El ayuno de Daniel

 

EL AYUNO DE DANIEL. (10.1-3)

Fue revelada palabra a Daniel.

Era típica esta expresión en Daniel para referirse a lo encomendado por el Señor. Ahora se apresta a describir su cuarta gran profecía (caps. 10-12), que aparentemente fue revelada sin previa presentación simbólica, en el lenguaje directo. La cuarta profecía es una explicación más abarcante de los acontecimientos presentados simbólicamente en la visión del capítulo 8.1-14.

Aflicción y ayuno por tres semanas.

Según podemos leer en las referencias que a continuación se indican en paréntesis (Esd. 4.1-5; ver PR 418-419). Se puede deducir el motivo de la aflicción del profeta, aunque no se nos indica expresamente. Por lo tanto estuvo en ayuno, ingiriendo posiblemente alimentos muy sencillos como para mantener su cuerpo.

DANIEL VE A CRISTO. (10.4-10)

Daniel vio a Cristo glorificado y lo describe:

a) Vestido de lino

Estos vestidos son clara evidencia (Apoc. 19.8; Efe. 5.27) De la vida pura, perfecta y sin pecado del Hijo de Dios, lo atestiguan sus 33 años de vida impecable hasta su muerte ignominiosa en la cruz.

b) Ceñido de oro de Ufaz

“No se sabe dónde estaba Ufaz. El nombre aparece en el AT solamente en Jer. 10.9, donde se identifica nuevamente a Ufaz como rica en oro. Algunos han sugerido que es lo mismo que Ofir, lugar famoso por su oro fino (1 Rey. 9.28). Tal identificación no es imposible. Los nombres Ufaz y Ofir son similares cuando se los escribe en caracteres hebreos.” CBA.4:884

c) Su cuerpo como berilo

Este mineral es poco identificado en las Escrituras, sin embargo debe referirse a la belleza incomparable del ser celestial revelado a Daniel, Jesús.

d) Su rostro como un relámpago

Sin duda, se refiere al resplandor extraordinario de Jesucristo, Daniel encuentra esta representación idónea para describir la magnificencia del ser Divino.

e) Sus ojos como antorchas de fuego

En Apoc. 1.14, se encuentra una descripción semejante. Esto debe dar a conocer la grandeza indescriptible de la segunda persona de la Deidad en toda su gloria y esplendor, así como la aguda visión, penetrante y escrutadora del Hijo de Dios, que todo lo conoce.

f) Sus pies como de bronce bruñido

Igualmente en Apoc. 1.15, tenemos algo semejante. Este material es brillante y hermoso y firme, aparente descripción que se hace del mismo ser que se está explicando. Todo indica el despliegue extraordinario de gloria, poder y belleza de Cristo.

g) Sus palabras como estruendo de multitud

Es evidente que se refiere a la voz potente, sin comparación de Jesús, que puede ser entendida y escuchada por todos, sin necesidad de ayuda externa.
· Juan también contempló a Jesús con características semejantes: Apoc. 1.12-17.
Ambos profetas tuvieron las mismas revelaciones y por lo tanto nos ofrecen las mismas descripciones respecto a la gloria y resplandor de Jesucristo.


No quedó fuerza en Daniel (10.8).

En el libro de Apoc. 1.17. El profeta cae como muerto, y a Daniel no le quedó fuerzas, son claras descripciones de los siervos de Dios, escogidos para esta actividad sagrada, cuando eran arrebatados en visión.
Daniel cae por tierra (10.9).

Esto nos quiere decir su total desvanecimiento sin energía alguna.
Le toca una mano y se incorpora (10.10).

Podemos comparar con Eze. 2.2; 3.24; Apoc. 1.17. Sin lugar a dudas que la mano es de Gabriel (PR 418-419).