Daniel en la presencia de Miguel

DANIEL EN LA PRESENCIA DE MIGUEL. (10.11-21)

Daniel, “varón muy amado.”

Daniel recibe por segunda vez el significativo reconocimiento y seguridad del amor de Dios para él (cap. 9.23).
“El príncipe del reino de Persia se me opuso 21 días.”

“Mientras Satanás estaba procurando influir en las más altas potestades del reino de Medo - Persia para que mirasen con desagrado al pueblo de Dios, había ángeles que obraban en favor de los desterrados. Todo el cielo estaba interesado en la controversia. Por intermedio del profeta Daniel se nos permite vislumbrar algo de esta lucha poderosa entre las fuerzas del bien y las del mal. Durante tres semanas Gabriel luchó con las potestades de las tinieblas, procurando contrarrestar las influencias que obraban sobre el ánimo de Ciro;…” P.R. 418, 419.

“Miguel… ha venido para ayudarte…”

“…y antes que terminara la contienda, Cristo mismo acudió en auxilio de Gabriel… (Dan. 10: 13.)” P.R. 419. Miguel viene del Heb. Mika'el, literalmente "¿quién como Dios?" Es descrito como "uno de los principales príncipes". Después se lo llama el protector especial de Israel (cap. 12: 1). Según referencias bíblicas se deduce que se trata de Cristo. En Jud. 9 se lo llama "el arcángel". Según 1 Tes. 4: 16, se relaciona la "voz de arcángel" con la resurrección de los santos en ocasión de la venida de Jesucristo declaró que los muertos saldrán de sus tumbas cuando oigan la voz del Hijo del Hombre (Juan 5: 28) eso parece claro que Miguel no es otro sino el mismo Señor Jesús (PE 164; cf. DTG 388-390). El nombre Miguel sólo aparece en la Biblia en pasajes apocalípticos (Dan. 10.13, 21; 12.1; Jud. 9; Apoc. 12.7), en casos cuando Cristo está en conflicto directo con Satanás. El nombre hebreo, que significa "¿quién como Dios?', es a la vez una interrogación y un desafío.

“Lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días.”

Daniel se apresta a recibir de primera mano los sucesos futuros respecto al pueblo de Dios, que es justamente lo que anhelaba conocer, aunque se referían indudablemente a los eventos finales de la historia humana.

“Uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios.”

“Gabriel veló su resplandor y apareció en forma humana” (SL 52).


Daniel queda sin fuerza ni aliento.

Anteriormente Daniel había experimentado algo semejante, era por la grandeza y gloria excelsa del ángel, así como por ser conciente de su naturaleza humana pecaminosa.


El profeta es tocado y recibe fortaleza.

Nuevamente el profeta es tocado por el ser celestial y desde luego recibe fortaleza para recibir el mensaje angélico.

Daniel exclama: hable mi Señor.

Es evidente que Daniel se encontraba en óptimas condiciones para continuar recibiendo las revelaciones proféticas, porque para él, eran sumamente importantes y deseaba conocer la voluntad divina, y todo lo relacionado a su pueblo que amaba.

“Tengo que pelear contra el príncipe de Persia.”

“Todo lo que podía hacer el cielo en favor del pueblo de Dios fue hecho. Se obtuvo finalmente la victoria; las fuerzas del enemigo fueron mantenidas en jaque mientras gobernaron Ciro y su hijo Cambises, quien reinó unos siete años y medio.” P.R. 419

“El príncipe de Grecia vendrá.”

Daniel ya estaba siendo informado que pronto sería reemplazado el imperio mundial en el que vivía, aunque tal vez sin esperanza de presenciarlo, pues había sido testigo de por lo menos dos imperios fuertes, ricos y poderosos. Ya estaba en la profecía Alejandro al mando de las futuras invasiones violentas y rápidas para conquistar Medo Persia.

“El libro de la verdad.”

literalmente "una escritura", del verbo kathab, (heb) "escribir". Los eternos planes y propósitos de Dios se presentan aquí como que estuvieran registrados. Comparar con Sal 139.16, Hech. 17.26, ver Dan. 4.17, (decreto de los vigilantes).