Interpretación del sueño por Daniel

 

INTERPRETACIÓN DEL SUEÑO POR DANIEL (4.19-27)

Daniel quedó atónito por casi una hora

“Para Daniel el significado del sueño era claro, y le alarmó. "Estuvo callando casi una hora, y sus pensamientos lo espantaban." Viendo la vacilación y la angustia de Daniel, el rey expresó su simpatía hacia su siervo. Dijo: "Beltsasar, el sueño ni su declaración no te espante." Daniel contestó: "Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su declaración para los que mal te quieren." El profeta comprendía que Dios le imponía el deber de revelar a Nabucodonosor el castigo que iba a caer sobre él por causa de su orgullo y arrogancia. Daniel debía interpretar el sueño en un lenguaje que el rey pudiese comprender; y aunque su terrible significado le había hecho vacilar en mudo asombro, sabía que debía declarar la verdad, cualesquiera que fuesen las consecuencias para sí.” P.R. 379

Significado del sueño:

a) El árbol: el rey de Babilonia

“Entonces Daniel dio a conocer el mandato del Todopoderoso. Dijo: "El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, y que su altura llegaba hasta el cielo, y su vista por toda la tierra; y cuya copa era hermosa, y su fruto en abundancia, y que para todos había mantenimiento en él; debajo del cual moraban las bestias del campo, y en sus ramas habitaban las aves del cielo, tú mismo eres, oh rey, que creciste, y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza, y ha llegado hasta el cielo, y tu señorío hasta el cabo de la tierra.” P.R. 380

b) El corte del árbol: el despojamiento del rey de su trono

“Sin mantener al rey en suspenso durante mucho tiempo, Daniel le anunció lisa y llanamente -aunque sin duda el rey ya lo sospechaba- que el árbol representaba al mismo Nabucodonosor. Para algunos, los términos con los cuales el profeta describió la grandeza de Nabucodonosor pueden parecer exagerados, pero debemos recordar que Daniel usó el idioma y las expresiones propias de la corte de ese lugar y ese tiempo. Esas expresiones se parecen muchísimo al lenguaje jactancioso de Nabucodonosor que se encuentra en varias de las inscripciones de aquel rey, descubiertas por los arqueólogos. También se asemejan a las palabras empleadas por los predecesores asirios de Nabucodonosor y por otros monarcas orientales.” CBA. 4:819

c) Siete tiempos: siete años

Fueron siete largos años, de zozobra, sorpresa e incomprensión para la familia, cortesanos y los que conocían al orgulloso rey, más para Daniel, era claro el asunto, especialmente para Nabucodonosor, pues las palabras posteriores de reconocimiento son evidentes.

d) Dejar la cepa: la permanencia de su reinado hasta que reconozca al Señor Altísimo.

Es notable que el Rey Nabucodonosor debió reconocer primeramente al Dios de los judíos como absoluto Monarca Universal y quien dirigía todos los quehaceres humanos. Se humilló de tal manera que aun ensalzó al Señor, admitiendo la regencia Divina en ser rey de Babilonia y no por su capacidad, intelecto o estrategia.

El consejo de Daniel.

“Habiendo interpretado fielmente el sueño, Daniel rogó al orgulloso monarca que se arrepintiese y se volviese a Dios, para que haciendo el bien evitase la calamidad que le amenazaba. Suplicó el profeta: "Por tanto, oh rey, aprueba mi consejo, y redime tus pecados con justicia, y tus iniquidades con misericordias para con los pobres; que tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad." Por un tiempo la impresión que habían hecho la amonestación y el consejo del profeta fue profunda en el ánimo de Nabucodonosor; pero el corazón que no ha sido transformado por la gracia de Dios no tarda en perder las impresiones del Espíritu Santo. La complacencia propia y la ambición no habían sido desarraigadas todavía del corazón del rey, y más tarde volvieron a aparecer. A pesar de las instrucciones que le fueron dadas tan misericordiosamente, y a pesar de las advertencias que representaban las cosas que le habían sucedido antes, Nabucodonosor volvió a dejarse dominar por un espíritu de celos contra los reinos que iban a seguir. Su gobierno, que hasta entonces había sido en buena medida justo y misericordioso, se volvió opresivo. Endureciendo su corazón, usó los talentos que Dios le había dado para glorificarse a sí mismo, y para ensalzarse sobre el Dios que le había dado la vida y el poder.” P.R. 380-381