como la resurrección?
En vista de que quedan refutadas las tres opiniones ya examinadas, la cuarta, a saber, de que el día del Señor designa el sábado, requiere nuestra atención. En favor de esta opinión se pueden aducir las pruebas más claras. Cuando en él principio Dios dio al hombre seis días de la semana para trabajar, se reservó expresamente el séptimo día, puso su bendición sobre él, y lo reclamó para sí como su día santo. (Génesis 2:1-3.) Moisés dijo a Israel en el desierto de Sin, el sexto día de la semana: "Mañana es el santo sábado, el reposo de Jehová." (Exodo 16:23.)
Llegamos al Sinaí, donde el gran Legislador proclamó sus preceptos morales en pavorosa y sublime escena; y en ese supremo código pide para sí su día santificado: "El séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: . . . porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto Jehová bendijo el día del reposo y lo santificó." Mediante el profeta Isaías, ochocientos años más tarde, Dios habló como sigue: "Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo,. . . entonces te deleitarás en Jehová." (Isaías 58:13, 14.)
Llegamos a los tiempos del Nuevo Testamento, y el que es Uno con el Padre declara expresamente: "Así que el Hijo del hombre es Señor aun del sábado." (Marcos 2:28.) ¿Puede alguno negar que ese día era del Señor, el día del cual se declaró enfáticamente ser el Señor? Así vemos que, trátese del Padre o del Hijo cuando se menciona el título de Señor, ningún otro día puede ser llamado día del Señor sino el sábado del gran Creador.
En la era cristiana hay un día que se distingue sobre los demás días de la semana como "día del Señor." ¡Cuán completamente refuta este gran hecho el aserto que han hecho algunos de que no hay día de reposo en la era evangélica, sino que todos los días son iguales! Al llamarlo día del Señor, el apóstol nos ha dado, hacia fines del primer siglo, la sanción apostólica para observar el único día que puede llamarse día del Señor, a saber el séptimo de la semana.
Cuando Cristo estaba en la tierra, indicó claramente cuál era su día diciendo: "Porque Señor es del sábado el Hijo del hombre." (Mateo 12:8.) Si hubiese dicho: "El Hijo del hombre es Señor del primer día de la semana," ¿no se presentaría ahora esto como una prueba concluyente de que el domingo es el día del Señor? Por cierto que sí, y con buenos motivos. Por lo tanto, debiera reconocerse al mismo argumento como válido en favor del séptimo día, en referencia con el cual fue pronunciada aquella declaración.
Vers. 11-18: Que decía: Yo soy el Alpha y Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia; a Efeso, y a Smirna, y a Pérgamo, y a Tiatira, y a Sardis, y a Filadelfia, y a Laodicea. Y me volví a ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro; y en medio de los siete candeleros, uno semejante al Hijo del hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por los pechos con una cinta de oro. Y su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, como la nieve; y sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al latón fino, ardientes como en un horno; y su voz como ruido de muchas aguas. Y tenía en su diestra siete estrellas: y de su boca salía una espada aguda de dos filos. Y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. Y cuando yo le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mi, diciéndome: No temas: yo soy el primero y el último; y el que vivo, y he sido muerto; y he aquí que vivo por siglos de siglos, Amén. Y tengo las llaves del infierno y de la muerte.
La expresión "me volví a ver la voz," se refiere a la persona de quien provenía la voz.

Siete candeleros de oro
Estos no pueden ser el antitipo del candelabro de oro que había en el antiguo servicio típico del templo, porque allí había un solo candelabro de siete ramas. Siempre se habla de él en número singular. Pero aquí tenemos siete candeleros, que son más bien "soportes de lámpara," o bases sobre las cuales se colocan las lámparas para que iluminen un aposento. No se asemejan en nada al candelabro del antiguo tabernáculo. Por el contrario, estas bases de lámpara se hallan tan alejadas una de otra que se ve al Hijo del hombre andando entre ellas.
El Hijo del hombre
La figura central, la que atrae toda la atención en la escena que se abre ante la visión de Juan, es la majestuosa persona del Hijo del hombre, Jesucristo. La descripción que aquí se da de él, con su vestidura suelta, su cabellera blanca, no por la edad, sino por el resplandor de la gloria celestial, sus ojos de fuego, sus pies que resplandecían como bronce fundido, y su voz como ruido de muchas aguas, no puede ser superada en su carácter grandioso y sublime. Vencido por la presencia de este Ser augusto, y tal vez por el agudo sentido de la indignidad humana, Juan cayó a sus pies como muerto, pero una mano consoladora se puso sobre él, y una voz alentadora le dijo que no temiera. Es igualmente privilegio de los cristianos de hoy sentir que se posa sobre ellos la misma mano para fortalecerlos en las horas de prueba y aflicción, y oír la misma voz que les dice: "No temas."
Pero la seguridad más alentadora que infunden todas estas palabras de consuelo proviene de la declaración que hace este Ser exaltado, de que vive para siempre y es árbitro de la muerte y el sepulcro. Dice: "Tengo las llaves del infierno [hades, el sepulcro] y de la muerte." La muerte es un tirano vencido. Puede recoger en la tumba a los seres preciosos de la tierra, y regocijarse un momento por su triunfo aparente. Pero está realizando una tarea infructuosa, porque le ha sido arrebatada la llave de su sombría cárcel, y está ahora en las manos de otro más poderoso que él. El está obligado a depositar sus trofeos en una región sobre la cual otro tiene control absoluto; y este otro es el Amigo inmutable y el Redentor que se ha comprometido a salvar a su pueblo. Por lo tanto, no os entristezcáis por los justos muertos; están en una segura custodia. Un enemigo los lleva por un tiempo, pero un amigo tiene la llave del lugar donde están provisoriamente encarcelados.
Vers. 19: Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de éstas.

En este versículo se le da a Juan una orden muy definida de escribir toda la revelación, pues iba a referirse mayormente a cosas entonces futuras. En algunos pocos casos, se iba a aludir a acontecimientos entonces pasados o que estaban acaeciendo; pero estas alusiones tenían sencillamente el propósito de introducir cosas que se iban a cumplir más tarde, a fin de que no faltase ningún eslabón de la cadena.

Vers. 20: El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y los siete candeleros de oro. Las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias; y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.

Representar al Hijo del hombre como teniendo en la mano tan sólo a los ministros de las siete iglesias literales de Asia Menor, y andando solamente en medio de aquellas siete iglesias, sería reducir a una comparativa insignificancia las representaciones y declaraciones sublimes de este capítulo y los siguientes. El cuidado providencial y la presencia del Señor no se limitan a un número especificado de iglesias, sino que son para todo su pueblo; no sólo de los días de Juan, sino de todos los tiempos. "He aquí, yo estoy con vosotros todos los días–dijo a sus discípulos,–hasta el fin del mundo." (Véanse las observaciones sobre el vers. 4.)
Versión U. Smith

Salutaciones a las siete iglesias

Capítulo 1 versos 4 al 8


Vers. 4-6: Juan a las siete iglesias que están en Asia: Gracia sea con vosotros, y paz del que es y que era y que ha de venir, y de los siete Espíritus que están delante de su trono; y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre, y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios y su Padre; a él sea gloria e imperio para siempre jamás. Amén.

Las iglesias del Asia

Había más de siete iglesias en Asia, aun en aquella fracción occidental del Asia que se conocía como Asia Menor. Y si consideramos un territorio menor todavía, a saber, aquella pequeña parte del Asia Menor donde se hallaban las siete iglesias que se mencionan luego, encontramos que en su mismo medio había otras iglesias importantes. Colosas, a cuyos cristianos Pablo dirigió su epístola a los Colosenses, se hallaba a corta distancia de Laodicea. Patmos, donde Juan tuvo su visión, se hallaba más cerca de Mileto que de cualquiera de las siete iglesias nombradas. Además, era Mileto un centro importante del cristianismo, a juzgar por el hecho de que al hacer etapa allí, Pablo mandó llamar a los ancianos de la iglesia de Efeso para que le viesen en ese lugar. (Hechos 20:17-38.) Allí dejó en buenas manos cristianas a su discípulo Trófimo que estaba enfermo. (2 Timoteo 4:20.) Troas, donde Pablo pasó cierto tiempo con los discípulos, y desde donde, después del sábado, inició su viaje, no quedaba lejos de Pérgamo, ciudad nombrada entre las siete iglesias.
Resulta, pues, interesante determinar por qué siete de las iglesias de Asia Menor fueron elegidas como aquellas a las cuales debía dedicarse el Apocalipsis. ¿Es, acaso, el saludo que en Apocalipsis 1 se dirige a las siete iglesias solamente para las iglesias literales nombradas? ¿Y sucede lo mismo con las amonestaciones que se les dirigen en Apocalipsis 2 y 3 ? ¿Se describen únicamente condiciones que existían allí o las que se les iban a presentar más tarde? No podemos llegar a esta conclusión por buenas y sólidas razones:
Todo el libro del Apocalipsis se dedica a las siete iglesias. (Véase Apocalipsis 1:3, 11, 19; 22:18, 19.) El libro no se les aplicaba mas a sus miembros que a cualesquiera otros cristianos de Asia Menor, como por ejemplo los que moraban en el Ponto, en Galacia, Capadocia y Bitinia, a quienes se dirigió Pedro en su epístola (1 Pedro 1:1); o a los cristianos de Colosas, Troas y Mileto, situados en el mismo medio de las iglesias nombradas.
Sólo una pequeña parte del libro podía referirse individualmente a las siete iglesias, o a cualesquiera de los cristianos del tiempo de Juan, porque los más de los sucesos que presenta estaban tan lejos en lo futuro que no se iban a producir durante la vida de la generación que vivía entonces, ni aun en el tiempo durante el cual iban a subsistir esas iglesias. Por consiguiente, aquellas iglesias específicas no tenían cosa alguna que ver con dichos sucesos.
Las siete estrellas que el Hijo del hombre tenía en su diestra son, como se declara, los ángeles de las siete iglesias. (Vers. 20.) Todos convendrán sin duda en que los ángeles de las iglesias son los ministros de ellas. El hecho de que estén en la diestra del Hijo del hombre señala el poder sostenedor, la dirección y la protección que les concedía. Pero había solamente siete de ellos en su diestra. ¿Son solamente siete los que son así cuidados por el gran Maestro de las asambleas ? ¿ No pueden todos los verdaderos ministros de toda época evangélica obtener de esta representación el consuelo de saber que son sostenidos y guiados por la diestra de la gran Cabeza de la iglesia? Tal parecería ser la única conclusión lógica que se pueda alcanzar. Además, Juan, penetrando con la mirada en la era cristiana, vio al Hijo del hombre en medio de sólo siete candeleros, que representaban siete iglesias. La posición del Hijo del hombre entre ellos debe simbolizar su presencia con sus hijos, el cuidado vigilante que ejerce sobre ellos, y su escrutinio de todas sus obras. Pero, ¿conoce así solamente a siete iglesias individuales? ¿No podemos concluir más bien que esta escena representa su actitud con referencia a todas sus iglesias a través de la era evangélica? Entonces ¿por qué se mencionan solamente siete? El número siete se usa en la Biblia para denotar la plenitud y la perfección. Por lo tanto, los siete candeleros representan la iglesia evangélica a través de siete períodos, y las siete iglesias pueden recibir la misma aplicación.
¿Por qué fueron elegidas, entonces, las siete iglesias que se mencionan en particular? Indudablemente por el hecho de que en sus nombres, de acuerdo con las definiciones que les correspondían, se presentaban las características religiosas de aquellos períodos de la era evangélica que ellas habían de representar respectivamente.
Por lo tanto, se comprende fácilmente que "las siete iglesias" no representan simplemente las siete iglesias literales del Asia que llevaban los nombres mencionados, sino siete períodos de la iglesia cristiana, desde los días de los apóstoles hasta el fin del tiempo de gracia. (Véanse los comentarios sobre Apocalipsis 2:1.)
La fuente de la bendición

"Del que es y que era y que ha de venir," o ha de ser, es una expresión que en este caso se refiere a Dios el Padre, puesto que el Espíritu Santo y Cristo son mencionados por separado en el contexto inmediato.

Los siete Espíritus

Esta expresión no se refiere probablemente a los ángeles, sino al Espíritu de Dios. Es una de las fuentes de gracia y paz para la iglesia. Acerca del tema interesante de los siete Espíritus, Thompson observa: "Esto es, del Espíritu Santo, denominado 'los siete Espíritus,' porque siete es un número sagrado y perfecto; pues esta denominación no se le da . . . para denotar pluralidad interior, sino la plenitud y perfección de sus dones y operaciones."2 Alberto Barnes dice: "El número siete puede haberse dado, por lo tanto, al Espíritu Santo con referencia a la diversidad o la plenitud de sus operaciones en las almas humanas, y a su múltiple intervención en los asuntos del mundo, según se desarrolla ulteriormente en este libro."

Su trono

Esto se refiere al trono de Dios el Padre, porque Cristo todavía no ha ascendido a su propio trono. Los siete Espíritus que están delante del trono indican tal vez "el hecho de que el Espíritu Divino estaba, por así decirlo, preparado para ser enviado, según una representación común en las Escrituras, a cumplir propósitos importantes en los asuntos humanos."

"Y de Jesucristo."

Se mencionan aquí algunas de las principales características de Cristo. El es "el Testigo fiel." Cualquier cosa atestiguada por él es verdad. Cualquier cosa que prometa, la cumplirá con certidumbre.

"El primogénito de los muertos"

Es una expresión paralela a otras que se encuentran en 1 Corintios 15:20, 23; Hebreos 1:6; Romanos 8:29; y Colosenses 1:15, 18, y se aplican a Cristo; como "primicias de. los que durmieron," "Primogénito en la tierra," "el primogénito entre muchos hermanos," "el primogénito de toda criatura," "el primogénito de los muertos." Pero estas expresiones no denotan que fue el primero en ser resucitado de los muertos en lo que se refiere al tiempo; porque otros fueron resucitados antes que él. Además, esto es un punto sin importancia. Cristo es la figura principal y central de todos los que salieron de la tumba, porque si hubo quienes resucitaron antes de su tiempo fue por virtud de la venida de Cristo, su obra y su resurrección. En el propósito de Dios, fue el primero en cuanto al tiempo como en cuanto a la importancia, porque si bien algunos fueron libertados del poder de la muerte antes que él, ello no sucedió sino después que el designio de que Cristo triunfase sobre el sepulcro se hubo formado en la mente de Dios, que "llama las cosas que no son, como las que son" (Romanos 4:17), y fueron libertados en virtud de aquel gran propósito que había de realizarse a su debido tiempo.
Cristo es "el Príncipe de los reyes de la tierra." En cierto sentido lo es ya ahora. Pablo nos informa, en Efesios 1:20, 21, de que se ha sentado a la diestra de Dios "en los cielos, sobre todo principado, y potestad, y potencia, y señorío, y todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, mas aun en el venidero." Los nombres más honrados en este mundo son los de los príncipes, reyes, emperadores y potentados. Pero Cristo ha sido situado muy por encima de ellos. Está sentado con su Padre en el trono del dominio universal, y está a igual altura que él en el control de los asuntos de todas las naciones de la tierra. (Apocalipsis 3:21
En un sentido más particular, Cristo ha de ser príncipe de los reyes de la tierra cuando ascienda a su propio trono, y los reinos de este mundo pasen a ser "los reinos de nuestro Señor y su Cristo," cuando sean entregados en sus manos por el Padre, y salga llevando en su vestidura el título de "Rey de reyes y Señor de señores," para despedazar las naciones como se rompe un vaso de alfarero. (Apocalipsis 19:16; 2:27; Salmo 2:8, 9.)
Se habla, además, de Cristo como de aquel que "nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre." Tal vez creemos que hemos recibido mucho amor de nuestros amigos y parientes terrenales: nuestros padres, hermanos, hermanas, o amigos íntimos, pero vemos que ningún amor merece este nombre cuando se compara con el amor de Cristo hacia nosotros. La frase siguiente intensifica el significado de las palabras anteriores: "Y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre." ¡Cuánto amor nos tuvo! Dice el apóstol: "Nadie tiene mayor amor que éste, que ponga alguno su vida por sus amigos." (Juan 15:13.) Pero Cristo encareció su amor al morir por nosotros "mientras éramos aun pecadores." Y hay algo más todavía: "Nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios y su Padre." A los que éramos atacados por la lepra del pecado, nos ha limpiado; a los que éramos sus enemigos nos ha hecho no sólo amigos, sino que nos ha elevado a puestos de honor y dignidad. ¡Qué amor incomparable! ¡Qué provisión sin par ha hecho Dios para que pudiésemos ser purificados del pecado! Consideremos por un momento el servicio del santuario y su hermoso significado. Cuando un pecador confiesa sus pecados y recibe el perdón, los traspasa a Cristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. En los libros del cielo donde estaban registrados, los cubre la sangre de Cristo, y si el que se ha convertido a Dios se mantiene fiel a su profesión de fe, estos pecados no serán nunca revelados, sino que quedarán destruidos por el fuego que purificará la tierra cuando sean consumidos el pecado y los pecadores. Dice el profeta Isaías: "Echaste tras tus espaldas todos mis pecados." (Isaías 38:17.) Entonces se aplicará la declaración que hizo el Señor por Jeremías: "No me acordaré más de su pecado." (Jeremías 31:34.)
No es extraño que el amante y amado discípulo Juan atribuyó a este Ser que tanto había hecho por nosotros, la gloria y el dominio para siempre jamás.


Vers. 7: He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él. Así sea. Amén.

Aquí Juan nos transporta hacia adelante, al segundo advenimiento de Cristo en gloria, acontecimiento culminante de su intervención en favor de este mundo caído. Vino una vez revestido de debilidad, ahora vuelve con poder; antes vino con humildad, ahora en gloria. Viene con las nubes, así como ascendió. (Hechos 1:9, 11.)

Su venida es visible "Todo ojo le verá."


Además de "todo ojo," como se ha mencionado, hay una alusión especial a los que desempeñaron un papel en la tragedia de su muerte; y ella indica que lo verán volver a la tierra en triunfo y gloria. Pero, ¿cómo es esto? Si no viven ahora, ¿cómo podrán contemplarle cuando venga? Habrá una resurrección de los muertos. Esta es la única manera por la cual pueden volver a la vida los que una vez bajaron a la tumba. Pero ¿cómo es que estos impíos resucitan en ese momento, ya que la resurrección general de los impíos no se produce hasta mil años después del segundo advenimiento? (Apocalipsis 20:1-6.)
Acerca de esto Daniel dice: "Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente hasta entonces: mas en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallaren escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua." (Daniel 12:1, 2.)
Lo que se presenta aquí es una resurrección parcial, una resurrección de cierto grupo de justos y de impíos. Se produce antes de la resurrección general de cualquier grupo. Se despenarán entonces muchos de los que duermen, pero no todos; es decir, algunos de los justos para la vida eterna, y algunos de los impíos para vergüenza y oprobio eterno. Esta resurrección se produce en relación con el gran tiempo de angustia sin precedente que habrá antes de la venida del Señor. ¿No pueden los "que le traspasaron" estar entre los que resuciten para vergüenza y oprobio eterno? ¿Qué podría ser más apropiado que ver a los que tomaron parte en la mayor humillación del Señor, y otros que acaudillaron en forma especial la rebelión contra él, resucitar para contemplar su pavorosa majestad cuando vuelva triunfante con llama de fuego para dar la retribución a aquellos que no conocen a Dios ni obedecen a su Evangelio?
La respuesta de la iglesia es: "Así sea. Amén." Aunque esta venida de Cristo es para los impíos una escena de terror y destrucción, es para los justos una escena de gozo y triunfo. Esta venida, que es como llama de fuego, para ejecutar justicia sobre los impíos, traerá su recompensa a todos aquellos que creen. (2 Tesalonicenses 1:6-10.) Todo aquel que ame a Cristo saludará toda declaración e indicio de su regreso como nueva de gran gozo.
Vers. 8: Yo soy el Alpha y la Omega, principio y fin, dice el Señor, que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.

Aquí habla otra persona que no es Juan. Al declarar quién es, usa dos de las mismas caracterizaciones, "Alpha y Omega, principio y fin," que se hallan en Apocalipsis 22:13, donde, de acuerdo con los vers. 12 y 16 de aquel capítulo, es claramente Cristo el que habla. Concluimos, pues, que Cristo es el que habla en el vers. 8.
Versión U. Smith

Contexto bíblico - daniel elevado y librado

1. Daniel fue elevado al puesto más alto en el reino. v. 1-2. En esta manera él es un tipo de Cristo. Fil. 2:9.
2. Por qué Daniel fue elevado. v. 3; Fil. 2:8; Luc. 18:14.
3. Daniel era sin falta. v. 4. Jesús es sin pecado. Heb. 7:26.
4. Obediencia a su Dios fue la razón por sus pruebas. v. 5; Juan 5:30; Luc. 22:42; II Tim. 3:12.
5. La oposición a Daniel vino de los que eran celosos de él. v. 6-7; Mar. 12:37-38.
6. Una ley especial fue requerida para sentenciar a Daniel. v. 8-9; Juan 19:6-7.
7. Daniel continuó haciendo la voluntad de Dios aunque sabiá el castigo. v. 10; Fil. 2:8.
8. Daniel fue arrestado mientras oraba. v. 11. También Jesús. Mat. 26:47-50.
9. Los enemigos de Daniel llevaron los cargos. v. 12-13; Mat. 27:12.
10. El rey trató en vano a librar a Daniel del castigo. v. 14; Mat. 27:15-24.
11. Los enemigos de Daniel demandaron que cumpliera el castigo. v. 15; Juan 19:15.
12. El rey dio la sentencia, pero de mala gana. v. 16; Juan 19:16.
13. Daniel fue puesto en un foso sellado. v. 17. Jesús fue puesto en una tumba sellada. Mat. 27:66.
14. El rey pasó una noche sin dormir. v. 18; Mat. 26:19.
15. Daniel pasó una noche en el foso de los leones. v. 19. Jesús pasó 3 noches en la tumba. Mat. 12:40.
16. El Dios de Daniel fue capaz de librarlo de los leones. v. 19-21. Jesús fue librado del sepulcro. Hech. 2:24.
17. Daniel fue protegido por el ángel de Dios. v. 22; Mat. 28:2-6.
18. La fe de Daniel fue vindicada. v. 23; Heb. 11:33.
19. El juicio de los acusadores de Daniel. v. 24; Mat. 27:25.
20. El decreto del rey fue diseñado para promover la gloria de Dios. v. 25-27. La muerte y resurrección de Jesús trae gloria a Dios y salvación a un mundo perdido. I Cor. 15:1-3; Mar. 16:15-16.
21. Daniel continuó prosperando. v. 28. Jesús continuó prosperando a pesar de todos sus enemigos. Hech. 5:7; Col. 1:18.

Contexto bíblico - la caída de babilonia

1. Un banquete real hecho para alabar a los dioses de Babilonia. v. 1-4. El banquete del evangelio es mayor. Luc. 14:16-17; Apoc. 19:9.
2. Belsasar no solamente se descuidó en no alabar al único Dios verdadero, él insultó al Dios de Israel. v. 2; I Tim. 1:20; Sant. 2:7.
3. La mano de juicio de Dios apareció. v. 5; Éx. 8:19; I Sam. 5:11; I Ped. 5:6.
4. Sólo el pensamiento de la presencia de Dios trae terror a sus enemigos. v. 6; Eze. 38:20; Hech. 24:25; Apoc. 6:15-17.
5. Los sabios del rey no tenían sabiduría divina. v. 7-9; I Cor. 1:21.
6. La reina madre recordó a Daniel de experiencias previas. v 10-12. Dios siempre tiene su hombre. Jue. 2:18; Hech. 13:20-23.
7. ¿Por qué esperó el rey Belsasar hasta que el juicio de Dios se lanzara sobre él para llamar al profeta de Dios? v. 13-16. Note-- 2 veces él dice "Yo he oído de ti". No es suficiente "oír", tenemos que atender. Rom. 10:16; Heb. 4:1-2.
8. El hombre de Dios no trabajó por recompensa. v. 17; I Cor. 9:16.
9. Daniel recuerda al rey del Altísimo Dios y lo que él había hecho por su abuelo, Nabucodonosor. v. 18-19; Dan. 4:17.
10. También le recordó del hecho de que Dios puede y sí tumba a los hombres grandes al polvo. v. 21; Isa. 40:15-17.
11. Los pecados del rey eran sin excusa. v. 22; Rom. 1:17-20.
12. Él era culpable de orgullo, blasfemia y descuido. v. 23; Prov. 16:18.
13. El decreto divino ya estaba puesto--"Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto". v. 27; Apoc. 20:15.
14. Daniel fue dado el puesto de tercer señor en el reino. v. 29.
15. La caída de Babilonia fue de repente y de acuerdo con la profecía. v. 30-31; Isa. 13:17-19.

Contexto biblico - el segundo sueño del rey

1. El testimonio del rey a todo el mundo. v. 1-3. Escrito después de su experiencia e incluido por Daniel en este libro. Prov. 6:17.
2. El sueño del rey perturbó su descanso. v. 4-5. Uno de las muchas maneras que Dios usa para hablar a la gente. Heb. 1:1; Mat. 2:12.
3. El rey necesitaba alguien para interpretarlo. v. 6; Gen. 40:8.
4. Los caminos de Dios no son entendidos por el hombre natural. v. 7; I Cor. 2:13-14.
5. Daniel se presentó para interpretar el sueño del rey. v. 8.
6. El sueño dado en detalles. v. 10-18.
LA INTERPRETACIÓN
1. El árbol grande representa un rey universal. v. 22. Jesús es el árbol de vida. Apoc. 22:2.
2. Las ramas representan el imperio del rey. v. 20. Jesús tendrá un reino universal. Isa. 2:2-4; 9:7; Dan. 2:44; Apoc. 11:15.
3. Las hojas representan la gente. v. 21; Isa. 64:6; Eze. 47:12.
4. El fruto representa la riqueza de la nación. v. 21; Jer. 17:7-8.
5. El rey sería humillado. v. 23. Le costó 7 años para aprender su lección.
6. Nuestro Dios es el gobernador del universo. v. 25. Algunos de nuestros gobernadores hoy en día necesitan aprender esta lección. Sal. 2:1-4.
7. Daniel advirtió al rey que necesitaba arrepentirse, pero fue en vano. v. 29; Eze. 3:19.
8. El rey se olvidó de la advertencia de Daniel. v. 29; Eze. 3:19.
9. El rey orgulloso se alabó a sí mismo. v. 30; Luc. 12:16-19.
10. Su problema vino de repente. v. 31; Dan. 5:30.
11. De ser rey llegó a ser casi un animal. v. 32-33; Luc. 15:14-16.
12. Dios extendió misericordia al rey cuando él estaba listo para dar la gloria a Dios. v. 34-36, Sal. 148:7-13
Algún día, todo la gente en el mundo adorará a Dios, pero primeramente hay que tener un tiempo de prueba de 7 años. Mateo 24:21; Apoc. 5:13.

La derrota se torna en VICTORIA

Ustedes no están solos en su búsqueda por comprender mejor la Biblia. De hecho, ustedes estarán interezados en saber qué hombres de estado, así como filósofos, han comenzado este mismo estudio. A través de los siglos el libro de Daniel ha intrigado a educadores, dirigentes religiosos y científicos sociales, y hoy en día multitudes lo estudian. Cristobal Colón, el descubridor de América, fue un estudiante ardiente de las profecías y en particular del libro de Daniel. Isaac Newton, el famoso matemático estudió detalladamente las profecías de Daniel. Ana Bradstred, la primera poetisa americana, estudió las profecías de Daniel. Timoteo Dwight, el primer presidente de la Universidad de Yale, fue un ardiente estudiante de las profecías y estudió las profecías de Daniel. Si, las profecías han intrigado a hombres y mujeres a través del tiempo, y aún los intriga hoy en día.

¿Donde comenzaremos?

¿Cuántos de ustedes alguna vez han leído un libro comenzando por el último capítulo? ¡Yo sé que algunos lo han hecho! En cierta ocasión, un hombre dijo, “Antes de leer un libro, primero leo el último capítulo. De esta manera al leer el último capítulo me doy cuenta si deseo leer el resto del libro o no. Si la conclusión no me intereza, yo sé que los sucesos que llevaron a tal conclusión tampoco me interezan, y por lo tanto no lo leeré”. Esta noche, al comenzar nuestro estudio del libro de Daniel ustedes pensarán que vamos a comenzar con el capítulo 1. Pero vamos a comenzar con el último capítulo, el capítulo 12. A menos que ustedes comprendan la conclusión del libro de Daniel será imposible que comprendan los sucesos que llevaron a tal conclusión. Así que tomen su Biblia y busquemos el capítulo 12 de Daniel.

El libro de Daniel fue escrito para el fin.-

Probablemente haya alguien que se esté preguntando dónde es´ta el libro de Daniel. Como antes les dije, si esta es la primera vez que usted está estudiando la Biblia o si usted la ha estudiado por muchos años, cualquiera que sea su caso, a todos les damos una cordial bienvenida a nuestra clase. El libro de Daniel se encuentra justamente antes del libro de Oseas y después del libro de Ezequiel. Esta noche estamos comenzando nuestra clase con el último capítulo, porque a menos que usted comprenda el tema del último capítulo será imposible que comprenda el tema de Daniel. ¿Cuál es el tema básico del libro de Daniel? ¿Por qué fue escrito el libro de Daniel? ¿Por qué dedicar tiempo esta noche al estudio de un libro antiguo? ¿Para qué dedicar tiempo al estudio de un libro que fue escrito hace 2.500 años? La mayoría de las personas quieren algo que esté al día, algo que se aplique a sus vidas hoy. ¿Por qué estudiar un libro que fue escrito alrededor del año 600 a.C.? Bueno, vayamos al libro de Daniel, al capítulo 12 y al versículo 4:

“Tu empero Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin: pasarán muchos, y se multiplicará la ciencia”.

Yo voy a leer cuatro pasajes del capítulo doce, y quiero ver si ustedes comienzan a darse cuenta de cuáles son las palabras claves en estos pasajes. Aquí dice,

“Tu empero Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin”.

Ahora veamos Daniel capítulo 12, versículo 6:

“Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿cuándo será el fin de estas maravillas?”

Y Daniel 12, versículo 8:

“Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas?”
¿Notan ustedes la similitud en los textos leídos? Ahora veamos Daniel 12:9:

“Y dijo: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin”.

Las palabras están selladas ¿hasta que tiempo? El tiempo del fin. De manera que el último verso del último capítulo del libro de Daniel nos provee con la grandiosa y gloriosa conclusión de Daniel. Estamos comenzando con el final porque a menos que comprendamos el final no comprenderemos su comienzo. Daniel 12:13 dice:

“Y tu irás al fin, y reposarás, y te levantarás a recibir tu heredad al fin de los días”.

Después de leer estos cinco pasajes del capítulo 12 de Daniel, ¿qué similitud hallan ustedes entre ellos? ¿Todos tratan de qué? Del fin. ¿Entonces, a qué conclusión ustedes llegan al estudiar las profecías de Daniel? Ellas han sido escritas específica y directamente para el tiempo del fin.
¿Notaron ustedes en Daniel 12:4 lo que el ángel le dijo a Daniel? El ángel le dijo:

“Tu empero Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin: pasarán muchos, y se multiplicará la ciencia”.

El ángel le dijo a Daniel: “Sella el libro y ciérralo”. El libro de Daniel está sellado. El libro de Daniel está cerrado hasta el tiempo del fin. Esto significa que en el tiempo del fin las profecías del libro de Daniel que tendrían una aplicación marcada y un significado específico serían entonces reveladas o abiertas.
Así que entonces, ¿por qué nosotros estudiamos hoy un libro que fue escrito 600 años antes de Cristo? Es porque este libro, de entre todos los libros de la Biblia, tiene una aplicación especial. Tiene un significado peculiar para nuestro tiempo. Este libro se escribió para este tiempo de la historia del mundo conocido como “El Fin”. Hombres y mujeres de todas partes reconocen que este mundo está al borde de una tremenda crisis. Las ciudades de América están llenas de crimen y violencia. Alrededor del globo las naciones están envueltas en disturbios políticos. Las naciones africanas están llenas de conflictos. El Medio Oriente es un punto caliente, hirviendo, casi listo para explotar. Terremotos, desastres naturales, hambres, y una hueste de otros problemas que nos plagan.
Si, verdaderamente, éste es el tiempo de la historia del mundo conocido en la Biblia como el tiempo del fin. De manera que esta noche, el libro de Daniel tiene un significado especial para nosotros. Tiene una aplicación especial para nosotros los que estamos viviendo en el tiempo del fin. Si, ahora como nunca es necesario entender este libro de la Biblia. El libro de Daniel en el Antiguo Testamento, y el libro de Apocalipsis en el Nuevo Testamento, son los dos libros que tienen que ser entendidos por los que vivimos en los últimos días de la historia del mundo.

Historias y Profecías.-

El libro bíblico de Daniel puede dividirse en dos partes. En la primera parte encontramos las historias de Daniel. En la segunda parte las profecías de Daniel. Las profecías nos dicen cuándo; las historias nos dicen cómo. Las profecías nos dicen cuando el fin vendrá - no precisamente el día ni la hora - pero nos sirven de postes guía. Supongamos que yo voy conduciendo de aquí a Nueva York. Como parte del camino paso por Hartford, y allí veo que dice: “110 Km para Nueva York”. Entonces sigo un poco más adelante y paso por Meriden y allí dice: “90 Km para Nueva York”. Y sigo adelante y llego a New Haven, y allí dice ahora, “70 Km para Nueva York”. Entonces sigo más hacia el sur y paso por Bridgeport y allí dice, “40 Km para Nueva York”. Cada uno de esos letreros me dejarían saber que yo me estoy acercando. Las profecías de Daniel son así. Las profecías de daniel son como postes guías que nos anuncian el cercano fin. Ellas no nos dicen el día o la hora, pero nos indican la proximidad del fin.
Ahora, las historias tienen un propósito diferente. Las historias no nos dicen cuan cercano está el fin, sino cómo prepararnos para el fin cuando éste venga. ¿Cuál es el significado, por ejemplo, de Daniel en el foso de los leones? Será esta nada más que una historia bonita para contársela a nuestros niños y decirles, “Oh, eso fue maravilloso, Daniel fue librado del foso de los leones”. ¿Por que no? ¿No es esa una historia maravillosa? No, la historia de Daniel en el foso de los leones nos dice algo del tiempo del fin. Es una historia que se aplica al tiempo del fin. Cada historia que encontramos en el libro de Daniel es para ayudarnos - a usted y a mi - a que nos preparemos para el tiempo del fin.
Esta noche voy a invitarles a que regresemos del último capítulo, el cual nos habla del por qué fue escrito el libro de Daniel, al primer capítulo. Vamos a estudiar el libro de Daniel capítulo por capítulo. Y cada clase será más y más emocionante.
Un breve fondo acerca de las Profecías de Daniel.-

Un breve fondo sobre las profecías de Daniel nos va a ser de gran ayuda. El libro de daniel lo escribió Daniel, como es sabido. La mayor parte fue escrita cuando estaba cautivo por los babilónios, y más tarde, por los medos y persas. El capítulo 1 de Daniel introduce el fondo histórico y geográfico de todo el libro. Comencemos con el primer versículo. Esta es una clase bíblica, de manera que estudiaremos el capítulo, versículo por versículo:

“En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de babilonia a Jerusalén y la cercó”.

El tema del libro de Daniel se establece en este versículo primero. Aquí hay una batalla entre Jerusalén y su rey y Babilonia y su rey. Justamente en el capítulo uno de Daniel se introduce un conflicto. En el capítulo 1 de Daniel, se introduce una guerra, una batalla, una lucha. Todo el tema del libro de Daniel es esta lucha titánica entre las fuerzas del infierno y las fuerzas del cielo; entre las fuerzas del mal y las fuerzas del bien; entre los poderes del infierno y los poderes del cielo.
Joacim es el rey de Judá. Judá era una ramificación de Israel, en realidad. La nación judía estaba dividida en dos secciones: diez tribus en el norte del reinado, dos tribus en el sur del reinado. Judá era parte del reino del sur y Joacim reinó por once años. Joacim comenzó su reinado a la edad de 25 años y reinó hasta la edad de 36 años. Pero Joacim era rebelde contra el verdadero Dios. El guió a Judá a la rebelión o apostasía contra el verdadero Dios. Sin embargo, cuando Judá fue fiel, Dios puso una pared de protección alrededor de ella y las naciones paganas era impotentes para vencer a Israel. Dios la protegió cuando ella fue fiel y obediente. Pero cuando Judá se volvió desobediente y rebelde contra Dios, la muralla de protección cayó y Dios no la pudo proteger más. De manera que Joacim el rey de Judá se rebeló contra Dios, la muralla de protección cayó y Babilonia bajo la dirección de Nabucodonosor atacó a Jerusalén.

Una comparación entre Babilonia y Jerusalén.-

Babilonia era el centro de idolatría y de adoración a dioses falsos. El centro de su existencia era la rebelión contra los principios del Dios verdadero. Era la ciudadela de la apostasía y el error, centro de lascivia, inmoralidad y placer sensual. Jerusalén, por otra parte, se levantaba en oposición a los principios de Babilonia. Profundo en sus adentros estaba la adoración al verdadero Dios. Jerusalén era la que custodiaba las verdades de Dios. A través de Jerusalén Dios deseaba comunicar su voluntad al mundo. Mientras sus ciudadanos se mantuvieran fieles a los principios de Jehová, era el designio de El que ellos mostraran dominio propio, temperancia y pureza.
Sin embargo Jerusalén se apartó de su alto y noble propósito. Falló al no comprender el propósito de Dios; y sus dirigentes se apartaron de le elevado ideal que Dios había establecido. Así Jerusalén, el centro de la adoración al verdadero Dios, fue derribada por Babilonia.
Dios permitió que Israel fuera derribada porque el rey de Israel se rebeló contra Dios, su pueblo se tornó más y más infiel al seguir las abominaciones de las naciones paganas, y al rechazar las advertencias de los mensajeros de Dios. En efecto Judá le dio las espaldas a las claras instrucciones de Dios y no escuchó sus advertencias persistentes.
La cautividad de Judá cumplió dos propósitos: en la adversidad Judá se entregó al arrepentimiento y a la confesión del pecado y a la dependencia de Dios. Dios usó la adversidad para lograr lo que no logró en la prosperidad. El conocimiento del verdadero Dios se esparció en Babilonia a través de la cautividad de Judá.
Babilonia estaba a unos 1.600 Km al noroeste de Jerusalén. Nabucodonosor iba a atacar algunas ciudades egipcias fronterizas, porque estas ciudades estaban en rebelión contra el gobierno babilónico. Pero Jerusalén estaba entre Babilonia y estas ciudades egipcias fronterizas. Cuando Joacim se rebeló contra el gobierno de Nabucodonosor y violó un tratado que había hecho con el rey de Babilonia, Nabucodonosor y los ejércitos de Babilonia atacaron a Jerusalén. Ahora, para una ciudad, un sitio era cosa muy, muy terrible. Cuando ocurría un sitio, la ciudad era rodeada, todos los suministros de alimentos eran cortados. Ningún alimento entraba y nadie podía salir en busca de alimento. Después de detener los suministros y los habitantes de la ciudad quedaban debilitados por la carestía y el hambre, los soldados atacaban con arietes de guerra y catapultas. Estas catapultas tiraban grandes rocas por el aire y rompían las murallas de la ciudad. Mientras las murallas eran destruídas, los arietes de guerra golpeaban y rompían las grandes puertas de la ciudad. Entonces los atacantes ponían sus escaleras contra las murallas, las subían y atacaban, y la sangre corría por las calles.
Cuando una ciudad era sitiada por semanas y meses, los habitantes temblaban de temor porque ellos sabían que pronto la sangre correría por las calles. Y así Babilonia sitió a Jerusalén, la sangre corrió por las calles, y la crema de la juventud de Jerusalén fue tomada cautiva. Pero justamente cuando los ejércitos babilónicos estaban saqueando Jerusalén, Nabucodonosor recibió el mensaje de que su padre, nabopolsasar, había muerto. Nabucodonosor estaba a 1.600 Km de Babilonia y él sabía que alguien le podía arrebatar su posición de rey que por derecho le pertenecía. Así que Nabucodonosor regresó rápidamente a Babilonia para tomar poseción del trono. Algunos de los jóvenes claves de Jerusalén fueron tomados y llevados a babilonia. Leemos la historia en Daniel 1, versículo 2:

“Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los vasos de la casa de Dios, y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y metió los vasos en la casa del tesoro de su dios”.

Ese término “tierra de Sinar” es otra forma de describir a babilonia. Nabucodonosor fue al mismo templo, al templo de Jerusalén que fue edificado y dedicado a la adoración a Dios, y tomó los vasos que habían sido consagrados al servicio divino y los trajo a su templo. Este fue un acto supremo de profanación. Noten que dice, “y los trajo a la tierra de Sinar, a la casa de su dios”. Babilonia tenía como 13 dioses, pero el dios especial de Nabucodonosor era Bel Marduk. Bel Marduk era el dios de la devoción de nabucodonosor. Y Nabucodonosor tomó los vasos de la casa de Dios y los trajo a la casa de su dios, Bel Marduk.
A esta altura los ejércitos Babilónicos habían regresado y había una gran fiesta en el trono de babilonia, una fiesta de triunfo. “¡Vencimos a Jerusalén! Trajimos cautivos los jóvenes claves de Jerusalén. Tomamos los vasos de la casa de su dios y los trajimos a la casa de nuestro dios. ¡Victoria para los ídolos de babilonia! ¡Triunfo para el pueblo de Babilonia!” Mantengan esto en su mente. En breve lo aplicaremos al tiempo del fin.

La Aparente Derrota de Dios.-

Los primeros siete versículos del libro de Daniel, capítulo 1, son una verdadera derrota para el pueblo de Dios. Imagínense como se sintió Daniel cuando le dijeron en su cara: “¿Si tu Dios es el verdadero dios, por qué Jerusalén está en ruinas? ¿Por qué corrió la sangre por las calles? ¿Si tu Dios es el verdadero dios, por qué tomaron los vasos del templo de Jerusalén y los trajeron aquí al templo de babilonia? Los ídolos, los dioses de madera y piedra, nos han dado la victoria a nosotros. ¿Si tu Dios es el verdadero dios, por qué tu estás cautivo aquí? ¿Por qué estás tu en esclavitud?” Preguntas difíciles de contestar a menos que uno comprenda.
Algunas veces, los cristianos de hoy, tienen que enfrentar preguntas muy similares: “Si tu Dios es el dios verdadero, ¿por qué tu acabas de perder tu trabajo? ¿Por qué estás sin trabajo? Si tu Dios es el dios verdadero, ¿por qué no hace algo por ti? ¿Por qué se te rompió el matrimonio? Si tu Dios es el dios verdadero, ¿por qué te azota la maldad, el dolor y la enfermedad? ¿No puede tu Dios hacer algo? ¿Tán debil es El, tán falto de poder? Si tu Dios es el dios verdadero, ¿por qué tu hijo nació con esa deformidad? ¿Por qué ese amigo tuyo se murió en ese accidente automobilístico? Si tu Dios es el dios verdadero, ¿por qué, por qué, por qué?” Todavía hoy lo preguntan, ¿no es cierto?
Los que viven en el tiempo del fin necesitarán saber la respuesta a esas preguntas. En su vida, Daniel llegó al momento cuando pudo comprender que a pesar de las dificultades que lo rodeaban, Dios estaba con él.
Las Escrituras no presentan una vida cristiana que sea libre de pruebas y sufrimientos, de dolores y aflicciones. Más bien ellas presentan a un Dios que es capaz, un Dios que es suficiente, un Dios que es poderoso para traer fuerzas y ánimo, esperanza y confianza en cualquier situación que los seres humanos tengamos que enfrentar en esta vida.
Esos hombres y mujeres que viven en el tiempo del fin, necesitarán aprender la misma lección que Daniel aprendió, una lección de confianza, de seguridad, de fe. Cualquier tipo de religión que les diga: “Todo lo que usted necesita hacer es darle su vida a Jesús y todas sus pruebas terminarán, todos sus problemas se resolverán, todas sus dificultades se acabarán”, está llevándole a una falsa ilusión. Es como perseguir un espejismo. ¿Han ustedes alguna vez conducido por una carretera en un día bien caluroso, y han visto en frente de su auto como un charco de agua de forma indefinida? Ustedes han querido frenar, pero se dicen: “Espérate un momento, que todavía no he llegado”. Conduce un poquito más hacia adelante y todavía no llega. Algunas personas pasan la vida sin llegar ahí, siempre deseando tener esa vida cristiana en la cual nunca haya una prueba, nunca haya un dolor o una pena.

¡Beneficios Fuera de este Mundo!.-

Hay una etiqueta de parachoques que dice: “Los beneficios de la vida cristiana están fuera de este mundo”. Tan a menudo estamos buscando los beneficios en este mundo, pero los beneficios que Cristo ofrece no son de este mundo.
Ahora, ¿es verdad que hay beneficios aquí y ahora? Si, los hay. Es cierto que Jesús dijo, “Mi paz os dejo, mi paz os doy”. ¿No da Jesús paz? Si. No obstante, Jesús claramente dijo: “En el mundo tendréis aflicciones”. Así que, hay aflicción en el mundo, pero la paz y el gozo están adentro. El gozo de la vida cristiana no nos libra de dificultades, en la vida cristiana hay paz y gozo en el medio y a través de los conflictos. La paz que nosotros tenemos es a través de la fe en un Dios que puede guiarnos y gobernar nuestras vidas ahora, y la paz que tenemos es porque nosotros sabemos que seremos librados de todo conflicto en el nuevo mundo.

El Plan de Nabucodonosor.-

Continuemos con Daniel, capítulo 1. Yo les daré tiempo para preguntas y respuestas, particularmente al final de la clase, pero si ustedes tienen algún comentario, quiciera que se sientan libres de levantar la mano.
Después de unos 1.600 Km de viaje, trajeron a Daniel, ante el rey, al palacio más grande de este mundo. Daniel 1:3-5:

“Y dijo el rey a Aspenaz, príncipe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna y de buen parecer, y enseñados en toda sabiduría, y sabios en ciencia, y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los Caldeos. Y señalóles el rey ración para cada día de la ración de la comida del rey y del vino de su beber: que los criase tres años, para que al fin de ellos estuviesen delante del rey”.

Babilonia tenía una práctica interesante. Cuando el imperio Babilónico derrotaba a otra nación, ellos escogían algunos de los jóvenes claves y más radiantes de esa nación y los traían a babilonia para educarlos en la Universidad de Babilonia. Los educaban en las costumbres, prácticas y principios de Babilonia. Cuando estos jóvenes eran educados en la lógica, la ciencia, la religión y la filosofía de Babilonia, eran enviados de regreso a la nación o ciudad de donde ellos eran, para allí gobernar en nombre de Babilonia. Por ejemplo, Nabucodonosor era demasiado sabio como para poner a un babilonio a gobernar en Jerusalén en su reinado, porque habrían revoluciones contínuas contra esos gobernadores babilónicos. Si él podía tomar algunos jóvenes claves que fueranm respetados y admirados por los ciudadanos de Jerusalén y lavarles el cerebro, llenando sus mentes con los principios y prácticas de babilonia, entonces ellos serían los gobernadores en las ciudades de donde provenían.
Esto era lo que nabucodonosor estaba procurando hacer con Daniel y sus amigos. Para hacer eso, era necesario comenzar la obra de cambiar sus formas de pensar y destruir completamente el pasado. Ver Daniel 1:6-7:

“Y fueron entre ellos, de los hijos de Judá, Daniel, Ananías, Misael y Asarías; a los cuales el príncipe de los eunucos puso nombres: y puso a Daniel, Beltsasar; y a Ananías, Sadrach; y a Misael, Mesach; y a Asarías, Abed-Nego”.

“Entre ellos”, esto es, entre los cautivos, habían cuatro jóvenes. Ustedes se preguntarán cómo sé que ellos eran jóvenes. La Biblia en esta ocasión no nos da sus edades. Probablemente eran adolescentes. Ahora, alguien puede decir: “¿Cómo usted sabe eso con seguridad?” Lo sabemos por dos razones básicas. En primer lugar, de aquí en adelante, la Biblia revela que daniel sirvió aproximadamente 70 años bajo el reinado, de por lo menos, cuatro reyes diferentes. Por lo tanto no podía ser un adulto cuando fue tomado cautivo. En segundo lugar la Biblia los describe como jóvenes, “muchachos en quienes no había tacha”, pero dice que eran bien parecidos, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento. El curso para los caldeos en la universidad de Babilonia era un curso universitario. Así que evidentemente ellos estaban en la última etapa de la dolescencia. Yo veo a Daniel como un graduado del instituto de segunda enseñanza, listo para entrar en la universidad de Babilonia.

Más que un Nombre.-

La intención de Nabucodonosor era llenar las mentes de estos jóvenes con los principios, filosofías y lógica de Babilonia, de manera que todo pensamiento acerca de Dios fuera borrado. Para lograr esto, comenzó cambiándoles sus nombres. ¿Por qué les cambió sus nombres? ¿Cuál es el significado de cambiarles el nombre? Versículo 7:

“A los cuales el príncipe de los eunucos puso nombres; y puso a Daniel, Beltsasar; y a Ananías, Sadrach; y a Misael, Mesach; y a Azarías, Abed-Nego”.

En la Biblia el nombre representa el carácter. Ustedes se acuerdan de Jacob. Jacob engañó a su hermano Esaú con el propósito de obtener la primogenitura. El nombre de Jacob significa “suplantador”, “engañador”. El nombre de Jacob fue cambiado a “Israel”, lo cual significa “uno quien ha peleado con Dios y ha prevalecido”. Jacob cambió, tuvo un cambio en su carácter y el cambio de carácter fue marcado con un cambio de nombre. Abram iba a ser el padre de muchas naciones y se le cambió su nombre a “Abraham”. Cuando Saulo se convirtió, su nombre se le cambió a “Pablo”. Un cambio de nombre indica un cambio de carácter. El nombre de Daniel fue cambiado porque el rey quería un cambio en su carácter. El quería cambiar todas las perspectivas de su vida y le cambió el nombre de Daniel por Beltsasar.
Quisiera que ahora tomen su folleto de estudio y llenen las comparaciones en la página 11. Busquen la sección titulada “Nombre hebreo, nombre babilónico”.
En hebreo el nombre de Daniel significa “Dios es mi juez”. De manera que, mientras Daniel vivía en Babilonia, y sus amigos lo llamaban Daniel, él se acordaba constantemente del hecho de que “Dios mira sobre mi”. Su propio nombre inidacab que Dios era su juez. Pero cambiaron su nombre por Beltsasar. ¿Saben ustedes lo que quiere decir el nombre Beltsasar? “El que guarda los tesoros escondidos de Bel”. Daniel fue introducido al salón de banquetes del rey Nabucodonosor y cuando llegó al salón, la mesa estaba puesta con todo tipo de exquisiteses y alimentos inmundos babilónicos. La luz tenue de los candeleros danzaba sobre las mesas doradas. Nabucodonosor se dirigió a Daniel diciéndole: “Tu nombre será Beltsasar. ¡El guarda de los tesoros ocultos de Bel! Tu ciudad ha sido destruída; tu pueblo ha muerto, los vasos de la casa de tu Dios fueron sacados y traídos a la casa de mi dios, Bel Marduk. Daniel, ahora tu serás exaltado en tu temprana edad, a una posición prominente. No serás más Daniel, sino que ahora tu serás el custodio, el guarda de los tesoros escondidos de Bel”.
Pensemos en la tremenda tentación que esto tiene que haber sido para Daniel, una tentación fantástica. Pensemos en la presión que Nabucodonosor puso sobre la mente de Daniel. “Tu ciudad está destruída, Daniel, y tu pueblo en cautividad. Ni aún los vasos consagrados al servicio del Señor están allí; están en mi templo. Tu serás el custodio de esos tesoros. Tu no serás más Daniel, adorador del verdadero Dios, sino que serás el guarda de los tesoros escondidos de Bel”.
Veamos algunos de los otros nombres y observemos como los cambiaron. Ananías, “el Señor tiene misericordia de ti”. El Señor tiene misericordia de ti, Ananías, aun en la cautividad, en la esclavitud, en el dolor, en la pena. Le cambiaron el nombre por Sadrach, el cual significa: “inspiración del sol”. Escucha, tus bendiciones, tus placeres provienen del sol.
El siguiente, Misael, que significa “como Dios”. Le cambiaron el nombre por Mesach, “el que pertenece a la diosa de Venus”. Misael, “como Dios”, uno que tiene cualidades como Dios, a Mesach, “el que pertenece a la diosa Venus”.
Asarías, “el Señor es mi ayudador”. Eso es lo que significa Asarías, en cautividad, en esclavitud, en peligro, lejos de mi familia, lejos de mi hogar, el Señor es mi ayudador. Le cambiaron el nombre por Abed-Nego, “siervo de Nebo”.

Un Asunto de Elección.-

Vengan conmigo esta noche al salón de banquetes de babilonia. Imagínese que usted está allí. Imagínese que usted está viviendo 2.500 años atrás; imagínese que usted está allí de pie. Lejos del hogar, a unos 1.600 Km de su casa. Usted ha visto su ciudad derrotada, usted vio como corrió la sangre por las calles. Usted está en el salón de banquetes de Babilonia, la ciudad más grandiosa del mundo entero. Usted está deslumbrado. Nunca antes había visto algo como esto. Nabucodonosor está en su trono. Todo tipo de exquisiteses babilónicas están en la mesa; el vino está ahí. Los alimentos inmundos están ahí también. Todo para deleitar la vista y deslumbrar los sentidos y tentar el apetito. Estos alimentos fueron o frecidos a ídolos. Y después de habérseles ofrecido a ídolos los trajeron y los pusieron en su mesa. Para usted el comer esa comida con Daniel significaría que usted se está inclinando en adoración y alabanza al ídolo al cual esa comida fuese ofrecida. ¿Qué haría usted?
Daniel escogió no comer los alimentos, y él tomó esa decisión por dos raznoes. Número uno, había sido ofrecida a los ídolos, y el comerla hubiera sido como participar en el servicio de adoración de los idólatras. Número dos, Daniel escogió no comer alimentos que afectarían las células de su cerebro y nublarían su mente y su juicio. El escogió no comer los alimentos inmundos que estaban en la mesa delante de él porque sabía que no eran lo mejor para su salud. De manera que la Biblia dice, en Daniel 1:8, lo que es el punto céntrico, el texto clave, el versículo más significativo del primer capítulo del libro de Daniel:

“Y Daniel propuso en su corazón de no contaminarse en la ración de la comida del rey, ni en el vino de su beber: pidió por tanto al príncipe de los eunucos de no contaminarse”.

La Biblia dice, Daniel propuso en su corazón. ¿Cuál sería otra palabra para propuso? ¿Qué hizo Daniel? El decidió. ¿Cuál otra? Daniel escogió. ¡Eso es! Daniel se propuso, Daniel decidió, Daniel escogió. ¿Qué más? Daniel determinó. ¡Eso es! Daniel se propuso, Daniel decidió, Daniel escogió, Daniel determinó, Daniel tomó la resolución.
¿Dónde toma lugar el decidir, el escoger, el proponerse? Sí, dice aquí “en el corazón”, lo que quiere decir es la mente. ¿Qué es lo que eleva a los seres humanos por encima del reino animal? Su inteligencia; correcto.
Pudiéramos decirlo de esta forma. Hay animales que tienen una medida de inteligencia pero no tienen una conciencia. Por ejemplo, aquí tengo un pequeño perro que llamaremos Roldán, y Titán vive al lado de Roldán. Roldán está correteando afuera y ve un hueso en el patio de al lado. Creen ustedes que Roldán dice, “yo quisiera comerme ese hueso pero yo sé que sería una violación de la ley de Dios, porque uno de los mandamientos dice, “no robarás”. Así que yo no creo que voy a tomar ese hueso que está en el patio de mi vecino porque sería una violación de los principios del Dios eterno de los cielos y moralmente yo podría tener una conciencia culpable”. ¿Es esa la forma como razonaría Roldán? ¡No! Si por alguna razón él no va y toma el hueso, es porque él piensa que Titán es más grande que él y que lo puede atacar y morder. La única razón por la cual él no va, es por temor a las consecuencias, no porque él pueda tomar decisiones morales finas. Los seres humanos están por encima delreino animal por su fina habilidad de discriminar entre el mal y el bien y basado en esto toma decisiones morales. ¿Correcto?

Etica por Encima de la Situación.-

Ahora, aquí Daniel se propuso en su corazón. Daniel tomó la resolución en su mente. Daniel determinó en lo recóndito de su conciencia. Daniel tuvo una persepción clara de lo correcto y de lo incorrecto. Daniel no permitió que la situación determinara su conducta. Hay una escuela filosófica popular llamada “ética situacional”. ¿Ha alguno de ustedes escuchado esto antes? Hay libros escritos sobre esto. ¿Saben ustedes lo que enseña la ética situacional? Si Daniel hubiera creído en la ética situacional el hubiera dicho: “Puedo ofender al rey, hace varias semanas que no como una buena comida. Solamente es un vaso de vino, es solamente algo pequeño, yo creo que lo voy a hacer”. La persona que cree en la ética situacional dice que no hay una regla absoluta de lo bueno y lo malo. Sino que, el individuo determina en su mente lo que sea más “amable” hacer en cada situación. El deja que la situación determine su conducta.
Por ejemplo, la persona que cree en la ética situacional puede decir algo como esto: “Si tu eres pobre y no tienes mucho dinero, y hau un comerciante rico que tiene una tienda de alimentos en tu cuadra, y tu puedes llevarte un saco de papas de su tienda; estás justificado, porque él es rico y tu eres pobre”. Una persona que cree en la ética situacional puede decir que si dos jóvenes se aman, no existe tal cosa como adulterio. El diría que la experiencia amorosa guiaría su conducta. La persona que cree en la ética situacional diría que si el gobierno no está usando el dinero de los impuestos en una forma correcta y usted puede engañarlo en su declaración anual, reteniendo $500 sin ser descubierto, usted puede hacerlo.
Pero esta noche yo quiero mostrarles que Daniel no era uno de los que creía en la ética situacional. Daniel tenía en su mente una clara distinción entre lo que era el bien y el mal. No era que, siendo que él estaba en Babilonia podía ceder a sus principios. Daniel se propuso en su corazón servir a Dios no importa donde él estuviera. Daniel determinó eso; Daniel se propuso eso en su corazón. Ustedes saben, es facil flotar en la corriente, pero es dificil nadar en contra de ella.

Permanecer de Pie y ser Contado.-

Daniel estuvo dispuesto a nadar en contra de la corriente. Daniel estuvo dispuesto a permanecer de pie y ser contado; Daniel estuvo dispuesto a ser diferente. ¿Cómo es tu vida, amigo? En tu trabajo, cuando alguien dice un chiste subido de tono y todo el mundo se ríe, y tu sabes que es un chiste inmoral, ¿te ríes tu, nada más que para que los demás no piensen que eres diferente? ¿Para ser aceptado por los demás que te rodean? Si tu decides no beber en una situación social donde todo el mundo está bebeindo. Dirías tu, “bueno, realmente yo no quiero ofender a nadie, así que creo que yo también lo voy a hacer?” ¿Qué haría usted en esa situación? ¿Es usted como Daniel? Los que vivan en el tiempo del fin y sean leales y fieles a Dios tendrán que soportar presiones; las presiones del conformismo. Ellos estarán dispuestos a permanecer firmes de parte de lo correcto porque es correcto. Esa es la lección básica que estamos aprendiendo esta noche en Daniel, capítulo uno, disposición para permanecer firmes solos, tener el valor de ser diferentes, el valor de ponernos de parte de lo correcto porque es correcto, no ser formado, moldeado o manipulado por las circunstancias que nos rodean.
Uno de mis pensamientos favoritos sobre este punto proviene de un autor cuyos escritos me gustan mucho. Me habló al corazón cuando lo leí; a ver si a ustedes les gusta también:

“La mayor necesidad del mundo es la de hombres” (pudiéramos decir hombres o mujeres) “Hombres que no se vendan ni se compren”.

Hay mucho de esto hoy en día, ¿no es cierto? Compra y venta de hombres. Los políticos se compran y se venden. Los hombres de negocios se compran y se venden.

“La mayor necesidad del mundo es la de hombres. Hombres que no se vendan ni se compren. Hombres que en lo más íntimo de sus almas sean veraces y honestos. Hombres que no teman llamar al pecado por su nombre. Hombres que sus conciencias sean tan fieles al deber como la brújula al polo. Hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque los cielos se desplomen”.
Hombres raros en nuestra sociedad, ¿no es cierto? Hombres que sean honestos en los negocios. Jóvenes que sean honestos en la escuela, que aunque tengan la oportunidad de hacer trampa no la hagan por causa de su integridad. Hombres y mujeres que sean honestos al pagar sus impuestos. Hombres y mujeres que sean honestos al tratar con sus vecinos, cuando ellos dicen algo, ellos lo hacen. ¿Habrán algunos Danieles en nuestro alrededor hou en día? ¿Habrán todavía algunos hombres y mujeres en nuestros días que tengan un carácter realmente moral?
Un hombre que es el presidente de una gran compañía en Massachusetts, una compañía de 700 empleados, vino a nuestros seminarios y su vida ha cambiado completamente. El era un buen hombre, pero ahora que él ha aceptado los principios de la Biblia y que es un cristiano, su vida es completamente diferente. Aun se ve en ocasiones sociales en las cuales él antes bebía, pero ahora tomó la decisión de que no lo hará más. Cierto día él se encontraba con un grupo de ejecutivos, incluyendo el vice-presidente de una de las más grandes compañías en los Estados Unidos, la compañía de la cual la suya era subsidiaria. El primer hombre ordenó un coctel, el segundo un whisky y así todos ordenaron sus bebidas. Le llegó el turno a este ejecutivo que había tomado esta decisión en su mente y en su corazón. Así como Daniel se propuso en su corazón que no se contaminaría con la comida del rey, con sus carnes ni con sus vinos, así este hombre se sintió compelido a mantenerse firme en su decisión en cuanto a la bebida y su participación en la misma. De manera que cuando le llegó su turno, dijo, “un jugo de tomate, por favor”.
La camarera trajo las bebidas, champa´n para este, whisky para el otro, y el ejecutivo tomó su jugo de tomate. Uno de los vice-presidentes ejecutivos lo miró, y llamó por su nombre a otro y le dijo, “lo próximo que escucharán es a fulano repitiendo su Biblia”. Y él se dijo a si mismo, “si tan siquiera él supiera”. Él no se intimidó, él no se dijo, “bueno, siendo que todo el mundo lo hace, yo también lo voy a hacer”. Él no lo hizo, él había llegado a una conclusión, a una decisión en su vida.

Todos estamos Envueltos.-

Antes que pasemos por el tiempo del fin, amigos, el mundo tendrá que enfrentar lo que la Biblia llama “la marca de la bestia”. Cada hombre, cada mujer, cada niño que quiera servir a Dios tendrá que soportar una presión tremenda.
¿Te has propuesto en tu corazón hoy, que lo único que te importará será no lo que los hombres piensen de ti, sino lo que Dios piense?
¿Que tu no serás un títere de los demás, sino que tu conducta estará regida por los principios ue tienen su centro en Dios y que tu primer y mayor interés es y será agradar a Dios?
Daniel tomó esa decisión y milagrosamente Dios lo bendijo. Daniel en diez días de prueba. Le dieron los diez días de prueba y Daniel dijo, “miren, dénme primeramente la sencilla dieta judía”. El pidió una dieta de frutas, nueces, granos y vegetales. El capítulo uno de Daniel comienza con un fracaso para el verdadero Dios. El capítulo uno de Daniel termina con un triunfo para el verdadero Dios. Daniel fue llenado de conocimiento, sabiduría y ciencia, más que todos los del imperio babilónico. El capítulo uno de Daniel termina de esta forma. Veamos los versos 17-20:

“Y a estos cuatro muchachos dióles Dios conocimiento e inteligencia en todas letras y ciencia; mas daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños. Pasados pues los días al fin de los cuales había dicho el rey que los trajesen, el príncipe de los eunucos los trajo delante de Nabucodonosor. Y el rey habló con ellos, y no fue hallado entre todos ellos otro como Daniel, Ananías, Misael, y Azarías; y así estuvieron delante del rey. Y en todo negocio de sabiduría e inteligencia que el rey les demandó, hallólos diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino”.

Si Daniel no hubiera tomado la decisión de ser fiel a Dios en el capítulo uno, Dios no hubiera podido usarlo tan milagrosamente en el capítulo dos.
Todo nuestro servicio a Dios está basado en nuestra fidelidad a El. Antes de Dios hacer algo con nosotros, El hace algo por nosotros. Dwight L. Moody dice: “Todavía el mundo ha de ver lo que Dios puede hacer por, y con, y a través, y en, y por medio de, el hombre (o la mujer) que se consagre totalmente a El. Por la gracia de Dios yo seré ese hombre”.

¿Determinarás en tu corazón ser ese hombre, o esa mujer?
¿Por qué no hacerlo hoy?

Contexto biblico - el sueño del rey

Dan. 2:1-30

1. El sueño de Nabucodonosor debe haber sido un sueño extraño porque le perturbó. v. 1. Los sueños es una de las varias maneras que Dios ha usado para hablar con los hombres. Gén. 20:3; Heb. 1:1.
2. El rey llamó a sus consejeros. v. 2-3. Nuestro Rey no necesita consejeros. Isa. 40:14.
3. Los consejeros del rey eran limitados en su trabajo. v. 4; I Cor. 1:19-20.
4. El rey hace una demanda que necesitaba ayuda divina. v. 5; Jer. 32:17.
5. El rey ofreció grandes recompensas y honor a los que pudieran cumplir con sus demandas. v. 6; I Cor. 2:14.
6. La interpretación fue fácil; para recordar el sueño olvidado necesitó sabiduría celestial. v. 7; Sant. 1:5.
7. El rey perdió su confianza en los que debían haber tenido contacto con los dioses del mundo espiritista. v. 8-9; Isa. 44:9-18.
8. Los adivinadores acusaron al rey de hacer demandas excesivas. v. 10-11; Mat. 19:24-26.
9. Daniel no fue considerado cuando la recompensa del rey fue ofrecida, pero él sí estaba incluido en la sentencia de la muerte. v. 12-13; I Cor. 1:26-27; I Sam. 16:7.
10. Daniel se da cuenta del edicto para matar todos los sabios de Babilonia. v. 14-15. Una vez todos nosotros estuvimos bajo la pena de muerte. Rom. 5:12; 6:23.
11. Daniel solamente pidió tiempo para cumplir con las demandas del rey. v. 16; Rom. 5:6.
12. Daniel y sus compañeros sabían cómo y dónde encontrar la respuesta a la demanda del rey. v. 17-18; Jer. 33:3.
13. La gratitud de Daniel fue expresada en una oración de gracias al "Dios del cielo", no a los dioses de Babilonia. v. 19; Fil. 4:6.
14. El Dios en quien Daniel creyó es expresado en su oración de gracias--al Dios de poder y sabiduría--el Dios de la providencia y el que revela cosas a los que confían en él. v. 20-23; Hech. 17:24-28.
15. No hubo ninguna duda en la mente de Daniel de que él pudo cumplir la demanda del rey. v. 24; Mar. 11:22-23.
16. Aun Arioc creyó que Daniel tuvo la respuesta a la demanda del rey. v. 25; Sant. 5:16.
17. El testimonio de Daniel delante del rey. v. 26-28; Hech. 9:15.
18. Daniel no recibe el honor, pero da toda la gloria a Dios. v. 29-30; Jer. 9:23-24.

Contexto biblico

1. El tiempo cuando llevaron a Daniel cautivo. v. 1. II Reyes 24:1-2; II Cron. 36:5-7.
2. Isaías y Jeremías profetizaron la invasión de Judá por el rey de Babilonia. Isa. 39:5-7; Jer. 25:9-11.
3. El rey de Babilonia quiso lo mejor para su propio reino. v. 3-4; II Reyes 20:16-18.
4. Daniel y sus compañeros fueron dados una oportunidad para estudiar en Babilonia. v. 5. También nuestro Señor necesita obreros y tenemos una mejor oferta. Mat. 11:28-30; Fil. 4:19.
5. El príncipe les dio nombres nuevos pero no era capaz de darles corazones nuevos. v. 6-7; II Cor. 5:17.
6. Daniel era muy culto pero firme en sus convicciones. v. 8; Rom. 12:2; I Ped. 3:15.
7. El comportamiento de Daniel agradó a Dios. v. 9; Prov. 16:7.
8. El príncipe de los eunucos temió al hombre más que el Dios de Daniel. v. 10; Prov. 29:25.
9. El Señor puede quitar nuestras dudas y temores si le damos una oportunidad. v. 11-14; Heb. 3:9; Mal. 3:10.
10. Una dieta vegetariana con las bendiciones de Dios es mejor que todo de lo que el mundo ofrece. v. 15-17; Sant. 1:5.
11. Nuestro tiempo de aprobación también terminará. ¿Cómo será cuando nos toca ponernos de pie delante de nuestro Rey? v. 18; II Cor. 5:10; Mat. 25:21.
12. Daniel no solamente vivió por todo los 70 años de la cautividad, sino que también era un testimonio vivo del poder de Dios. v. 21; Apoc. 2:10; I Juan 2:17.