DANIEL EN EL FOSO DE LOS LEONES

Daniel 6

Los Leones, los Últimos Días y Usted


En Daniel 6, el reino de babilonia fue terminado y los medo-persas subieron al trono. En Daniel 6:1, Darío es introducido como el jefe de Medo-Persia. Quizás usted se pregunte, ¿por qué se hace mención del nombre de darío al principio del capítulo, mientras que es Ciro el que aparece como general dirigiendo la batalla en la conquista de Babilonia? Darío era el jefe de los medos, pero los persas llegaron a ser más fuertes que los medos. Y Ciro fue el jefe dominador de todo el imperio.
Daniel 6:1-2 dice:

“Pareció bien a Darío constituir sobre el reino ciento veinte sátrapas, que gobernasen en todo el reino. Y sobre ellos tres gobernadores, de los cuales Daniel era uno, a quienes estos sátrapas diesen cuenta, para que el rey no fuese perjudicado. Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él u espíritu superior; y el rey pensó ponerlo sobre todo el reino”.

Cuando Darío derrotó a los babilonios, él y Ciro comenzaron de inmediato a reorganizar todo el imperio y su gobierno. Si los Estados Unidos conquistaran a Rusia, ¿sería prudente que usaran el mismo tipo de gobierno? No. Sería necesario reorganizar la estructura del gobierno. Esto fue lo que ocurrió cuando los persas conquistaron Babilonia. Iniciaron una re-estructuración en masa. Para que esto fuese implementado correctamente, se eligieron tres presidentes que tenían a su cargo 120 príncipes. Estos 120 príncipes fueron asignados a diferentes partes geográficas del imperio. Ellos eran responsables de que las leyes del imperio fueran ejecutadas. Pero particularmente debían cobrar los impuestos de los súbditos del imperio. Lo más interesante fue que Daniel, fue elegido como el jefe principal de los 120 presidentes. Por consiguiente, después del rey, Daniel era uno de los hombres con más poder en el reino.

Yo nunca he oído hablar que el primer ministro de una nación derrotada, se llegase a convertir en el jefe del gabinete de la nación conquistadora. Imagínese que Boris Yeltsin se transformase en el jefe del gabinete de los Estados Unidos. Esto sonaría algo raro, parecería una locura. Pero esto fue lo que sucedió en Medo-Persia.

Daniel tenía una integridad tal y una convicción de sus principios morales, que Darío y Ciro vieron en él la persona indicada para reorganizar el gobierno. Ellos sabían que sin él, la organización del nuevo gobierno sería un fracaso.

Un Hombre Honesto.-

En Daniel 6:2, hay una frase muy interesante que debemos notar: “Para que no fuese perjudicado”. No era que el rey creyese que su vida estaba en peligro. Entonces, ¿qué quiere decir, para que no fuese perjudicado? El robo y la extorción eran comunes en este tipo de civilización. La mayoría de estos hombres eran egoistas y solo pensaban en sí mismos. Y como resultado de esta práctica, estos 120 príncipes, también se guardaban parte de los impuestos que cobraban para el rey. De esta manera ellos también se enriquecían. El dinero que recibían de los súbditos que correspondía al rey, era reducido por los gastos, que según ellos, inquiría el trabajo que hacían. Pero la verdad es, que estos príncipes estaban estafando estos impuestos para vivir en casas lujosas. La responsabilidad de Daniel era ver que estas cuentas y entradas de impuestos fuesen correctas para que la tesorería del rey siempre estuviese repleta. La integridad y lealtad de Daniel causó gran admiración en estos monarcas de cultura egoista. Por lo tanto, él fue exaltado a una posición de prominencia en el reino de Medo-Persia.

Muy pronto la envidia y los celos crecieron en el corazón de los colegas de Daniel. Daniel 6:3 describe esta actitud:

“Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino”.

Note lo que dice el versículo: “Había un espíritu superior”. Daniel no usaba una túnica de religión que uno se pone por conveniencia. El no tenía una apariencia religiosa, sino un espíritu superior. No había hipocresía alguna en él. La religión de Daniel no era una túnica que cubría un interior corrupto y difamado. Se le describe como de un espíritu superior.

¿Un Cambio Interior.-

Quiero que abran sus Biblias en el libro de Ezequiel y se fijen en lo que dicen los versículos 26 y 27 del capítulo 36. ¿Quién vivió en la misma época en que viviera Daniel? Ezequiel. A través de este profeta, Dios da la siguiente promesa: “Os daré un corazón nuevo”. En nuestros días hay una marcada religiosidad que no tiene su origen en una verdaera religión. La religión pura es más que pura pretensión y charla. Una religión verdadera sale del corazón y se manifiesta en hechos reales. La religión pura emana del interior hacia afuera.

En Ezequiel se presentan aquellas cualidades que el Señor pondrá en aquellas personas que tienen una religión pura. Una religión que nace de los principios que hay en la Biblia. Ver Ezequiel 36:26-27:

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu , y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”.

Ya se ha leído que Daniel tenía un espíritu superior. El nuevo pacto no dice que sólo tendremos un nuevo modo de actuar exteriormente y que nos dará un manto de religiosidad. La promesa de Dios dice, que Él nos cambiará desde adentro. El nos dará un espíritu nuevo. Donde antes reinaba el odio, ahora va a reinar el amor. Donde antes había sólo celos y envidia, ahora habrá un espíritu de sacrificio y generosidad. Donde nacían palabras de críticas, ahora nacerán palabras cariñosas. La esencia básica de todo buen cristiano no nace de afuera, sino del interior. Y lo que ocurre en el interior, es expresado exteriormente. Si la fuente está limpia, entonces las aguas de los ríos serán limpias y puras.

¿Cuál es su caso? ¿Está usted viviendo el manto de religiosidad o ha permitido que el Espíritu de Dios haya hecho un milagro en su vida? Lo mismo que se le ofreció a Daniel, se nos ofrece a nosotros esta noche. En Daniel fue hallado un espíritu superior. La razón por la cual fue hallado este espíritu, fue porque su vida interna y externa estaban en completa armonía con la ley de Dios. El era un hombre nuevo interiormente. El mundo de hoy no necesita más gente que profese ser religiosa. Lo que el mundo necesita, son hombres y mujeres cuyos corazones hayan sido cambiados por el Espíritu de Dios. Lo que hoy se necesita, es el poder de la conversión que sólo se encuentra en el Espíritu Santo. Dios le dio este poder a Daniel. Lo mismo que él le dio a Daniel, nos lo ofrece esta noche.

La Reacción Contra Daniel.-

El testimonio de Daniel, fruto de una personalidad pura, causó una reacción en los príncipes de la corte. Las Escrituras dicen que él tenía un espíritu superior. Este espíritu no era otra cosa que el Espíritu Santo viviendo en el cuerpo de Daniel. Esto fue lo que causó una reacción en los príncipes de Medo-Persia. Daniel 6:4 dice: “Mas no podían hallar falta alguna, porque él era fiel, y nigún vicio ni falta fue hallado en él”.

El celo aumentó en el corazón de estos príncipes. Cuidadosamente espiaban a Daniel. Por las noches cuando él dejaba su trabajo, ellos revisaban el dinero que Daniel recibía y cuánto dinero Daniel entregaba al rey. ¿Estaba Daniel estafando al rey, guardándose parte de lo que cobraba? Cuán llena estaba de codicia la mente de estos príncipes. Pensaban, si inspeccionamos todo lo que hace Daniel, lo vamos a coger en la trampa. Por eso, miraban cada detalle de su libro. Veían si cada cosa estaba correcta. Me imagino que ellos pensaban, ¿ha estado usando el dinero del rey para tomarse vacaciones o viajes reales? ¿Ha estado usando el dinero del rey para alfombrar su mansión? ¿Ha estado usando el dinero para comprar muebles para su casa? ¿Qué dicen ellos acerca de su vida privada? ¿Qué hace en sus horas libres? Si lo observamos lo suficiente, seguramente que encontraremos algo malo para poderlo culpar. Pero no encontraron nada contra él. Daniel era puro, leal y muy devoto a su trabajo.

A medida que hablaban de él, se enfurecían más. Finalmente llegaron a la conclusión, que mientras Daniel estuviese en los negocios, ellos no podrían estafar como siempre lo habían estado haciendo. Pero no podían sobornar a Daniel. Entonces comenzaron a pensar, “debemos encontrar alguna manera de destruirle”, y la única manera es crear una ley que esté en contra de la ley de Dios. Así, Daniel tiene que desafiarla o desobedecer a Dios.
Daniel 6:6-7 dice:

“Entonces estos gobernadores y sátrapas se juntaron delante del rey, y le dijeron así: ¡Rey Darío, para siempre vive. Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han acordado por consejo que promulgases un edicto real y lo confirmes, que cualquiera que en el espacio de treinta días, demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones”.

El plan de los príncipes había sido aceptado. Pero, no perdamos de vista un punto importante. La historia de Daniel en el foso de los leones, es más que una historia para niños. La pregunta es, ¿a cuál época de la historia debe ser aplicado este libro?
Ver Daniel 12:9:

“El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin”.

La experiencia de Daniel, es una experiencia paralela con aquellos que vivirán en el tiempo del fin. La vida de Daniel fue examinada y revisada cuidadosamente. Los jefes de estado se acercaron al rey para que pasase la ley, sabiendo que no habían encontrado nada contra él. Daniel no tenía falta alguna frente al gobierno de Medo-Persia, porque siempre se había mantenido fiel a la ley de Dios. Mantenga este detalle en mente. Recuerde que lo que estudiamos sobre Daniel y sus profecías nos revelarán algo sobre el tiempo del fin.

La Trampa está Puesta.-

Ver Daniel 6:8-9:

“Ahora, oh rey, confirma el edicto y fírmalo, para que no pueda ser revocado, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada”.

De acuerdo al texto anterior, todos los presidentes y príncipes se habían reunido. Eso fue mentira, porque Daniel no se reunió con ellos. Dieron la impresión al rey que todos estaban de acuerdo con la ley. Daniel no había estado en esa reunión, por lo tanto, él no podía estar de acuerdo. El no podía estar de acuerdo con una ley que ponía a Darío como un dios. Fíjense como un pecado lleva a otro. Su codicia los llevó a mentir, y ambas, codicia y mentira, les llevó a sellar la ley que destruiría a Daniel.

A veces creemos que podemos jugar con el pecado. La mente humanatiene una manera interesante de razonar el pecado diciendo, “después de todo, esto no está tan mal”. Es muy probable que los príncipes de Medo-Persia, pensban de la siguiente manera: “Si el rey Darío se está enriqueciendo, ¿por qué nosotros no podemos sacar algunos pesos?”


Esa codicia de obtener dinero para usarlos en la satisfacción de sus deseos, les llevó a la mentira, y ambas a la conspiración para matar a Daniel. El pecado es algo perverso. Cuando se le mantiene, y se acaricia, razonando con él, este llevará a la persona a otro pecado, y así continuarán hasta que destruyan al pecador. El pecado es como la lepra que empieza con una cosa pequeña, pero cada parte que toca la infección es afectada. Otros comparan al pecado con el cáncer, que comienza de manera pequeña, pero que aumenta en proporción y su resultado es fatal. La única manera de transar con el pecado, es poniéndolo en las manos del Maestro cirujano para que éste efectúe una operación y remueva para siempre la parte infectada.

Paralelismo con el Tiempo del Fin.-

En los días de Daniel fue dictado un decreto para obligar a Daniel a que desobedeciera a su Dios. En los últimos días de la existencia de esta tierra, será dictado un decreto para que todo el pueblo de Dios, sea destruido.

Daniel 6:4-5 tiene un paralelismo con Apocalipsis. 13:15-17. De acuerdo a lo que se ha mencionado de los versículos 4 y 5 de Daniel 6, no se había encontrado en Daniel, ninguna falta. Daniel estaba limpio. Sin embargo, el decreto se había firmado. Una cosa que debe notarse aquí es la similitud que hay con otros capítulos del mismo libro. El decreto del capítulo 6, es similar al decreto de Nabucodonosor en el capítulo 3. En ambos capítulos se firmó un decreto universal por medio de un gobernante mundal. Ambos decretos son un tipo del decreto final que se dará, en el cual los fieles de Dios serán el blanco de toda persecución, exactamente como lo describe el libro de Apocalipsis.

Sin embargo, hay diferencia entre los capítulos antes mencionados. En el capítulo 3 de Daniel, la prueba en juego era el segundo mandamiento. En el capítulo 6, el primer mandamiento. En el capítulo 3, un monarca dicta un decreto, llevado por el orgullo propio. En el 6, es el gabinete y los príncipes los que forman la conspiración contra Daniel. En el capítulo 3, era evidente la desobediencia a la ley de Dios. En el 6, tiene que ver con la relación de Dios y su siervo fiel.

En los días finales de este mundo, una vez más, uno de los mandamientos será la prueba básica encuestión. El poder legislativo presionará al presidente para que pase una ley que obligue la alabanza al poder que ellos han de escoger. Y si esta ley es dada, esto pondrá en tela de juicio nuestra relación con Dios.

En los días de Babilonia y Medo-Persia, hombres fieles, mostraron su fidelidad a Dios. En los últimos días de la historia de este mundo, habrá un pueblo que se mantendrá de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos. Apocalipsis 14:5 lo describe de la siguiente manera:

“En sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios”.

Notemos el paralelismo que existe entre Daniel y los fieles de los últimos días. En la misma forma en que Dios tuvo hombres fieles a sus mandamientos en los días de Babilonia, así también, en los últimos días tendrá un pueblo que será leal a sus mandamientos. Un grupo que tiene el deseo firme de obedecer a Dios. Al igual que en los días de darío, se preguntará ¿dónde están los fieles guardadores de los mandamientos? Ver Apocalipsis. 14:12:

“Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.

En el versículo anterior, se presenta un grupo de personas que por medio del Espíritu Santo, han sido transformados, y de ellos se dice: “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios”. ¿Obedeció Daniel los mandamientos de Dios? Si. Si es que se quería culpar a Daniel en alguna cosa, siempre se buscaba la forma que esta acusación fuese en relación con su Dios. En los últimos días se harán las mismas acusaciones, todo en contra de Dios. Pero, los que guarden los mandamientos de Dios, por su gracia y su poder serán inconmovibles de su obediencia a Dios.

En Apocalipsis. 13:15-17, se presenta un cuadro de las características más sobresalientes de las formas de como ha de actuar el enemigo de la verdad:

“Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. Y hacía que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre”.

En esta noche no es nuestro propósito discutir quien es la bestia, o la imagen de la bestia. Lo que quiero que veamos, son los principios en disputa. Antes de ver lo específico, vamos a ver los principios básicos. ¿Se dan cuenta cómo el asunto en cuestión en la época de Daniel tenía que ver con la adoración o veneración de Darío en lugar del verdadero Dios? En los últimos días de la tierra, según el libro de Apocalipsis, habrá un grupo que obedecerá fielmente la ley de Dios. Porque ellos se han negado a adorar a la bestia y a su imagen, de la misma manera como Daniel se negara adorar a darío. Aquí en Apocalipsis, establece que se matará a todo el que no adore la bestia o a su imagen, el principio básico es la lealtad, la obediencia a la ley de Dios, exactamente como en los días de Daniel.

¿Se dan cuenta, cómo el libro de Daniel tiene una fuerza viva cuando se lo estudia en relación al tiempo del fin? De allí que hemos dicho, que la historia de Daniel en el foso de los leones, es más que una historia para niños. Es una lección eterna para usted y para mi.

Un Testigo Fiel.-

Evidentemente, Daniel se enteró de la reunión después que ya se había firmado el edicto. Sería dificil para un primer ministro saber que todos los jefes de Estados se congregaran para una reunión importante y que él no fuese invitado. Uno se preguntaría, ¿por qué todos han dejado su oficina y se han ido al palacio? Seguramente que esto se vería algo raro. Sin embargo, Daniel se quedó haciendo los trabajos del rey. Pero muy pronto después de esto, una ley fue dictada por el rey, forzando a todo el mundo a no adorar a otro dios, durante treinta días, que no fuese Darío. Una vez que este decreto fue firmado, los príncipes ya esperaban lo que iba a ocurrir. Me imagino que mientras el rey firmaba el decreto, los príncipes hacían guiñadas a sus espaldas y sonreían sarcásticamente. Ahora si tenemos a Daniel en nuestras manos. Está entre la espada y la pared y no hay nada que pueda hacer. Ya sabemos muy bien lo que Daniel va a hacer; él va a orar y cuando lo haga, entonces lo tenemos en nuestras manos. Conseguiremos las evidencias que quremos y nos vamos a deshacer de él.

Y Daniel se fue de su trabajo, no se qué hora sería, pero él fue derecho hacia el lugar de oración. Daniel debía tener diariamente su encuentro con su Dios, nada debería interrumpir esa relación. Daniel abría su corazón a Dios en el lugar de adoración, tres veces al día. Los espías lo siguieron. Hombres inferiores, peones insignificantes expaiban a aquel hombre de Dios. Hombre de gran cultura y dignidad. Quizás se escondieron detrás de las malezas, o lo siguieron por las calles. Pero, Daniel llegó a su casa, y como de costumbre, se puso a orar. Y mientras él oraba, los espías espiaban. Daniel sabía que el decreto había sido firmado por el rey, y pudo haber dicho: “Bueno, la verdad es que yo soy un buen empleado en este gobierno, y no quisiera que mi trabajo se termine de golpe. Así que, hoy voy a orar en privado, en un cuarto escondido”. El podía haberse respaldado en el texto que dice: “Mas tu, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora”. Pero, Daniel sabía, que si cambiaba su hábito de oración, podía ser considerado como un mentiroso. Por otro lado, con esta actitud, él estaría reconociendo a darío como el supremo dios. En Hechos 5:29 dice: “Es menester obedecer aDios antes que a los hombres”. Cuando la ley de Dios y los decretos de los hombres se encuentran en conflicto, el cristiano siempre debe elegir ser fiel a Dios. Cuando la convicción bíblica de un hombre justo, está en conflicto con las leyes nacionales, él elegirá ser un criminal civil, a la vista de los hombres, antes que un pecador protegido.

Por lo tanto, Daniel hizo lo que estaba acostumbrado a ahcer. Al llegar a su casa, se arrodilló y oró al Dios del cielo. Cuando los príncipes le vieron arrodillarse y oyeron aquella oración de adoración a Dios, sabían que ya lo tenían en sus manos. Con el corazón agitado, corrieron lo más rápido posible a contarle al rey Darío. Si comparamos a Daniel 6:10 con 6:6, descubriremos algo interesante.
Daniel 6:10 dice:

“Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba, y daba gracias a Dios, como lo solía hacer antes”.

Si se observa el versículo 16, veremos que dice:

“Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, Él te libre”.

Una Vida de Constante Oración.-

La oración no era algo esporádico para Daniel. El no oraba el martes y después se saltaba hasta el jueves. El versículo 16 dice: “El Dios tuyo, a quien tú constantemente sirves”. Y el versículo 10 dice que oraba tres veces al día. La experiencia religiosa de Daniel, no era algo de hoy si y mañana no. Daniel conocía su relación con Dios, y sabía como estar en comunión con Él cada día.
¿Conoce usted a Dios? ¿Sabes cómo orar? ¿Sabe usted lo que significa ponerse de rodillas y orar? ¿Sabe usted lo que es orar de verdad? Cuando hablamos de orar, no estamos habalndo de repetir vez tras vez un conjunto de palbras. Hay una gran diferencia en decir una oración de memoria y saber orar verdaderamente. Los niños dicen sus oraciones de memoria, y está muy bien. Pero, en la oración de una persona mayor, debe haber cierta profundidad de siignificado. Cuando un hombre o una mujer se arrodilla, debe sentir que se está comunicando con Dios. ¿Sabe usted cómo orar? Hay algunas cosas que uno aprende de los libros. Pero hay otras que sólo se aprenden con la experiencia y con la práctica.

Los mejores libros sobre Natación, podrán enseñar los mejores estilos de mariposa, pecho y espalda. Pero, a no ser que uno se meta en el agua, y pruebe estos estilos, de nada servirá que estén en los libros. La mejor manera de aprender a orar, es buscar un momento de soledad y abrir el corazón a Dios en oración profunda. La mejor manera de aprender a orar, es haciéndolo. Hablando a Dios como a un amigo fiel. Busque una hora del día donde pueda estar a soals con Dios. Quizás al amanecer o al acostarse, o por la noche. Busque un momento cuando la televisión y la radio estén apagadas, cuando los niños estén dormidos, y usted pueda arrodillarse, sólo, en busca de Dios. De Daniel se dice, que él servía a Dios continuamente. Su experiencia era continua. ¿Por qué Daniel podía enfrentar la tensión y el stres de su vida? ¿Por qué fue capaz de enfrentar el foso de los leones? ¿Cómo creen usted que Daniel enfrentó a los leones, tembalndo o con valentía y confianza?

Usted quizás recuerde que en las clases de Anatomía se enseña que el cuerpo humano tiene aproximadamente 1033 gramos de presión atmosférica, por cada centímetro cuadrado. Si se multiplica cada centímetro cuadrado del cuerpo por la cantidad de presión atmosférica que recibe, verá que hay miles de kilos de presión en el cuerpo humano. La pregunta es, ¿Cómo es posible que esa presión no nos haya aplastado? El cuerpo humano está diseñado de tal forma, que la presión que recibe del exterior, está balanceada con la del interior. A medida que el corazón bombea la sangre por las venas y las arterias, y los pulmones inhalan oxígeno, el cuerpo milagrosamente balancea las presiones. Solamente cuando la presión de afuera puede ser igualada con la presión de adentro, es cuando hay esa ecuanimidad y el cuerpo no es aplastado.

¿Sabe usted por qué miles de personas mueren de ataques del corazón? En los Estados Unidos, cada año muere cerca de un millón de personas de esta enfermedad. La causa principal viene de la presión emocional. Las úlceras estomacales, los colapsos nervioso y los divorcios aumentan en una forma alarmante. Razón para todo esto. La presión, la tensión y el stress de la vida diaria no son neutralizados con la presión que hay adentro, por lo tanto, es imposible sobrellevar las cargas.

Daniel tenía balanceado el stress y la tensión por el poder que recibía de Dios. La única manera de sobreponerse al stress y a la tensión que nos oprime cada día, es mediante un poder superior que pueda neutralizar todas estas tensiones.

La Paz Perfecta.-

Los estresores del siglo veinte, son demasiado poderosos. Tienen una tremenda fuerza interna que hace imposible que el ser humano pueda encararlos solo. Daniel encontró el secreto para poder escapar de estas tensiones, y poder tener paz con Dios. Isaías 26:3-4 dice:

“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová porque en el Señor está la fortaleza de los siglos”.

Daniel estaba completamente en paz en el foso de los leones. Con la amenaza de muerte asechándole a cada momento. La protección de Daniel se apoyaba más y más, en la seguridad de la promesa de Dios. La presión interior fue balanceada con la exterior. Su mente se mantuvo serena. Confiando en Diosquien le amaba. Confiando en Dios que tenía completo control, no sólo de la situación, sino de todo el universo.

Un Rey Atrapado.-

El decreto es firmado. Daniel es condenado. Y no hay nada que parezca poderle librar de esta condenación. Ver Daniel 6:15:

“Pero aquellos hombres rodearon al rey y le dijeron: Sepas, oh rey, que es ley de Media y de Persia que ningún edicto u ordenanza que el rey confirme puede ser abrogado”.

Ahora el decreto ha sido firmado, y nada ni nadie podrá librar a Daniel de las manos de sus enemigos. Ahora, Daniel es lanzado en el foso de los leones (no olvidemos que lo que se hizo en aquellos días, se volverá a repetir en los días finales de esta tierra). Daniel 6:16-17 dice:

“Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: el Dios tuyo a quien tú continuamente sirves, Él te libre. Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de los príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase”.

De repente Darío se da cuenta que había sido engañado. Había sido llevado por un complot. El decreto estaba firmado, pero él podía revocarlo, pues él era el rey, el monarca supremo del imperio. Pero, su orgullo y su amor propio se lo impidieron. Sabía que había hecho algo malo. Pero decidió no cambiar. Cuántas veces nosotros hacemos algo malo a otras personas, y por dentro deseamos decir: “Perdóname, hice mal en decir eso, ojalá no lo hubiese dicho”. Pero el orgullo y el amor propio se interponen y nos impiden hacerlo. Eso fue lo que pasó con Darío. El firmó un decreto que sabía que estaba en contra de la ley de Dios. El sabía muy bien que estaba mal lo que estaba haciendo, pero se encontró atrapado por la codicia y la grandeza de su propio reino. Cuando un rey de Media y Persia firmaba un decreto, era infalible. Para que Darío reconociera que su decreto estaba mal, debía reconocer primero, que él no era infalible.

Cuántas veces hemos seguido los pasos de darío. Todas las veces que nuestro orgullo y nuestro amor propio se interponen a que hagamos lo que es correcto, seguimos los mismos pasos de Darío. Pregunta, ¿quién estaba en el foso de los leones? ¿Dónde estaba Darío? Daniel estaba en el foso de los leones. Darío estaba en el palacio. La media noche se aproxima, la música está por empezar a tocar. ¡Pero, algo pasa! El rey dice: “Esta noche no habrá música”. Trata de dormir, pero no puede conciliar el sueño. Da vuelta de un lado para otro, pero el sueño no viene. ¿Dónde estará Daniel? ¿Quizás esté durmiendo con su cabeza reclinada en un león? ¡Qué interesante! Lo más interesante es, que esa noche, Daniel durmió, pero el rey no pudo conciliar l sueño. ¿Sabe usted lo que esto quiere enseñarnos? Esto nos dice que cuando la mente está fijada en Dios, Él nos dará la paz en medio de cualquier circunstancia. La constante comunión de Daniel con Dios, le otorgó las fuerzas de una obediencia inalterable. Su honestidad, integridad y coraje eran señales de su fiel devoción a Dios. La Biblia no dice que siempre seremos libertados de circunstancias terribles. A veces tenemos que pasar por ellas. Pero, si estamos en comuinión con Dios, tendremos lo que tuvo Daniel.

Volvamos al drama. Imagínese, Daniel está durmiendo. El rey no puiede dormir. ¡Qué paz increible que el Dios del cielo otorga a los que en Él confian!

El Rescate.-

Daniel 6:19-22 dice:

“El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue muy apresuradamente al foso de los leones. Y acercándose al foso llamó a voves a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante Él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo”.

¡Qué escena! Leones contra ángeles. Pero, los ángeles salen triunfadores. Ángeles que bajan del cielo y cierran la boca de los leones. ¿Qué es lo que Daniel 6, dice en voz alta a nuestra generación? Ver 1 Pedro 5:8:

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.

Nuevamente, es esta una historia para entretener niños, o es una llamada de atención para los mayores, para que vean lo que habrá de suceder en el tiempo del fin. Aquí en términos simbólicos, presenta una gigantesca lucha entre el bien y el mal.

En la época de Daniel, el jefe que se consideraba infalible, influenciado por sus mejores consejeros, fue el instrumento que iniciara el decreto de muerte, para todo aquel que obedeciera los mandamientos de Dios. Daniel, leal a su Dios y a los mandamientos, fue echado en el foso de los leones. El diablo intentó destruir a Daniel. Trató de eliminar a los justos de la tierra. Pero los ángeles de Dios, siempre han librado y siempre librarán a los justos..

Seguridad en las Crisis.-

El capítulo 6 de Daniel y el libro de Apocalipsis hablan en tonos bien claros sobre una gran crisis que ocurriría en nuestros días. Un tipo de crisis que requiere una vida de devoción como la de Daniel. Hombres y mujeres cristianos que tengan una relación verdadera con Dios. Asi es. Se acerca una nueva crisis. El Nuevo Testamento dice que será pronunciado un decreto de muerte, que tendrá que ver con la adoración y la alabanza del pueblo de Dios. Ver Mateo 24:9-10:

“Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán”.

Mateo 10:17-23 dice:

“Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios y en sus sinagogas los azotarán; y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonios a ellos y a los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o que hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros. El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo. Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del hombre”.

Pero las antas Escrituras enseñan que así como los ángeles le cerraron la boca a los leones, también nos darán protección en los tiempos de la tribulación que se acerca.

Os invito a leer el Salmo 91. Las maravillosas promesas de este capítulo, están escritas para darnos confianza durante los días venideros. No hay razón alguna de caminar con caras de amargados y desalentados por el conflicto que ha de venir. Por el contrario, debiera haber paz en nuestro ser. Debiéramos sentirnos triunfantes por la protección que nos darán los ángeles. Ver Salmo 91:9:

“Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación”.

Daniel al igaul que Sadrac, Mesac y Abed-Nego, por su oración y devoción continua, vivían una vida priovada con el Altísimo. Por lo tanto, cuando fueron echados vivos en el horno de fuego, fueron protegidos por las sombras del Todopoderoso. Y el fuego ni siquiera chamusqueó sus ropas. En los últimos días, Dios tendrá un pueblo que habitará en los lugares secretos del Altísimo. Ver salmo 91:2-8:

“Diré yo a jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. El te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el terro nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra, mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos”.

¿Qué ocurrió con Daniel? El fue libertado del foso de los leones, después de haber pasado toda la noche. Luego, los hombres que habían tramado la trampa para que Daniel fuese echado en el foso de los leones, fueron echados en el foso. En la crisis venidera, cuando el decreto sea aprobado, saldrá una ley prohibiendo, bajo pena de muerte, la alabanza a Dios. Y tratarán de coartar la conciencia del hombre en contra de la ley de Dios. Pero finalmente, contemplaremos la destrucción de los malvados. Así como Israel fue protegido durante las plagas de Egipto. Así también el pueblo de Dios, será protegido de las plagas finales. Y verán con sus propios ojos la recompensa de los pecadores. Salmo 91:9-13 dice:

“Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo que es mi habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedras. Sobre el león y el áspid pisarás; hollarás al cachorro del león y al dragón”.

En las Escrituras, Satanás es simbolizado como el dragón y como el león rugiente. Dios nos promete que en los últimos días, cuando venga la crisis de los leones, y cuando parezca que nos están arrancando las extremidades del cuerpo, Dios cerrará la boca de los leones. Enviará a sus ángeles para que nos protejan. ¡Qué grandioso es nuestro Dios! ¡Cuán maravilloso es Su poder protector!