Las bestias

 

LA PRIMERA BESTIA

Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en los cuernos diez diademas, y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad (13:1,2).

Tanto en Daniel como en el Apocalipsis una bestia siempre representa un estado político, nunca una persona. Pero cada rey, emperador o gobernante, en su tiempo, representa esa nación. Primeramente tenemos que ver que esta bestia sale del mar, que representa “naciones, pueblos y lenguas”. El mar donde se mueve toda la historia bíblica es el Mediterráneo, o “la gran mar”. Así que no tenemos que buscar a la bestia fuera de esa área.

El animal descrito en esta visión es mixto, o sea, tiene parte de tres animales distintos: león, leopardo y oso. Este no es un símbolo apocalíptico nuevo, ya que en Daniel 2, la estatua que soñó Nabucodonosor era de cuatro metales distintos. Esto nos obliga a ir a Daniel 7, donde vemos cuatro bestias que se relacionan con la bestia de Apocalipsis 13.

Las Cuatro Bestias de Daniel 7

El profeta vio a un león, y el ángel le dice que representa a Babilonia, que en el año 606 AC llegó a ser un gran imperio. Las dos alas son símbolo de celeridad. Con Nabucodo- nosor, Babilonia llegó al cenit de su gloria y riqueza. Muerto el rey, le sucedió en el trono su yerno Nabonido. Este puso a reinar en la ciudad de Babilonia a su hijo Belsasar. Este joven, amante de las fiestas y el vino, debilitó el imperio. Por eso la profecía pone al león perdiendo sus alas y recibiendo un corazón de hombre. Si un hombre con corazón de león es uno fuerte y valiente, un león con corazón de hombre es uno debilitado. El capítulo 5 de Daniel se presenta la fiesta de Belsasar, y la caída de Babilonia, evento histórico que sucedió en el año 538 AC.

La segunda bestia es como un oso con tres costillas en la boca y representa el reino unido de los Medos y los Persas. Aunque los muros de Babilonia parecían inexpugnables, el ejército invasor desvió el cauce del río Éufrates, y por el lecho seco que cruzaba la muralla, los ejércitos Medo-Persas lograron la caída de Babilonia.

La tercera bestia era como un leopardo con cuatro alas y cuatro cabezas. La interpretación del ángel era que esa bestia representaba al imperio Griego. En el año 331 AC. las tropas griegas al mando de Alejandro Magno, derrotaron a los Persas en Arbelas.

Hasta aquí las tres partes de la bestia de Apocalipsis 13. Pero las bestias son cuatro. La cuarta era una que no tenía parecido a animal alguno. El profeta la describe como una “bestia espantosa y terrible”. Esta bestia es un símbolo de Roma, que en el 168 AC. pasó a ser el reino más poderoso y duradero. La bestia de Apocalipsis 13 es una combinación de las tres primeras. Juan no ve rasgos de esta bestia porque sencillamente, ella representa al imperio reinante en sus días y está íntimamente relacionada con la cuarta bestia de Daniel 7. Mientras la cuarta bestia es destruida, a las tres primeras se les prolongó la vida “hasta cierto tiempo” (Daniel 7:12). Esa es otra razón por la cual la bestia de Apocalipsis 13 tiene parte de las tres primeras.

El Cuerno Pequeño

Hay un detalle interesante en la cuarta bestia. Esta tiene 10 cuernos, que representan las naciones que se formaron en el territorio del imperio romano, después de su caída en el 476 DC. Luego aparece entre los cuernos otro cuerno pequeño, que crece y crece hasta hacerse mayor que los otros. Este cuerno tiene ojos y boca que hablaba grandezas y quitó tres de los primeros cuernos.

Después que el ángel le da a Daniel una explicación general de las bestias, el profeta insiste en que se le dé más detalles sobre la cuarta bestia y el cuerno que crece. El ángel le dice:

La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será más grande que todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, y la hollará, y la despedazará. Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes, y tras ellos se levantará otro, el cual será mayor que los primeros, y a tres reyes derribará. Y hablará palabras contra el altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley: y entregados serán en su mano hasta tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo (Daniel 7:23-25).

Estos versos de Daniel son paralelos a las características de la bestia de Apocalipsis 13. Veamos otros detalles dados en los primeros dos versos de Apocalipsis 13. La bestia tiene diez cuernos, los cuales son los mismos de la cuarta bestia de Daniel 7, o sea, las 10 naciones que se formaron luego de la caída de Roma.

Veamos las similitudes del cuerno de Daniel y la bestia de Apocalipsis:

EL CUERNO DE DANIEL 7 LA BESTIA DE APOCALIPSIS 13

Hablará palabras contra El Altísimo (verso 25) 
A los santos del Altísimo quebrantará (verso 25) 
Y entregados serán en mano hasta tiempo, tiempos y la mitad de un de un tiempo (verso 25) 3 ½ años = 1260 días[años]

Y abrió su boca en blasfemias contra Dios (verso 6). 
Y le fue dado hacer guerra contra los santos y vencerlos (verso 7) 
Y le fue dada potencia de cuarenta y dos meses (v. 5) 42 X 30 = 1,260 días (años)

Hay una característica de la cuarta bestia de Daniel 7 que no aparece en la bestia apocalíptica. Esta es el atrevimiento de mudar “los tiempos y la ley”. Esta obra del Anticristo hay que destacarla, pues es una de las cosas más terribles que este poder se ha atrevido a ejecutar.

No cabe la menor duda que tanto Daniel como Juan están escribiendo sobre el mismo poder.

Las Siete Cabezas

Las siete cabezas de la bestia hay que descifrarlas con detalles. Donde único se presenta una explicación del significado de estas cabezas es en Apocalipsis 17, donde aparece otra bestia, la cual, como esta que estamos estudiando, tiene características similares al dragón del capítulo 12. Como vimos al explicar la caída de Lucifer en el capítulo anterior, los aliados especiales de Satanás son a menudo presentados con sus mismas características. Veamos la interpretación de las cabezas:

Aquí hay mente que tiene sabiduría. La siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se asienta la mujer. Y son siete reyes. Los cinco son caídos, el uno es, y el otro aun no es venido (Apocalipsis 17:9,10).

Juan escribió en el año 96 DC. En ese tiempo el imperio reinante, o el que “es” se refiere a Roma pagana. Los cinco “caídos” son: Egipto, Asiria, Babilonia, Medo-Persia y Grecia. El que “aún no es venido” es el Anticristo.

La bestia o Anticristo existe desde el principio del mundo, porque, antes que ningún poder político, el Anticristo es Satanás. Pero él ha usado siempre a los poderes políticos contra Dios y su pueblo. En ese sentido, podemos considerar a Egipto como la primera bestia.

Egipto fue el primer imperio que cautivó al pueblo de Dios. Alguien podía preguntar por qué Daniel pone en primer lugar a Babilonia. Sencillamente, porque Babilonia era el poder reinante en su tiempo. En el capítulo 8, Daniel dice que tuvo la visión, “en el año tercero del rey Belsasar”, que corresponde al año 538 AC, o sea el último año de Babilonia como poder mundial. Ese mismo año, Babilonia cayó en mano de los Medo-Persas, y “Darío de Media tomó el reino” (Daniel 5:31). Por eso el profeta pone en conflicto a los reinos de Persia y Grecia, representados por el carnero y el macho cabrío, en la visión del capítulo 8.

Asiria es la segunda cabeza, lo que quiere decir que, en su tiempo, ese imperio era la bestia o Anticristo. Fueron los Asirios quienes desafiaron al Dios de los Hebreos y el reino que llevó cautivo a Israel.

La tercera cabeza de la bestia apocalíptica es Babilonia. En el libro de Daniel vemos que este imperio fue el que cautivó al reino del Sur, Judá. El capítulo 3 de Daniel muestra como el rey de Babilonia hizo una inmensa estatua de su dios y obligó a todos a adorarla, aunque halló resistencia de parte de los tres jóvenes hebreos. Recordemos que Babel fue el lugar donde se erigió la torre con el propósito de desafiar a Dios. Desde entonces Babilonia ha sido símbolo de idolatría y hechicería.

Fue en Babilonia que se originó la llamada astrología científica. El primer horóscopo data del año 410 AC.  Desde entonces esta pseudo ciencia ha llenado el mundo y en nuestros días se ha hecho muy popular y ha enriquecido a los astrólogos farsantes. Ningún otro reino ha sido tan terrible como Babilonia, al punto que su nombre está asociado a la hechicería, la idolatría y a todas las ciencias ocultas. La “ramera” de Apocalipsis 17 tiene por nombre “Babilonia la grande, la madre de las rameras y las abominaciones de la tierra”.

La cuarta cabeza es Medo-Persia. Este imperio que siguió a Babilonia continuó el cautiverio del pueblo de Dios. Bajo este imperio, surgieron reyes que de alguna forma fueron benignos con los Judíos. Destacamos a Ciro, Darío y Artajerjes. Vemos su obra en los libros de Esdras, Nehemías, Ester y Daniel. Pero no todo fue color de rosa para os Judíos. Los Persas no siempre favorecieron a los hijos de Israel. Lo más triste es como esa cultura afectó a los Judíos.

La quinta cabeza es Grecia. Fue bajo este imperio que Antíoco Epífanes emprendió una persecución contra los Judíos, provocando la rebelión de los Macabeos. La religión griega, con sus múltiples dioses y diosas, se impuso en el mundo. Los Romanos adoptaron los dioses griegos, aunque poniéndole nombres latinos.

Roma es la sexta cabeza. Ningún otro reino fue tan cruel como Roma. Primero con los Judíos y luego con los cristianos. Al igual que Antíoco, los romanos profanaron el templo de Jerusalén. Nerón fue el primer emperador que la emprendió contra los cristianos. Le siguieron, Domiciano, Trajano, Adriano, Marco Aurelio y Diocleciano, entre otros. Por más de dos siglos, Roma destruyó a cerca de un millón de cristianos.

La séptima cabeza es el último Anticristo, sucesor de Roma pagana. Este reino es el más largo de todos, ya que comenzó en el siglo 6to. y perdurará hasta que Cristo venga y se enfrente cara a cara con él (Apocalipsis 19:19).

Al final del verso 2 del capítulo 13, dice que “el dragón le dio (a la bestia) su poder, y su trono, y grande autoridad”. El “dragón”, aunque es símbolo de Satanás, también puede representar a los más fuertes aliados de él. Aquí representa a Roma pagana, quien cedió su trono al Anticristo.

El capítulo 17 de Apocalipsis menciona un octavo, “que es de los siete”, lo cual representa el reavivamiento del Anticristo, luego de su “herida de muerte”. Esos detalles serán presentados en el comentario del mencionado capítulo.

Los Diez Cuernos

Luego de la caída de Roma en el año 476, las diez tribus bárbaras se dividieron el territorio del imperio. Estas fueron las naciones que formaron la Europa occidental, representada por lo diez cuernos de la bestia:

Muchos han tratado de interpretar el significado de la bestia o Anticristo. Algunos teólogos católicos y protestantes han asociado a la bestia con Roma o alguno de sus emperadores, especialmente a Nerón. El problema con esta interpretación es que la bestia cuarta de Daniel 7 representa a Roma, así que el cuerno no puede ser el mismo imperio. Algunos de estos religiosos también han tratado de interpretar a la cuarta bestia de Daniel 7 con Antíoco Epífanes. Imposible, ya que Cristo pone a la “abominación espantosa”, la cual es el mismo Anticristo, como que vendrá en algún momento durante la era cristiana (Mateo 24:15).

Hay quienes han identificado a la bestia con Hitler, el Comunismo, Ronald Wilson Reagan (por tener tres nombres con 6 letras), y a muchos otros. La mayoría de los evangélicos, sobre todo los pentecostales, dicen que el Anticristo o la bestia ha de surgir en el tiempo de la gran tribulación, luego del “rapto”. Fallan también, ya que Pablo habla del “hombre de pecado”, que ellos mismos dicen que es el Anticristo, como un personaje que ha de venir antes de la segunda venida de Cristo (2 Tesalonicenses 2:1-4). Entonces,

¿Quién es ESTA PRIMERA Bestia?

La bestia o Anticristo es la institución del papado. Para muchos esto es extraño y habrá quien piense que estamos obrando con prejuicios religiosos. Pero antes de que me juzgue, lea a continuación las características de la bestia y como el papado las cumple todas.

  1. Saldría de Roma, Luego de su caída
  2. El dragón le dio su poder y su trono
  3. Relación de la Bestia con los 1ros. Tres Reinos
  4. Quitará Tres Reinos
  5. Blasfemias Contra Dios
  6. Blasfemaría el Santuario
  7. Perseguiría a los Santos
  8. Cambiará la Ley de Dios
  9. Su Hegemonía Duraría 1,260 años
  10. Sería Herida y Sanaría
  11. Su Nombre Suma 666

1. Saldría de Roma, Luego de su caída

El cuerno que crece entre los diez, surge luego que estos se establecen en lo que fue el imperio romano. Roma cayó bajo los bárbaros en el 476 DC. y el papado, tal como lo conocemos hoy, surgió en el 538 DC. por un decreto de Justiniano el grande.

2. El dragón le dio su poder y su trono

Para el año 330, Constantino mudó la capital del imperio para el Bósforo, y llamó su ciudad Constantinopla. La razón era que Constantino quería ostentar los títulos que le confería su rango de emperador. Además de rey temporal, los Césares ostentaban el título de dios que tenía que ser adorado y pontífice máximo (Pontifex Maximus) de la religión del imperio. Como no quería rivalizar con su amigo Silvestre, obispo de Roma, Constantino decidió mudar la capital y así dejar a Silvestre como amo de la antigua ciudad de Roma. (Vea Apéndice) Tenemos que recordar que para el año 800, el día de navidad, el papa coronó a Carlomagno como emperador del “Santo Imperio Romano”. Todos los reyes de Europa eran súbditos del papa. (Vea Apéndice.)

3. Relación de la Bestia con los 1ros. Tres Reinos

La bestia tiene parte de león, parte de oso y parte de leopardo, lo que representan los reinos de Babilonia, Medo Persia y Grecia. ¿Qué tiene el papado y la iglesia que él encabeza de Babilonia? La idolatría. Aunque los católicos dicen que no adoran a los santos ni a sus imágenes, sino que las veneran, nos gustaría preguntar, ¿Cuál es la diferencia entre adorar y venerar? Si a las estatuas y pinturas de los santos se les reza, se les canta, se les dedican novenas, se les prenden velas, se las pasean en procesiones y se les atribuyen milagros, si eso no es adoración, ¿qué es entonces?

El culto mayor se le tributa a María la madre del Salvador. Se le ha llamado abogada, mediadora, redentora, y tantos otros nombres que pertenecen a Cristo. Se le llama “madre de Dios”. ¿Cómo es posible? ¿Existe ella antes que Dios? Lo que ella dio a luz fue la humanidad de Cristo, pues su divinidad estaba con Él desde la eternidad. Piense: si usted le ora a Dios y simultáneamente hay miles orando a Él, Dios, por su omnipresencia escucha a todos. Y si la oración es a María, y ella estuviera viva en el cielo, ¿podría ella escucharla? Cierto que no, pues ella no tiene la omnipresencia. Ella no es Dios.

Alfonso de Ligorio, canonizado por la Iglesia Católica, escribió un libro en dos tomos, titulado “Las Glorias de María”. No hay una página en este libro que no contenga una blasfemia al conceder a María todos las características de Dios, el Padre y de Jesucristo. Basta leer esta cita del tomo 1ro., página 20: “Todas las gracias sólo por mano de María se dispensan, y que todos los que se salvan no lo consiguen sino por la mediación de esta divina Madre, por necesaria consecuencia puede decirse, que de elogiar a María, y de la confianza en su intercesión, depende la salvación de todos.” (Vea Apéndice)

El culto a María es una combinación del culto a la diosa romana Cybele; la diosa griega Hera, esposa de Zeus; la diosa Atenea, llamada también la diosa virgen; y otras diosas de las antiguas civilizaciones, partiendo de Babel.

La bestia también tiene parte de Medo Persia. De esta nación, el romanismo tiene el domingo, que, aunque se le dio el nombre de “día del Señor”, ya antes de nacer Cristo, los Persas dedicaron el primer día de la semana a su dios Mithra, asociándolo con el sol. El mitraísmo entró en Roma desde temprano, pero fue Constantino el que contribuyó más a su culto. En el edicto del 321, el emperador llama al primer día de la semana “el venerable día del sol”, nombre que aún hoy persiste en los idiomas inglés y alemán (Vea Apéndice). Él era devoto de Apolo, dios del sol griego, y le fue fácil asociarlo con Mithra, dios del sol de los Persas.

De Grecia, el papado tiene la creencia en la inmortalidad del alma. Si la Biblia establece que el hombre es mortal (Isaías 51:12) y que el único inmortal es Dios (1 Timoteo 1:17), entonces, ¿de dónde vino la doctrina de la inmortalidad del alma? En tiempos tan remotos como Babel, ya se había difundido esta idea, pero fue en Egipto que cobró más fuerza, mediante El Libro de los Muertos. Platón, el sabio griego, estudió en la gran logia blanca de Egipto, donde bebió de estos conceptos misteriosos. Al regresar a Grecia, él enseñaba en su academia todas estas cosas y escribió varios tratados. En uno de ellos, La República, presenta la parábola de la caverna, de donde proviene el concepto medieval de que “el cuerpo es la cárcel del alma”.

El libro de Platón que más refuerza la doctrina de la inmortalidad del alma es El Fedón. En esta obra, el filósofo describe con lujo de detalles las últimas palabras del sabio Sócrates antes de beber la cicuta, que segaría su vida. Aunque parezca extraño, los maestros religiosos del Medioevo creían más en los sabios griegos que en los profetas de la Biblia. El neo platonismo era de las principales materias en los cursos de la universidades de la Edad Media y aún hoy se enseña a Platón como si fuera un profeta de Dios.

4. Quitará Tres Reinos

Para fines del siglo 3ro. y comienzos del 4to. hubo un cisma en la iglesia romana. Arrio, sacerdote de Alejandría, se levantó con la doctrina de que Cristo no es Dios y que el Espíritu Santo no es personal. Esto causó grandes controversias en la iglesia. Pero el sacerdote rebelde ganaba popularidad y miles le seguían.

El culto arriano era atractivo a las masas, pues sus cánticos eran rítmicos y sus predicaciones fogosas. Aunque el concilio de Nicea condenó sus doctrinas, el arrianismo siguió creciendo aun después de la muerte de su líder. El arrianismo entró hasta la casa del emperador, ya que Constancio, hijo de Constantino aceptó lo conceptos arrianos.

Para comienzos del siglo 6to. ya los arrianos habían conquistado a los Hérulos, los Vándalos y los Ostrogodos y amenazaban con arropar a Europa. El emperador de Oriente, Justiniano, había dado un decreto en el 533, elevando al obispo de Roma sobre los otros cuatro obispados, a saber: Jerusalén, Antioquía, Constantinopla y Alejandría.

Sintiéndose rodeado por arrianos, el papa no pudo ejercer su puesto. Hubo cruentas luchas entre católicos y arrianos (Vea Apéndice) y, finalmente, en el 538 cayeron los Ostrogodos, el último baluarte arriano, y entonces el obispo de Roma comenzó su hegemonía. Los tres cuernos cayeron dando paso al “misterio de iniquidad”.

La profecía indica que a la bestia:

También le fue dada potencia sobre toda tribu y pueblo y Lengua y gente (13:7).

La hegemonía papal no se limitó a la gente común de los pueblos, también dominaba sobre los reyes y emperadores de toda Europa. Pueden verse a menudo, en cuadros y en tapices, al papa coronando a los reyes, como en el caso de Carlomagno.

Cuando el emperador Enrique IV de Alemania quiso enfrentarse al papa Hildebrando (Gregorio VII), éste fue excomulgado. Los príncipes le negaron obediencia y el pueblo obligó al rey a excusarse con el pontífice romano. Por condiciones del papa, Enrique tuvo que presentarse en Canosa, Francia, donde Hildebrando vacacionaba, a rogar por el perdón papal. Tenía que ir descalzo en pleno invierno y así lo hizo el rey. Esta humillación de Enrique IV es un ejemplo del poder absoluto del papa en la Edad Media y hasta los tiempos del Renacimiento.

5. Blasfemias Contra Dios

Y le fue dada hablaba grandes cosas y blasfemias… (13: 5)

Daniel 7: 25, hablando del cuerno, dice: “Y hablará palabras contra el Altísimo.” Muy pocos creerían que el papado es capaz de blasfemar a Dios. Pero las pretensiones papales, a lo largo de la historia son muchas. La Promthta Bibliotheca, diccionario católico con todas las licencias, escrito por Lucio Ferraris, dice, con relación a la triple corona papal: “Así que el papa es coronado con una triple corona, como rey del cielo y de la tierra y de las regiones inferiores (infernorum)”. (art. 2, Vol. 6., Venecia: Gaspar Stori, 1772, pag. 26.) (Vea Apéndice.)

Veamos estas palabras dichas al papa: “Porque tú eres el pastor, tú eres el médico, tú eres el director. tú eres el padre de familia; finalmente, tú eres otro Dios en la tierra.” (Oración de Cristóbal Marcelo, en el Quinto Concilio Laterense, sesión IV, [1512] en Mansi SC, Vol. 32, columna 761. Latín)

Los tres títulos más comunes del papa son: Santo Padre, Sumo Pontífice y Representante de Cristo. Veamos qué dice la Biblia al respecto:

SANTO PADRE / DIOS, EL PADRE
“Y vuestro padre no llaméis a nadie en la tierra, porque uno es vuestro padre, el que está en los cielos.” Mateo 23:9

SUMO PONTÍFICE / DIOS, EL HIJO
“Por tanto, teniendo un gran Pontífice, que penetró los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.” Hebreos 4:14

REPR. DE CRISTO / DIOS, EL ESP. SANTO
“ Más el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará.” Juan 14:26

Como podemos ver, estas blasfemias van contra la Santa Trinidad.

6. Blasfemaría el Santuario

Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre y su tabernáculo y a los que moran en el cielo (13:6).

El Santuario o tabernáculo era el centro del culto hebreo. Sus sacrificios, su sacerdocio y las fiestas apuntaban hacia el Evangelio. Por lo tanto, en el Nuevo Pacto, el Santuario que está en vigencia es el celestial, ya que Cristo, con su muerte en la cruz y su sacerdocio eliminó todas las leyes ceremoniales y el culto del templo.

El Santuario es símbolo del Evangelio. ¿De qué forma el papado blasfema el Santuario? Al instituir la misa y decir que esta es el mismo sacrificio que el de Cristo en la cruz (Vea Apéndice). El asunto de la transubstanciación ha llegado al colmo al indicar que el sacerdote es “creador de su Creador” al celebrar la eucaristía (Vea Apéndice). Otra forma de blasfemar el Santuario es decir que el individuo se salva por obras o dinero. Si creen que ya eso no se practica en el romanismo basta ver un cartel que pusieron frente al Asilo de Envejecientes de Puerta de Tierra, en San Juan de Puerto Rico, el cual decía: “Invierta aquí y gánese el cielo.” Al ver el cartel le tomé varias fotos. Pareciera que se dieron cuenta y a los pocos días el letrero desapareció.

También las indulgencias blasfeman a Dios al indicar que estas son satisfacciones que la virgen y los santos ganaron, sin necesitarlas, y que la iglesia la aplica a los fieles (Vea Apéndice). En los tiempos de Lutero, dos monjes dominicos fueron por Alemania vendiendo indulgencias. Por una bula del papa Julio II, se permitió venderlas para conseguir dinero para la edificación de la Basílica de San Pedro. Tetzel y Sansón indicaban al pueblo que al comprar las indulgencias, podían librar a las almas de sus difuntos de las penas del purgatorio y que los pecados cometidos, presentes, pasados y futuros eran cancelados. Estos traficantes de indulgencias llevaban un cartel que decía: “La moneda en el cofre cayendo, y el alma del purgatorio saliendo."

7. Perseguiría a los Santos

“ … a los santos del Altísimo quebrantará (Daniel 7:25)”.

“… y le fue dado hacer guerra contra lo santos y vencerlos (Apocalipsis 13:17)”.

Roma pagana se ensañó contra los cristianos y en dos siglos mató a cerca de un millón de ellos. Pero las matanzas y torturas de la Roma papal sobrepasaron a la de los paganos (Vea Apéndice). La era de persecuciones culminó con el establecimiento de la Inquisición, en la Edad Media, originada, permitida y apoyada por varios papas (Vea Apéndice). La Inquisición fue muy cruel, sobre todo en España, donde miles fueron quemados en la estaca. Varias cruzadas fueron llevadas a cabo. La peor fue posiblemente la masacre de San Bartolomé.

La reina Catalina de Medicci decidió exterminar a los Hugonotes, y para ello se valió del Duque de Guisa. Los Hugonotes fueron sorprendidos la noche de San Bartolomé, el 24 de agosto del 1572. Los ejércitos de Guisa no perdonaron ni a niños, ni a ancianos, ni a mujeres. Según algunos historiadores, los muertos esa noche llegaron a 50,000. Fuentes católicas dicen que fueron 2,500. La campaña siguió por una semana aumentando el número de muertos. Una misa pública “Te Deum” fue celebrada para agradecer a Dios la muerte de los “herejes”. El papa mandó a acuñar una medalla para conmemorar la masacre. En la misma se pueden ver ángeles con espadas matando a los hugonotes, como indicando la aprobación de Dios (Vea Apéndice).

Mentes diabólica se solazaban en inventar instrumentos de tortura. Los castigados ansiaban la muerte, para dejar de padecer los tormentos. La hoguera fue el instrumento más usado. En Sevilla era común ver los famosos “autos de fe”, donde la quemazón de los “herejes” era una fiesta de pueblo.

La Iglesia Católica cree y fomenta la libertad religiosa cuando está en minoría en países protestantes, musulmanes o de otras ideologías religiosas, pero cuando ella es mayoría le niega ese derecho a las otras iglesias (Vea Apéndice). La iglesia ha llegado al colmo al decir que “la intolerancia dogmática en materias de la verdad religiosa no es meramente un derecho, pero un deber sagrado”. (Vea Apéndice)

8. Cambiará la Ley de Dios

“… y pensará cambiar los tiempos y la ley” (Daniel 7:25).

Los Diez Mandamientos de la ley de Dios fueron promulgados por Dios desde el Monte Sinaí y escritos por su propio dedo en las dos tablas de piedra (Éxodo 31:18). Esa ley sagrada ya existía, pero Dios la codificó y la entregó a su pueblo para que rigiera su conducta por ella. El Altísimo ha declarado que su Ley es perfecta (Salmo 19:7). También ha dicho: “No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios” (Salmo 89:34 ). Son muchas las veces que el Señor nos habla respecto a su ley, sin embargo, hay una rebelión natural hacia los mandamientos de Dios, aun entre los llamados cristianos. Eso es lo que Pablo nos aclara: “Por cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede” (Romanos 8:7). Y antes dijo: “La ley es espiritual, mas yo soy carnal, vendido a la sujeción del pecado” (Romanos 7:14).

Como Dios sabe que el ser humano es débil, nos dio su gracia, para que podamos ser obedientes a su Palabra. En el nuevo pacto, antes que nos aventuremos a prometer obedecer, Dios nos dice: “pondré mi ley en sus entrañas, y la escribiré en sus corazones…” (Jeremías 31:33) Por Ezequiel, el Señor añade: “Pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis mandamientos…” (36:27) Al contar con la ayuda del Cielo, podemos ser más que vencedores en la lucha contra el mal.

¿Será posible que entidad alguna se atreva a cambiar la ley de Dios? La profecía apunta hacia el Anticristo haciendo esto. Basta mirar los diez mandamientos en el catecismo de la iglesia católica y compararlo con la misma Biblia católica. Vea los cambios hechos en la ley de Dios en la página 216. Note que el primer mandamiento cambió. Más bien usaron el texto de Deuteronomio 6:5 y no las palabras expresas de Jehová en el Decálogo. El segundo mandamiento fue eliminado por razones obvias: la iglesia usa imágenes para su culto. El tercero, que es cuarto en la ley verdadera, reza: “Santificar las fiestas”. Al explicar el mandamiento más adelante, el catecismo dice que esa fiestas son el domingo y los días festivos que la iglesia ha establecido. Con la eliminación del segundo, quedan sólo nueve mandamientos y hay que buscar uno para partir en dos. El único que se prestaba, por lo extenso, es el décimo, que prohíbe el codiciar la casa, la esposa, y los bienes del prójimo. Con astucia bien fraguada, la iglesia romana dividió este último mandamiento en dos: “No consentirás pensamientos ni deseos impuros” y “No codiciar los bienes ajenos”.

Yo pregunto a los católicos estudiosos y sinceros: ¿Puede usted ver lo absurdo de este cambio? El sexto mandamiento dice: “No cometerás actos impuros”. El noveno dice: “No consentirás pensamientos ni deseos impuros.” ¿No cree usted que es una repetición? Confío que, como yo, cada uno pueda ver los cambios que se han hecho en la sagrada ley de Dios.

LOS 10 MANDAMIENTOS
SEGÚN LA BIBLIA CATÓLICA / / SEGÚN EL CATECISMO

La profecía de Daniel 7:25 dice que la bestia, no sólo pensaría en cambiar la ley, sino, además, los tiempos. Es interesante notar que el único mandamiento que tiene que ver con tiempo es el cuarto, que ordena reposar en el séptimo día. ¿Se levantó el romanismo contra el cuarto manda- miento? Si, y lo peor del caso es que se jacta de haberlo hecho con la supuesta autoridad que les dio el Señor. Fue Lucio Ferraris, en su diccionario que indicó que el papa puede modificar la ley divina (Vea Apéndice).

Antes de que Jesús naciera, ya los persas guardaban el primer día de la semana en honor a su dios-sol, Mithra . Constantino, el 7 de marzo del 321 AD. decretó que todos en su imperio habían de descansar en “el venerable día del sol”, el 1er. día de la semana. Luego la iglesia católica, a fines del siglo 4to., en el Concilio de Laodicea, hizo el cambio definitivo (Vea Apéndice). Hoy tratan de justificar el cambio, diciendo que tienen escritos de los siglos segundo, tercero y cuarto donde los “padres de la iglesia” indican que se reunían en el “día del Señor” o domingo. Pero, aun si esos documentos fueran genuinos, ¿qué autoridad tenían ellos de cambiar el mandamiento de Dios? ¿Dónde dice la Biblia que hay otra ley? ¿Dónde , en los Escritos Sagrados, hay orden de Dios para divorciar el cuarto mandamiento de los otros? Todavía es peor el hecho de que son los protestantes, los que pretenden regirse “por la Biblia y la Biblia sola”, que defienden más ardientemente el domingo pagano. La iglesia romana se burla de ellos y les dice que al observar el domingo están dándole homenaje a la autora del cambio: la Iglesia Católica romana (Vea Apéndice).

Al cambiar el cuarto mandamiento, Roma altera toda la ley, ya que este es el único mandamiento que identifica al Dador de la ley como el Creador del universo. Es el único mandamiento que tiene que ver con tiempo. La profecía lo indicó antes que sucediera: el Anticristo “pensaría en mudar los tiempos y la ley”.

9. Su Hegemonía Duraría 1,260 años

“…y entregados serán en su mano: hasta tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo (Daniel 7:25)”.

“…Y le fue dada potencia de obrar cuarenta y dos meses” (Apocalipsis 13: 5).

Estas cifras, aunque se presentan en palabras distinta son una misma. Tiempo es igual a un año, tiempos son dos años y medio tiempo es medio año. Total son tres años y medio. A razón de 360 días por año, según el calendario hebreo, tenemos entonces 1,260 días. Cuarenta y dos meses, a 30 días por mes, son también 1,260 días. Como en profecía los día representan años, tenemos 1,260 años. Este es el tiempo que el Anticristo gobernaría todo y seguiría su obra de engaño y persecución. Es posible que algunos rechacen las evidencias históricas y teológicas que he expuesto hasta aquí, pero esta que tiene que ver con el tiempo de la hegemonía del Anticristo es demasiado clara para ser rechazada.

¿ Cuando se inicio, el periodo de los 1260 años o 42 meses?

El punto de partida de esta parte de la profecía es el año 538, cuando, derrotados los Ostrogodos, el obispo de Roma pudo aceptar el título que le confirió Justiniano: “Cabeza de las iglesias y corrector de los herejes”. Al añadir 1,260 años al 538, llegamos al 1798.

¿Qué sucedió en 1798  que justifique el fin de la hegemonía papal?

Era el tiempo de Napoleón Bonaparte, quien estaba la cabeza del imperio francés. Las relaciones con la sede papal no eran buenas y llegaron al punto en que los franceses decidieron tomar el Vaticano. El ejército francés, a cargo del general Berthier, tomó preso al papa Pío VI, el 10 de febrero del 1798. Lo encadenaron y lo presentaron por algunas ciudades italianas. Lo condujeron hasta Francia en un viaje muy penoso, ya que el papa estaba anciano y enfermo. Llegaron hasta Valence, donde Pío VI murió al año siguiente.

El gobierno francés declaró abolido el papado. Unos 32 cardenales, reunidos en Venecia nombraron a Bernabé Chiaromonti, con el nombre de Pío VII, para llenar la vacante. Pero esta vez el papado no era como antes. La arrogancia y las pretensiones de dominio fueron dejadas a un lado. El papa era “el preso del Vaticano”. El 1798 marcó el fin de la hegemonía papal. La profecía de tiempo se cumplió.

10. Sería Herida y Sanaría

Y vi una se sus cabezas como herida de muerte, y la llaga de sus muerte fue curada: y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia. Y adoraron al dragón que dado la potestad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante a la bestia, y quién podrá lidiar con ella (13:3,4)?

Es pues evidente que la cabeza papal fue la que resultó herida de muerte y cuya herida mortal fue curada. Recibir la herida corresponde a ir en cautividad. (Apocalipsis 13:10.) Fue infligida la herida cuando el papa fue llevado prisionero por el general francés Berthier y el papado fué abolido por un tiempo en 1798. Despojado de su poder civil y eclesiástico, el papa cautivo, Pio VI, murió en el destierro en Valencia en Delfinado, Francia, el 29 de agosto de 1799.

El acto de los franceses de abolir el papado, no duró mucho tiempo. Para julio del 1801, Napoleón hizo un concordato con el Vaticano. Pero la pompa y poder del papa estaba ya eclipsado. Para el 1780, el papado había perdido los estados pontificios por el rey Víctor Manuel.

Pero la herida mortal empezó a curarse cuando el papado fué restablecido, aunque con menos poder que anteriormente, por la elección de un nuevo papa, el 14 de marzo de 1800.

Pero el 11 de febrero del 1929, el papado dio señas de recuperación con el tratado de Letrán, nombrado así por ser firmado en la iglesia de San Juan de Letrán en Roma. El cardenal Gaspari, representando al papa Pío XI, y el primer ministro italiano Benito Mussolini, representando al rey Víctor Manuel III, firmaron el concordato que daba autonomía plena al Vaticano, como un estado separado del gobierno italiano. Además, el gobierno italiano entregaba al Vaticano la suma de 8 ½ millones de libras en efectivo y 11 millones de libras en bonos del estado italiano como restitución “por el daño material por la pérdida de los estados pontificios”.

Lo demás es historia conocida: los muchos viajes papales, los apoteósicos recibimientos de parte de los países y la mediación papal en casos políticos, son una muestra más que clara de como ha sanado su “herida”. El papado tiene hoy más prestigio que en su mayor gloria en la Edad Media y el Renacimiento.

11. Su Nombre Suma 666

Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia; Porque es el número de hombre: y el número de ella es seiscientos sesenta y Seis (13:18).

Hemos saltado al último verso del capítulo 13 para redondear las características del Anticristo. Luego de explicar el asunto del número, entraremos en el tema de la segunda bestia.

Antes de entrar en el número de la bestia, tenemos que visualizar a qué bestia se refiere. Aunque hay una segunda bestia, como veremos más adelante, siempre que la frase “la bestia” aparece aquí y en el resto del libro se refiere a “la primera bestia” o a “la bestia que tenía la herida de cuchillo”, a saber, el Anticristo.

Leamos el Apocalipsis 13:18 en la versión católica de Torres Amatt: “Aquí está el saber: quien tiene pues inteligencia, calcule el nombre de la bestia, porque es el número que forman las letras del nombre de un hombre; y el número de la bestia es seiscientos sesenta y seis”. No podemos confundir el número con la marca. Mientras la marca o señal tiene que ver con una institución del papado, el número es un enigma, común en los días de Juan, donde ciertos nombre se le asignaban números, los cuales podían ser en griego, latín o hebreo. En casi todos los idiomas las letras, o algunas de ellas tienen valor numérico.

El número 666 ha sido un número de ocultismo a través de la historia. Podemos hallarlo en escrituras antiguas. Un ejemplo de ello es, unas planchas que usaban los sacerdotes babilonios. Estas constaban de un cuadrado con seis líneas de seis espacios en forma vertical y horizontal, conteniendo los números del 1 al 36. Al sumar cada línea, horizontal o vertical, encontramos que da 111. Al multiplicar esto por seis hallamos que nos da 666. El nombre Satanás, en griego es TEITAN, y en números griegos suma 666. El nombre de JESÚS suma 888, lo que es super perfecto.

Naturalmente, si el papado es el Anticristo, su nombre debe sumar 666. No puede ser el nombre de un papa en particular, sino de un título especial del obispo de Roma. Este título es VICARIVS FILII DEI, o Representante del Hijo de Dios. Hay un documento que se tuvo por genuino por largos años, pero que se descubrió que pertenece al siglo VIII (Ver Apéndice), llamado “La Donación de Constantino”. Se decía que lo escribió Constantino y en el mismo, el emperador romano indicaba que la autoridad del papa está sobre los reyes y emperadores. El nombre para el papa en este documento es VICARIVS FILII DEI. También tenemos la frase en la revista “Our Sunday Visitor” (Nuestro Visitante Dominical), del 15 de noviembre del 1914, dice lo siguiente: “Las letras inscritas en la mitra del papa son estas: VICARIVS FILII DEI, que es el latín para: Vicario del Hijo de Dios.” Puesto que la frase es en latín, tenemos que usar números romanos:

V I C A R I V S F I L I I D E I

5 + 1 + 100 + 1 + 5 + 1 + 50 + 1 + 1 + 500 + 1 = 666

Algunos han argumentado que cualquier nombre puede sumar 666 y eso no hace que sea la bestia. El problema es que el hecho que sume 666 no es suficiente; tiene que cumplir todas y cada una de las características que presentan las profecías de Daniel y Apocalipsis. Hace algún tiempo, el semanario católico de Puerto Rico, llamado El Visitante, publicó un artículo donde insistía en que Elena G. de White era la bestia porque su nombre sumaba 666. Pero, ¿y qué de las otras características? No hay persona, ni poder, ni institución alguna en la historia que cumpla todas las características como la institución del papado.

LA SEGUNDA BESTIA

Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, mas hablaba como dragón (13:11).

Para ubicar esta segunda bestia, es necesario leer los dos versos anteriores:

Si alguno tiene oído, oiga. El que lleva en cautividad, va en cautividad: el que a cuchillo matare, es necesario que a cuchillo sea muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos (13:9,10).

Hemos dicho que una bestia siempre representa un estado político. El Vaticano es un estado político, por eso se le aplica todo lo referente a la primera bestia. Mientras la primera bestia surgió del mar, que significa las naciones de vieja Europa, esta segunda bestia surge de la tierra, que debe simbolizar tierras ajenas al Viejo mundo.

Algo también importante es que debe surgir después que la primera bestia fue “en cautividad” en el año 1798. El papa, que a tantos cautivó, él mismo fue llevado cautivo. Los que a tantos cristianos mataron, tuvieron que sufrir las matanzas de la Revolución Francesa, cuando el culto católico fue abolido. Los cristianos verdaderos no pueden tomar represalias, sino tener paciencia y esperar en Dios.

La palabra “subía” sugiere el subir como una planta en crecimiento. ¿Qué nación estaba creciendo, fuera de las costas europeas, en el año 1798, cuando finalizó la hegemonía papal? Sólo hay una: los Estados Unidos de Norteamérica. Esta gran nación rompió sus nexos con Inglaterra en el 1776.

Fundada por los descendientes de los peregrinos y otros grupos protestantes, la nación norteamericana habría de tener un lugar preponderante en la historia.

La bestia que Juan vio no tiene parecido a animal alguno que Juan conociera. Aparte de esto, lo único que Juan describe es que tiene cuernos como un cordero. Intérpretes del siglo pasado sugieren que el animal que el vidente contempló en esta visión fue un bisonte o búfalo americano.

Hemos indicado que cuernos significan reyes o naciones. Pero aquí el profeta no dice solamente que esta bestia tiene dos cuernos, sino que acentúa que son cuernos “de cordero”. Por lo tanto tenemos que considerar, no la cantidad de cuernos, sino la clase de cuernos. El cordero es símbolo de Cristo y el dragón de Satanás. Esto significa dos faces en el desarrollo de esta nación.

“Cuernos como de un cordero” denota las bondades de la democracia, el destacar los derechos individuales, la libertad de culto, la libertad económica y todas esas cosas positivas que vemos en la nación norteamericana. Sobre todo, este país se ha destacado en promover la libertad de religión. La constitución norteamericana establece que habrá total separación entre la iglesia y el estado, cosa que la iglesia católica no aprueba (Vea Apéndice).

Al principio, los Puritanos establecidos en las colonias tenían leyes imitando una teocracia, pero eran cueles con los que no creían como ellos. Hubo persecución contra católicos y otros grupos. Fue Roger Williams, el que, huyendo de la persecución religiosa, fundó lo que es el estado de Rhode Island. Allí se podía ejercer con libertad toda idea religiosa o política. Él escribió: “Es una monstruosa paradoja, que hijos de Dios persigan a hijos de Dios, y que aquellos que esperan vivir eternamente con Cristo Jesús en el cielo, no puedan soportarse unos a otros a vivir en este aire común.” (The Bloudy Tenent of Persecution, [London: The handserd Knollis Society, 1848], p. 370, nota 1). Gracias a este noble hombre, los Estados Unidos adoptaron ese principio y hoy disfrutamos de plena libertad de conciencia. Pero, ¿hasta cuándo?

La profecía apocalíptica predice un cambio de actitud en la república de los Estados Unidos de Norteamérica. “Hablará como dragón” es indicio de que esta nación habrá de imitar a la gran potencia medieval, que se destacó por privar a los individuos de la libertad de religión. Ya se está formando un espíritu de intolerancia. Pronto la libertad de conciencia, que tanto ha costado, ha de ser pisoteada. Pronto los hijos de Dios, los que se aferran a la Palabra del Señor, han de ser perseguidos, actitud que será emulada por el resto de las naciones del globo.

Y ejerce todo el poder de la primera bestia en presencia de ella; y hace a la tierra y a los moradores de ella adorar la primera bestia, cuya llaga de muerte fue curada (13:12).

La claridad de esta parte de la profecía nos hace reflexionar seriamente. ¿Será posible que los Estados Unidos de la libre América llegue a asociarse con el papado? Pues ya lo ha hecho. En su último año como presidente de los E.U., Ronald Reagan estableció relaciones diplomáticas con el estado Vaticano, cosa que escandalizó a muchos grupos religiosos de la nación. La renombrada y seria revista “Time” publicó un extenso artículo que prueba la intervención de Reagan en el conflicto de Polonia con el comunismo. Bien sabemos que este país fue el primero en romper con Rusia y la parte que desempeñó Juan Pablo II, pues el “Time” explica con lujo de detalles la obra encubierta del presidente norteamericano en este conflicto.

Toda persona concienzuda podría preguntarse cómo es posible que una nación que enseñaba aun a los niños a odiar al papado, a quien llamaban “el hombre de pecado”, ahora esté tan unido a la sede papal. Los recibimientos de tres presidentes al papa en sus visitas a los E.U. nos llenan de asombro. También nos asombra la opinión sobre el papa de un predicador de la talla de Billy Graham. Es que el protestantismo ha bajado tanto, mientras el catolicismo ha estado cambiando sus estrategias, que han llegado a parecerse uno al otro. Poco saben los protestantes de la astucia del Vaticano, quien está logrando grandes avances en los E.U.

Fuego del Cielo

Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres (13:13).

Es en los Estados Unidos de América donde se habría de manifestar un movimiento gigantesco que pretenderá “descender fuego del cielo”. El fuego simboliza el Espíritu Santo, Persona Divina que tiene especial tarea de conceder poder a la iglesia para predicar el Evangelio al mundo. Cristo dijo: “Fuego vine a traer al mundo”. Juan el Bautista dijo del Mesías: “Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego”. Sobre las cabezas de los discípulos en Pentecostés bajaron “como lenguas de fuego”.

La profecía predice que este movimiento pretenderá que el Espíritu Santo ha descendido sobre sus adeptos. Estos dicen que la señal es el “hablar en lenguas”. Pero, ¿es que es incorrecto hablar en lenguas? Si Cristo dijo, en Marcos 16:17: “Y estas señales seguirán a los que creyeren: en mi nombre echarán fuera demonios y hablarán nuevas lenguas”, entonces, ¿qué de malo tiene que los creyentes hablen “en lenguas”?

El grave problema es hacer creer a la iglesia que el “hablar en lenguas” es indispensable para poder ser “llenos del Espíritu”. Un estudio cuidadoso de 1 Corintios 12 nos enseñará que este es un don entre otros y que usted no tiene que poseer un don específico para tener en usted el Espíritu Santo.

Otro problema con los que hoy pretenden hablar lenguas es que, al estudiar Hechos 2, que es la verificación de la profecía de Jesús, sólo leen hasta el verso 4, donde dice que “fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen.” Tomado sin su contexto, el verso puede ser forzado, pero si leemos hasta el verso 11, nos daremos cuenta que la cosa es diferente.

Cristo habló de “nuevas lenguas”. Hechos 2:4 menciona “otras lenguas”. El verso 6 menciona “su propia lengua”. El verso 8 habla de “nuestra lengua en que somos nacidos”, mientras el 11 dice “nuestras lenguas”. Jamás alguien, aun los de mediana inteligencia, puede confundirse al leer el pasaje completo. Lenguas e idiomas quiere decir los mismo. Hablar en “otras lenguas” significa el poder que el Espíritu Santo concede a “quien quiere” de comunicarse con alguien que habla un idioma distinto al suyo. Eso fue lo que pasó en Pentecostés. A los 120 Dios les dio la capacidad de hablar el idioma de 16 lenguas representadas allí (Vea los versos 5 al 7).

El pasaje que más tuercen los adeptos a las llamadas “lenguas” es 1 Corintios 14. De este capítulo apenas toman los versos 2, 4 y 14. El resto del capítulo ni lo mencionan. ¿Por qué? Sencillamente porque se puede ver fácil el engaño. Pablo lidia con un problema serio que había en Corinto. Estando en una ciudad comercial, la iglesia, que era de habla griega, se veía a menudo visitada por miembros de las colonias de otros países cuya lengua era diferente. Estos hermanos, con toda su buena intención, participaban del culto. Unos hablaban, otros cantaban, oraban y testificaban en sus propios idiomas. El problema era que muchos, sobre todo los griegos, no eran edificados. Por eso Pablo dijo de alguien que oraba en lengua desconocida: “Tú a la verdad, bien haces gracias, pero el otros no es edificado” (1 Corintios 14:17).

Para corregir el problema, Pablo da un mandato: “Si hablare alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; mas uno interprete. Y si no hubiere intérprete, calle en la iglesia, y hable a sí mismo y a Dios” (versos 27 y 28). Estos textos son más que claros. Pablo no está hablando necesariamente sobre el don de lenguas. ¿Puede Pablo o cualquier otro apóstol ponerle reglas al Espíritu Santo? Él está hablando sobre el uso incorrecto de diversidad de idiomas en la congregación.

Los que hoy hacen hincapié en el asunto de las lenguas, indican que usted no tiene que entender las lenguas que habla por el Espíritu. Pero el mismo texto dice que usted, si no habla la lengua de la congregación, debe callar en la iglesia y hablar “a sí mismo y a Dios”, lo que significa que usted sí sabe lo que está diciendo y que Dios, que entiende toda lengua, le escuchará.

Hasta aquí, no hay problema con el asunto: hablar lenguas, según el Espíritu, es hablar con propiedad un idioma distinto al suyo, pero que sea una lengua existente, no como la payasada de los sectarios de hoy que hablan una jeringonza pretendiendo tener el don bíblico. Estas palabras sueltas, que a menudo son fonemas del idioma que habla, es un engaño colosal, que tiene a millones enredados.

Hay predicadores que son verdaderos actores inventando palabritas sin sentido para controlar y manipular a las congregaciones. Pero este espectáculo no pasa la prueba de la Biblia. Lo peor del caso es que muchos de los engañados son gente sincera. Hay muchos que sufren, porque como no son capaces de repetir las palabritas de los líderes, sienten que Dios no los quiere al no concederles el don de lenguas. Amigo: si usted tiene fe, posee un don del Espíritu Santo. Si tiene el don de “ayudas”, o sea, asistir a los pobres en sus necesidades, este es un gran don de Dios. Si tiene amor en su corazón, usted posee el “don más excelente”. Si usted comparte el mensaje de la Palabra de Dios con la gente, usted tiene el don de profecía, el cual Pablo pone como superior al de hablar en lenguas.

Creo que el don de lenguas tuvo una parte importantísima en los tiempos apostólicos, pues rompió la barrera del idioma. En poco tiempo el mensaje de un Cristo muerto por el pecado, resucitado, ascendido al cielo y próximo a venir, llegó a todos los países que bordean el mar Mediterráneo y aun más lejos. Hoy, si se diera la circunstancia de Pentecostés, Dios obraría con el don de lenguas. Pero muchos predicadores hacen un triste espectáculo frente a su auditorio interrumpiendo de vez en cuando su prédica y hablando esas lenguas falsas, con el deliberado propósito de hacer ver a la gente que están inspirados por el Espíritu Santo.

Estudios realizados entre muchos que hablan estas falsas lenguas, han encontrado que entre las palabras que inventan se cuelan palabras en otros idiomas, sobre todo en hebreo y griego, pero las mismas son blasfemias contra Dios. Satanás se goza en esto, pues la gente aplaude y aclama a estos falsos profetas y dicen Amén a todo su espectáculo. Veamos algunas de estas “lenguas”, tomadas de una predicación, y su significado.

 

A B B A
Padre

S H A M A
desierto

L A B A
león rugiente

 

I S H A
mujer (iglesia)

B A Z A
corta en pedazos

A B B A
(
al) Padre

S H A T A
(y)pónlo a un lado

A B B A
Padre

S H A M A
desierto

L A' Y A' A
indecente

 

Uno de los dones que Pablo menciona en 1 Corintios 12 es el de “discreción de espíritus”. Ese valioso don le ayudará a usted a desenmascarar a los falsos profetas que hoy minan el cristianismo. El falso “fuego” continuará y aumentará hasta que venga el fin.

Otro don que es falsificado hoy es el de sanidades. Es cierto que Dios puede usar a sencillos instrumentos para realizar sanidades. Lo ha hecho, lo está haciendo y lo hará en el futuro. Creemos en este lindo don de Dios. Pero es triste contemplar a estos milagreros de hoy. Llaman a la gente a sus cruzadas prometiendo sanar a los enfermos. Muchos agobiados por diversas enfermedades van a esos predicadores en busca de alivio a sus males. Los ministros les hacen creer que están sanados y les dicen que abando- nen sus medicinas y tratamientos como prueba de fe. Lo que ellos no ven es que muchos se han agravado y hasta han muerto, pero eso no va en el record del predicador. Esto es un crimen que debía ser castigado.

Hoy se ponen platificaciones a las muelas, rebajan a los gordos, engordan a los flacos, ponen pelos a los calvos y otros supuestos milagros. El espectáculo más triste es cuando pretenden sacar demonios. Parecen más endemoniados que los enfermos al gritarles y agitarlos. No fue así que Cristo sanaba. Bastaba poner las manos encima de un enfermo y este sanaba. Hoy Cristo sigue sanando, usando a médicos cristianos y remedios sencillos. También sana milagrosa- mente, pero no en el “show” que presentan estos sanadores profesionales que denigran el Evangelio de Jesucristo.

Si Dios va a sanar una muela dañada, Él pone una muela nueva, no un remiendo. Los gordos lo que tienen que hacer es entrar en una dieta para rebajar y hacer ejercicios. Sería triste que usted rebajara diez o quince libras con una oración y que luego, por seguir dietas malsanas, vuelva a aumentarlas. Dios no obra así. Se representa mal a Dios con estos espectáculos de los que pretenden ser dueños de todos los dones carismáticos y tienen a tantos engañados.

La Imagen de la Bestia

Y engaña a los moradores de la tierra por las señales que se le ha dado hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que hagan la imagen de la bestia que tiene la herida de cuchillo y vivió. Y le fue dado que diese espíritu a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hable: y hará que cualesquiera que no adoraren la imagen de la bestia sean muertos (13:14,15).

Es justamente en la segunda bestia, los Estados Unidos, que se forma la imagen de la primera bestia, el papado. Una imagen es algo que imita o se parece a algo. Por lo tanto la imagen del papado es el protestantismo apóstata de América del Norte. Salieron de Roma, pero aun mantienen nexos con ella, mediante el seguir algunas doctrinas y prácticas del romanismo. De la misma forma que el papado consiguió el apoyo de los reinos europeos, las iglesias principales de los E.U. han estado cada vez más consiguiendo el apoyo del gobierno civil, para afirmar sus puntos de vista.

Existe un fenómeno digno de que se exponga, y es el Neo-Pentecostalismo. Por muchos años veíamos a los pente- costales como personas muy recatadas en el vestir y sin usar prendas ni pinturas. Hoy hay inmensas iglesias que, aunque creen las mismas doctrinas que los pentecostales, usan instrumentos de percusión, bailan y se pasan repitiendo las palabras “Aleluya”, “Gloria a Dios” y “Él vive”, hablan las mismas “lenguas”; sin embargo visten a la moda, las mujeres usan pantalones en pleno culto y van cargadas de pinturas y prendas. Aun he visto a un predicador de estos movimientos decir que las mujeres deben vestir con muchas joyas y pinturas porque son princesas, hijas del Rey del cielo.

Los conceptos de las lenguas y la música estridente ha penetrado las iglesias más serias como la Metodista, Bautista y Presbiteriana, y hasta el Catolicismo Romano, con la llamada “Renovación Carismática”. Toda esta forma de culto es el instrumento de la imagen de la bestia para alcanzar popularidad y poder y llegar hasta los gobiernos para lograr que ellos los apoyen.

La iglesia de Roma, desde los inicios del concilio Vaticano II, ha estado envuelta en el ecumenismo. Han hecho acercamientos a “los hermanos separados” tratando de unirlos a ella. Ya ha conseguido que la Iglesia Episcopal o Anglicana esté más relacionada con ella. Merced a los dos “errores capitales”, el domingo y la inmortalidad del alma, Roma ha conquistado a la mayoría de las denominaciones evangélicas. Por otra parte, muchas iglesias protestantes se están uniendo entre sí. Pronto esa imagen de la bestia va a obrar. Pronto los disidentes tendrán que sufrir persecución, aun hasta una declaración de muerte de parte de la gran masa de iglesias que se han de unir. Cuando dos bandos en disputa se encuentran con un enemigo común, se unen para guerrear contra él. Ese enemigo común es la Iglesia Remanente, la cual no se doblega ante el poder de ese gigante eclesiástico. Habrá un “decreto de muerte” sobre el pueblo de Dios, cosa que los obligará a refugiarse en lugares apartados a esperar el advenimiento del Señor.

La Marca de la Bestia

Y hacía que a todos, a los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca en su mano derecha, o en sus frentes y que ninguno pudiese comprar o vender, sino el que tuviera la señal, o el nombre de la bestia, o el número de su nombre (13:16,17).

Dijimos que no podemos confundir la marca de la bestia con su número. Las variadas iglesias protestantes enseñan que el Anticristo será una persona que se hará rey de todas las naciones europeas. Como originalmente los países miembros del Mercado Común Europeo eran diez, ellos enseñaban que eran los diez cuernos de la bestia. Hoy son 17 los miembros, pero los predicadores insisten en que son los reinos que se han de unir con la Bestia. Dicen además que este personaje hará una estatua de él y la pondrá en el nuevo templo de Jerusalén, haciendo que los que no adoren esa estatua sean muertos. Ellos toman esto como literal, cuando ya sabemos que la bestia lleva ya 15 siglos en el mundo y su imagen es el protestantismo que se ha apartado de la Palabra de Dios.

Lo más absurdo de las enseñanzas modernas respecto a la profecía de Apocalipsis 13 es respecto a la marca de la bestia. Lo que más oímos es que será una marca literal, como la que hacen a las reses, en la palma de la mano derecha y en la frente. Aquel que no se deje marcar, será muerto. Pero la marca es un símbolo que pronto se ha de imponer.

Cuando explicamos la profecía del capítulo 7, vimos lo que es el sello o señal de Dios. Es una institución divina, establecida en el principio de la creación: el séptimo día o Sábado. Vimos que tenerla en la frente es señal de lealtad a Dios y en la mano, indicio de evitar los trabajos en el día de reposo. Vimos los textos de Éxodo 31 y Ezequiel 20 donde el Señor habla claramente de su Sábado como señal entre Él y su pueblo. Entonces, la señal de la bestia es una institución que rivaliza con el mandato de Dios: el domingo como día de reposo.

Toda persona sincera sabe que es inútil hallar en la Santa Palabra de Dios siquiera un texto que indique la observancia del 1er. día de la semana. Pero, ¿por que entonces la inmensa mayoría de los cristianos guardan, o al menos reconocen el día domingo como el día de Dios? La respuesta es sencilla: por la tradición.

La Iglesia Católica reconoce y hasta se jacta que fue ella la que hizo el cambio. Más aún, afirma que los protestantes que observan el domingo lo hacen como un tributo a ella. El cardenal James Gibbons, arzobispo de Baltimore, a comienzos del siglo XX, dice en su libro La Fe de Nuestros Padres, página 89: “¿No está cada cristiano obligado a santificar el domingo y abstenerse en ese día de trabajos serviles innecesarios? ¿No es la observancia de esta ley entre las más prominentes en nuestros deberes sagrados? Pero usted puede leer la Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, y no hallarán una simple línea que autorice la observancia del domingo. Las Escrituras indican la observancia del Sábado, día que jamás santificamos.” (Edición 92, Baltimore: John Murphy Company.)

Para el siglo 16, justamente después de la rebelión de Lutero, la Iglesia Católica convocó el Concilio de Trento, llamado también “La Contrarreforma”. La gran controversia giraba en torno a la Escritura versus la Tradición. Había una fuerte facción en le concilio que defendía el postulado de que la Biblia era más importante y que la Tradición era secundaria. Cuando más acalorada estaba la discusión, el arzobispo de Reggio tomó la palabra: “Los protestantes claman estar establecidos sobre ‘la Palabra escrita solamente. Ellos profesan mantener la Biblia sola como fundamento de fe. Ellos justifican su revuelta indicando que la iglesia ha apostatado de la Palabra escrita y sigue la tradición. Ahora los protestantes claman que ellos se fundamentan sobre la Palabra escrita: ¡No es cierto! Su profesión de mantener ‘la Escritura sola como fundamento de fe, es falso. La prueba: ¡La Palabra escrita explícitamente indica la observancia del séptimo día como el Sábado! ¡Ellos no observan el séptimo día, pero lo rechazan! Si ellos realmente siguen la Escritura sola como su fundamento, estarían observando el séptimo día como está establecido a través de la Escritura.” El argumento del arzobispo fue definitivo. La facción que insistía en la primacía de la Biblia se rindió y el concilio votó que la Tradición y la Biblia son igualmente inspiradas y los delegados, unánimemente, condenaron el protestantismo y toda la Reforma.

Hoy quienes más defienden el domingo son los protestantes. Son ellos los que están tratando de que la Legislatura Norteamericana vote en favor de una ley dominical. Sabemos que a la postre esta ley va a ser impuesta, primeramente por los E.U. y luego por todas las naciones del mundo. Esto es lo que indica la profecía. La “marca” será colocada en cada frente y mano de los seres humanos. En estos días la Iglesia Adventista está en todo el mundo enseñando lo que es el sello del Dios vivo. Miles de almas sinceras están aceptando el mensaje divino.

Recordemos que la marca es impuesta por la segunda bestia (EU) y no por el papado. Hoy pareciera que esto no va a suceder a causa de la liberación de las leyes respecto a los días feriados. Pero nadie se engañe. La ley dominical está a las puertas. Pronto, quizás cuando menos se espere, el movimiento en pro del domingo alcanzará su meta de hacer este día oficial en la nación. El congreso de los Estados Unidos ha de imponer esta ley, mediante la cual la nación norteamericana ha de violar su propia constitución y, sobre todo, la ley del Altísimo.

El 31 de mayo del 1998, el papa envió una carta pastoral a todos los líderes religiosos, donde hace hincapié en la observancia d el domingo. La carta, llamada Dies Domini, es sumamente amplia y da las razones por las cuales el domingo debe considerarse el día de la Nueva Alianza. Esta carta ha de influenciar a los líderes católicos de los Estados Unidos para enfatizar el reposo dominical. La ley que los norteame- ricanos han de establecer, será ley mundial, cuando las demás naciones la adopten. Y la profecía lo dice así.

Este ha de ser el momento en que la nación americana hará una imagen de la jerarquía romana y el domingo se convertirá en la marca de la bestia. Esto traerá una gran persecución contra los que se nieguen a obedecer el precepto pagano. Pero esta ley del estado no podrá acallar las voces de los siervos de Dios. El mensaje del Sábado ha de ser conocido en todo el mundo. La ley dominical hará esta obra imprevista por los enemigos de la verdad. Pero Dios será ensalzado cuando el mundo vea el despliegue de la obra del Señor. El Espíritu Santo llenará de poder al Remanente para concluir en poco tiempo la tarea de llevar el mensaje final de Dios por todos los rincones del planeta.

El verso 17 del capítulo 13 dice que, a causa de la marca que será impuesta, ninguno “pueda comprar y vender”. Algunos ven en esto un acto literal, que tiene que ver con el comercio. Esto puede que suceda, pero yo prefiero verlo como un símbolo profético. Dios dice: “Yo quiero que de mí compres oro afinado en fuego…” No seríamos tan ingenuos de pensar que Dios está vendiendo sus dones. Más bien quiere decir que lo adquiramos de Él. También se habla de la “mercadería” de “Babilonia” en Apocalipsis 18. ¿Qué venden los falsos ministros? Su mensaje de error. Por lo tanto el comprar y vender tiene que ver con la predicación del mensaje y con la recepción del mismo. Lo que el texto sugiere es que vendrá el tiempo cuando a los que tienen el mensaje final de Dios se les prohibirá enseñarlo (vender) y por consiguiente, impedir que el pueblo escuche y lo acepte (comprar).

La profecía indica que al fin del tiempo sólo habrán dos marcas, la de Dios y la del Anticristo. El que tome la marca de la bestia ha de sufrir las plagas postreras. Esté pendiente cuando presentemos la interpretación de los capítulos “El Mensaje Final” y “Las Siete Plagas Postreras”.