Daniel describe el sueno al rey

DANIEL DESCRIBE EL SUEÑO (2.24-35)

Magos, astrólogos, adivinos no pueden revelar.

Daniel como cristiano declaró: “no mates a los sabios de babilonia” los salvó de una muerte inminente, “llévame delante del rey, que yo mostraré al rey la declaración." Prestamente, el oficial llevó a Daniel a la presencia del rey diciendo: "Un varón de los trasportados de Judá he hallado, el cual declarará al rey la interpretación." He aquí al cautivo judío, sereno y dueño de sí mismo, en presencia del monarca del más poderoso imperio del mundo. En sus primeras palabras, rehusa aceptar los honores para sí, y ensalza a Dios como la fuente de toda sabiduría.” P.R. 363

Hay un Dios en los cielos que revela los misterios.

Daniel declaró que ningún hombre especial, sabio o hábil era capaz de revelar el sueño al rey, dirigiendo la mente y atención del rey al Dios Universal y Creador cuya morada es el cielo, indicando que no es una deidad terrenal y del pueblo judío en particular, que por su soberana voluntad “escoge, elige” quien sea el mensajero, entre quienes confían, viven y esperan en El. Fue una introducción sucinta llena de contenido y significado ante la ansiedad del monarca por conocer tanto el sueño y el significado que lo había perturbado. En aquel tiempo había tal credulidad en los sueños que eran mensajes de los dioses de presagios inminentes, excelente oportunidad para el Señor revelarse a los potentados monarcas conquistadores que Dios los utilizaba para disciplinar a su pueblo y extender el conocimiento del verdadero Dios y su poder ilimitado.

Una gran imagen, de gloria sublime y de aspecto terrible.

La edad de oro de uno de los imperios más conocidos del mundo de entonces, descollaba un poder, sabiduría y arquitectura inexpugnable, babilonia, humanamente casi imposible de abatir, los hizo confiados, suficientes y altaneros. Era enorme la estatua y extraordinaria su imponencia y porte, aunque su apariencia era espantosa.
Porque Dios empleó una imagen

Porque una gran imagen o estatua de apariencia humana, pues es la historia de la humanidad, enorme y extraordinaria pero terrible, la grandeza de sus proezas, el alcance de sus investigaciones, la gloria de sus obras, no obstante es ensombrecida por su corrupción, depravación y degeneración, cuantas veces de mirada fría e indiferente hacia el dolor de sus semejantes y despiadado en obrar el mal. Remiso para el bien.
Materiales de la imagen:

Dios empleó muchas figures para ilustrar verdades, mensajes, en síntesis su voluntad y propósito, con el fin de alcanzar la comprensión del ser humano. En esta oportunidad utiliza materiales, minerales, iniciando con uno de los más preciosos, ambicionado y perseguido por muchos. Estos minerales, indican lo que representan, la frialdad, costo, dureza, durabilidad y transitoriedad de los mismos, llegando a la fragilidad y extensión del barro.

- Oro. Este metal precioso, tiene la supremacía común, mundial y mas conocida por todos, bien se la colocó como cabeza en la imagen. Las joyas y artículos diversos que son de oro o contienen este mineral es costoso y desde luego atractivo que alimenta la vanidad en quien lo utiliza. Jeremías escribió refiriéndose a la potencia representada como una copa cap. 51.7

- Plata. Es evidente que el orden de valor de los metales corresponda al orden sucesivo de las potencias del mundo conocido y relacionado con el pueblo de Dios. La plata es un metal de mucha importancia en el mundo comercial, industrial, metalúrgico y en minería. Está presente en las mesas como utensilios hermosos y finos de muchos hogares.

- Bronce. Material mas duro, brillante y mas abundante en la corteza terrestre que la plata efímero, deslumbra a la vista, es más común que la plata, un símbolo adecuado a la sucesión de imperios.
- Hierro. Es un metal muy fuerte, por la aleación con este mineral se obtiene el acero, muy conocido por su dureza y resistencia. “En forma de compuestos químicos, está distribuido por todo el mundo, y ocupa el cuarto lugar en abundancia entre los elementos de la corteza terrestre; después del aluminio, es el más abundante de todos los metales.”

- Barro. El barro cocido que además puede ser traducido como “barro moldeado de alfarería”, es típico ejemplo de extensión, de fragilidad, pobreza en relación a su adherencia con un metal.
La imagen como representación tipológica de la degeneración humana:

El Señor utilizó la imagen de un hombre para representar a la historia de la humanidad comenzando con el dominio imperial de babilonia, específicamente con el reinado de Nabucodonosor, con el esplendor, hegemonía, extravagancia, opulencia que muestra el oro fino, sucesivamente los imperios tuvieron una decadencia cada vez mas ínfima, pero en qué aspectos, sencillamente en su riqueza material y espiritual, la degeneración moral y el apartamiento de los principios divinos fué sucesivo, y esto continuará como predijo el Señor, que sería semejante a los días de Noé. “En la historia de las naciones el que estudia la Palabra de Dios puede contemplar el cumplimiento literal de la profecía divina. Babilonia, al fin quebrantada, desapareció porque, en tiempos de prosperidad, sus gobernantes se habían considerado independientes de Dios y habían atribuido la gloria de su reino 368 a las hazañas humanas. El reino medo-persa fue objeto de la ira del Cielo porque en él se pisoteaba la ley de Dios. El temor de Jehová no tenía cabida en los corazones de la vasta mayoría del pueblo. Prevalecían la impiedad, la blasfemia y la corrupción. Los reinos que siguieron fueron aun más viles y corruptos; y se fueron hundiendo cada vez más en su falta de valor moral.” PR. 368

- El oro: Adán en el Edén. Es la edad de oro, ciertamente, de nuestra raza, un inicio sin comparación, la perfección en todo aspecto fue propio para nuestros primeros padres, su naturaleza perfecta, sus designios, inclinaciones, tendencias, pensamientos e imaginaciones fueron fiel reproducción de la voluntad divina. “Cuando el hombre salió de las manos de su Creador, era de elevada estatura y perfecta simetría. Su semblante llevaba el tinte rosado de la salud y brillaba con la luz y el regocijo de la vida. La estatura de Adán era mucho mayor que la de los hombres que habitan la tierra en la actualidad. Eva era algo más baja de estatura que Adán; no obstante, su forma era noble y plena de belleza. La inmaculada pareja no llevaba vestiduras artificiales. Estaban rodeados de una envoltura de luz y gloria, como la que rodea a los ángeles. Mientras vivieron obedeciendo a Dios, este atavío de luz continuó revistiéndolos.” PP. 26, Ecl. 7.29

- La plata: El hombre después de la caída. “Las voces de júbilo, los instrumentos de alabanza se detuvieron cuando nuestros primeros padres sucumbieron ante la tentación de Satanás, desde entonces “Después de su pecado, Adán y Eva no pudieron seguir morando en el Edén… Confesaron que habían perdido todo derecho a aquella feliz morada, y prometieron prestar estricta obediencia a Dios en el futuro. Pero se les dijo que su naturaleza se había depravado por el pecado, que había disminuido su poder para resistir al mal, y que habían abierto la puerta para que Satanás tuviera más fácil acceso a ellos. Si siendo inocentes habían cedido a la tentación; ahora, en su estado de consciente culpabilidad, tendrían menos fuerza para mantener su integridad. Con humildad e inenarrable tristeza se despidieron de su bello hogar, y fueron a morar en la tierra, sobre la cual descansaba la maldición del pecado.” PP. 46

- El bronce: el hombre posdiluviano. En Gén. 6.5, leemos: “El Eterno vio que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo sólo el mal.” La degeneración, corrupción y depravación de la humanidad fue vertiginosa, sobrepasaron los límites de la paciencia, misericordia y tolerancia divina. Se veia decaer una raza tan poderosa. La brillantez, fortaleza y valor de la raza humana era efímera comparado con el “principio”, y analógicamente entre el oro y el bronce.

- El hierro: La humanidad en la era cristiana. La decadencia de la naturaleza humana fue total, los corazones fueron mas duros, insensibles a la influencia de la verdad, los seudos cristianos perseguían tenaz y encarnizadamente a los cristianos sinceros y leales al cielo, la apariencia de piedad e hipocresía es común, la resistencia a las invitaciones del Espíritu Santo es aun entre los que profesan la verdad. Mat. 15.9
- El barro: Los hombres de la etapa del fín. El declive de valores morales y espirituales es alarmante en el tiempo del fin, la fragilidad de los hombres por aceptar la verdad en cualquier forma que se les presente es patente. Existe un abandono tal que casi no se diferencia entre el bien y el mal aun entre los llamados “cristianos”. Mat. 24.12, 13.